domingo, 10 de diciembre de 2023

Un mensaje que vale la pena compartir

"Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas". Apocalipsis 14:6,7.
¿Cómo identifican los mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14 la esencia de la Iglesia Adventista del Séptimo Día?

El 11 de Septiembre está grabado para siempre en el corazón de los norteamericanos, y tal vez de muchos otros, quienes se despertaron con la indescriptible tragedia de ese día. Presenciaron la manera en que los edificios del World Trade Center se desmoronaron a causa de un ataque terrorista, que mató a más de tres mil personas. Pero inmediatamente después de ese desastre, surgió una historia notable y milagrosa de heroísmo. Es la historia de dos sobrevivientes, cómo se relata en el libro Creature of the word: The Jesus-centered Church:
Unos pocos de los que fueron enterrados por los escombros sobrevivieron milagrosamente a la caída de las torres. Dos de esas personas fueron Will Jimeno y John McLoughlin, un par de empleados de la autoridad portuaria que reaccionaron ante los ataques y estaban en el piso inferior cuando la torre sur comenzó a caer. Corrieron al hueco de un ascensor y sorprendentemente sobrevivieron al colapso de los cien pisos a su alrededor, pero quedaron sepultados por docenas de metros de escombros. Atrapados, sin agua, respirando aire lleno de humo, tanto Will como John tenían por posibilidades de sobrevivir.
No obstante mientras quedaron allí acostados, debajo de un montón de escombros, algo ocurrió en el interior de un contador en Connecticut que nunca habían visto.
Dave Karnes, que había pasado 23 años de servicio activo en el cuerpo de Marines, estaba mirando la escena en el televisor, así como el resto de nosotros. Pero más que meramente permitir que le perturbar, él decidió hacer algo acerca de ello. Se fue a ver a su jefe y le dijo que demoraría un poco en volver.
Dave se fue a una peluquería, pidió que le cortaran el cabello muy corto, luego pasó por su casa para ponerse su uniforme militar de fajina, esperando que el uniforme le permitiera el acceso al área bloqueada que rodeaba el Ground Zero. Atravesó Manhattan a 190 Kilómetro por hora y llegó allí hacia el fin de la tarde. Mientras los rescatistas eran llamados a abandonar la pila de escombros por causa del peligro, Dave pudo quedarse por el poder y las credenciales que procedían de su uniforme militar. Se encontró con otro marine, y ambos caminaron juntos por la montaña de escombros, procurando salvar a los perdidos.
Después de una hora de búsqueda, oyeron el débil sonido de golpes hechos a unos caños y gritos. Will y John habían estado ya atrapados durante nueve horas, totalmente incapaces de liberarse por sí mismos. No obstante, en medio de los escombros, un marine, que había estado esa mañana, trabajando con una planilla en Connecticut, los encontró. De las 20 personas extraídas de la montaña de restos del World Trade Center, Will Jimeno y John McLoughlin fueron los números 18 y 19. Y todo porque Dave Karnes se quitó su traje, se puso ropa de trabajo, y entró a la desesperación y la oscuridad del Ground Zero.

Del mismo modo (pero en un grado infinitamente mayor), Dios se quitó su manto real, descendió a nuestra cultura oscura y degradada y fue nuestro siervo. Estábamos sepultados en las profundidades y bajo los escombros de nuestra propia tontera, con cero posibilidades de sacarnos de nuestro propio pecado.
La testificación es la historia de cómo él dejó el ámbito de la gloria y majestad del cielo para redimirnos. La Testificación se refiere a la manera en que Cristo nos arrancó de la basura de este mundo y nos liberó de una muerte segura.
Su testimonio no fue solo el testimonio de sus palabras. Fue el testimonio de su vida.
La muerte expiatoria de Cristo fue universal; es decir, estaba destinada a todas las personas que hayan vivido, independientemente de cuándo o dónde. Es una noticia increíblemente buena que Jesús, en su vida, muerte y resurrección, haya triunfado sobre los principados y potestades del infierno. El evangelio tiene todo que ver con Jesús.
La Biblia se enfoca en las dos venidas de Jesús. Vino una vez para redimirnos y volverá para llevarse a casa lo que ha comprado a un costo extraordinario e infinito. El último libro de la Biblia, Apocalipsis, fue escrito especialmente con el fin de preparar al mundo para el regreso de Jesús. Es un mensaje urgente para esta generación. 
Toda testificación efectiva fluye de un corazón que está lleno con el amor por Cristo y su palabra.
Hoy, estudiaremos la relevancia de Apocalipsis para la sociedad contemporánea, del siglo XXI. Juntos descubriremos un nuevo llamado de Jesús a su iglesia del tiempo del fin para compartir este mensaje de los últimos días.

I. EL MENSAJE DE LA "VERDAD PRESENTE" DE PEDRO

A lo largo de la historia de la salvación, Dios ha enviado regularmente un mensaje especial a través de la Palabra profética con la intención de preparar a las personas. Dios nunca es tomado por sorpresa (Isaías 46:9, 10). Él prepara a su pueblo para el futuro enviando profetas para revelar su mensaje antes de que caiga el juicio (Amós 3:7). 
En los días previos al Diluvio, Dios envió un mensaje al mundo a través de Noé. En Egipto, Dios levantó a José a fin de que se preparara para la hambruna durante los siete años de abundancia. Los profetas judíos advirtieron a los líderes israelitas de la inminente destrucción de Jerusalén por parte de los babilonios. El mensaje de arrepentimiento de Juan el Bautista preparó a una nación para la primera venida de Jesús.

Lee 2 Pedro 1:12. ¿Qué expresión usa Pedro para describir el mensaje de Dios a su generación?
Lee 2 Pedro 1:16 al 21. ¿Cuál era este mensaje de “verdad presente” que proclamaban Pedro y los discípulos?
El mensaje de significado eterno para el primer siglo fue que Cristo había venido. El amor del Padre se reveló a través del sacrificio de Cristo en la Cruz. 
Aunque la “paga del pecado es muerte”, a través de Cristo la vida eterna ha sido asegurada para todos. Es decisión nuestra si por fe la recibiremos (Romanos 3:23; 6:23; Efesios 2:8). 
Este mensaje de salvación en Jesús nunca estará desactualizado. Es la Verdad Presente para cada generación. 
"Verdad presente" es una expresión que usa el apóstol para definir la verdad que Dios ve que es relevante y urgente para esta generación. 
"Verdad aparente" es lo que el hombre ve que es relevante para su tiempo, basado en sus propios sentimientos, deseos y necesidades.

El último libro de la Biblia, Apocalipsis, presenta a Jesús y su salvación eterna en el contexto de los últimos tiempos, a fin de preparar a un pueblo para su pronto regreso. Expone la falsedad de la tradición humana y la religiosidad egocéntrica. Desde el principio hasta el final, Apocalipsis revela a Jesús y su obra en favor de la humanidad.
Jesús es el verdadero testigo del carácter de su Padre. Él es “el soberano de los reyes de la tierra”. Él es el que “nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre” (véase Apocalipsis 1:1–6). 
El Apocalipsis se trata de Jesús y su mensaje del tiempo del fin con el propósito de preparar a su pueblo para su pronto regreso.
Cuando piensas en el libro de Apocalipsis, ¿Qué te viene a la mente? Tus pensamientos ¿son más sobre las bestias figurativas y los símbolos proféticos que sobre Jesús? ¿Por qué crees que Jesús nos dio las profecías en Apocalipsis? 
Por medio de la vida, la muerte y la resurrección de Cristo, la salvación estaba disponible para todos.
¿Cómo revelan sus planes amorosos para la humanidad?

II. EL ENFOQUE EN EL TIEMPO DEL FIN DE APOCALIPSIS

Los evangelios se centran principalmente en la primera venida de Cristo. 
Cuentan la historia de su nacimiento, su vida y su ministerio, y su muerte y su resurrección. Aunque hablan de su segunda venida, ese no es su énfasis principal. Sin embargo, el enfoque principal del libro de Apocalipsis es el clímax del Conflicto, de siglos de antigüedad. Cada una de sus principales profecías termina en el glorioso regreso de nuestro Señor.
Leyendo Apocalipsis 1:7; 11:15; 14:14 al 20; y 19:11 al 18 vemos que desde el primero hasta el último capítulo del libro de Apocalipsis, el clímax de cada profecía es la segunda venida de Jesús. El “Cordero que fue inmolado” (Apocalipsis 5:12) viene de nuevo como Rey de reyes y Señor de señores (19:16). Derrotará a todos los enemigos que oprimen y persiguen a su pueblo (17:14). 
Lo librará de esta pesadilla de pecado y lo llevará a casa, a la gloria. El gran conflicto entre el bien y el mal terminará. La Tierra será hecha nueva, y los redimidos vivirán con su Señor para siempre (1–4). Este es el mensaje final de Jesús para un mundo moribundo. Es el mensaje de su amor eterno, su gracia abundante y su verdad eterna en el último libro de ella Biblia.
En Apocalipsis 22:7 (ver también vers. 12, 17 y 20), Jesús dice: “¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro”. Por lo tanto, el llamado final de Jesús a toda la humanidad es a que responda a su amor, acepte su gracia y siga su verdad, con el propósito de estar lista para su pronto regreso. El Apocalipsis concluye con la invitación de Jesús: “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven” (22:17).
Nuestro Señor invita a todos los que buscan la vida eterna a ir a él. Luego invita a aquellos de nosotros que hemos aceptado el mensaje de salvación y estamos esperando ansiosamente su regreso para unirnos a él e invitar a otros a aceptar el mensaje de su amor. Nos envía a su misión de compartir su mensaje a fin de preparar un mundo para su pronto regreso. No hay nada más gratificante que participar con Jesús en su misión al mundo. No hay nada más satisfactorio que cooperar con Cristo en su plan de salvación de los últimos días.
¿Cristo viene pronto? 
Juan escribió esas palabras hace unos dos mil años. Sin embargo, dada nuestra comprensión del estado de los muertos, ¿por qué la segunda venida de Cristo, para cada uno de nosotros en nuestra propia experiencia personal, nunca está a más de un instante después de nuestra muerte? ¿Cómo nos ayuda este hecho a comprender cuán pronto, de hecho, Cristo viene?

III. EL MENSAJE PARA EL TIEMPO DEL FIN DE APOCALIPSIS

El epicentro de Apocalipsis es el capítulo 14. Este capítulo es de suma importancia para el pueblo de Dios que vive en los últimos días de la historia humana. Despliega el mensaje de Dios a la humanidad en el tiempo del fin. Este mensaje del tiempo del fin es crucial para el pueblo de Dios y para toda la humanidad.
Leyendo Apocalipsis 14:14 al 20 vemos que el simbolismo de la cosecha se usa en toda la Biblia para describir el regreso de Cristo (Mateo 13:37–43; Marcos 4:29). 
En Apocalipsis 14, la cosecha de grano maduro representa la redención de los justos, y la cosecha de uvas maduras representa la destrucción de los impíos. Apocalipsis 14:6 al 12 contiene un mensaje urgente del tiempo del fin a fin de preparar a hombres y mujeres para la cosecha final de la Tierra. Aquí hay un mensaje Urgente. El ángel vuela por en medio del cielo para que todos lo vean. Es eterno; el ángel tiene el evangelio eterno. Y es universal; ha de ser proclamado a toda nación, tribu, lengua y pueblo.
Lee Apocalipsis 14:6 y 7. ¿Cuál es la esencia del mensaje que se encuentra en estos dos versículos? ¿Cómo nos ayudan a entender quiénes somos como adventistas del séptimo día?
El mensaje del primer ángel en Apocalipsis 14 atrae a la generación del siglo XXI que anhela un propósito para su vida. Presenta el evangelio de la gracia de Dios, que proporciona perdón para todos. Nos limpia de la culpa del pecado y nos da poder para ser vencedores. Este mensaje que se refiere al pasado, el presente y el futuro; proporciona la base de toda autoestima en el hecho de que Cristo nos creó y nos redimió. 
"El plan de nuestra redención no fue una reflexión ulterior, un plan formulado después de la caída de Adán. Fue una revelación del misterio que por tiempos eternos fue guardado en silencio" DTG, 13.
El plan de Cristo de librarnos del dominio del pecado no fue una reflexión posterior. Dios no fue tomado por sorpresa.
Señala que un día toda injusticia llegará a su fin en el Juicio Final de Dios. 
Es una noticia increíblemente buena, porque revela que la injusticia no durará para siempre. De que Jesús nos librará de la penalidad y del poder del pecado.
“En un sentido muy especial, los adventistas del séptimo día han sido colocados en el mundo como centinelas y transmisores de luz. A ellos ha sido confiada la tarea de dirigir la última amonestación a un mundo que perece. La Palabra de Dios proyecta sobre ellos una luz maravillosa. Una obra de la mayor importancia les ha sido confiada: proclamar los mensajes del primero, segundo y tercer ángeles. Ninguna otra obra puede ser comparada con esta y nada debe desviar nuestra atención de ella” (Ev, 122, 123). 
Aquí hay una Misión tan grandiosa, que consume todo. Demanda nuestros mejores esfuerzos y requiere una dedicación total. Nos conduce de una preocupación por nuestros intereses propios a una pasión de servicio de Cristo. Nos inspira con algo más que nosotros y nos saca de los estrechos confines de nuestra agenda terrenal a una visión más grandiosa.
No hay nada más inspirador, que dé más satisfacciones o que recompense más que ser parte de un movimiento divino providencial mente levantado por Dios para realizar una tarea mucho más grande que la que algún ser humano podría realizar por sí mismo. La comisión dada por Dios descrita en Apocalipsis 14 es la mayor tarea alguna vez otorgada a la iglesia.
Personalmente, ¿de qué manera puedo tomar en serio estas palabras?

IV. ENTENDER MÁS PLENAMENTE EL MENSAJE DE DIOS

El mensaje del tiempo del fin de Apocalipsis presenta a Jesús en la plenitud de su gracia salvadora para toda la humanidad (Apocalipsis 14:6). Es un llamado sincero a “temer” o reverenciar a Dios en todo lo que hacemos: respetar sus mandamientos y obedecer su Ley a la luz del Juicio de Dios (14:7).
"Temer" proviene de la palabra griego fobeo. El sentido en el que se usa aquí lo es el de tener miedo a Dios; es en el sentido de reverenciarlo, respetarlo, percibir su majestad. Transmite la idea de una lealtad absoluta a Dios y una entrega total a su voluntad.
“Temer a Dios” está relacionado con cómo pensamos. Es un llamado a vivir para agradar a Dios y colocarlo primero en todos nuestros pensamientos. Es una actitud de obediencia que nos lleva a vivir vidas piadosas (Proverbios 3:7; Hechos 9:31; 1 Pedro 2:17). Este mensaje también nos invita a “dar gloria” a Dios. Dar gloria a Dios está ligado con lo que hacemos en cada aspecto de nuestra vida.
Lucifer estaba centrado en sí mismo. Rehusó someterse a ninguna autoridad fuerza de la suya propia. Más bien que someterse a aquel que estaba sentado sobre el trono, Lucifer deseaba gobernar desde el trono.
El mesnaje del primer ángel nos llama a hacer de Dios el centro de nuestra vida. El apelo de Dios es a volverse de la tiranía del egocentrismo a la paz de la salvación y el servicio.
Leyendo Eclesiastés 12:13 y 14; y 1 Corintios 6:19 y 20 comprendemos lo que significa tanto temer a Dios como glorificarlo. El juicio descortés las cortinas y revela el drama cósmico del gran conflicto entre el bien y el mal. Revela el carácter de amor abnegado de Dios en contraste con la ambición egoísta de Satanás. En el juicio todos los males serán corregidos. La justicia triunfará sobre el mal. Los poderes del infierno serán derrotados. La injusticia no tendrá la última palabra; Dios la tendrá. Todas las inequidades de la vida habrán desaparecido para siempre.
En una era de irresponsabilidad moral, cuando millones de personas sienten que no son responsables ante nadie más que sí mismas, este mensaje de la hora del Juicio nos recuerda que somos responsables de nuestras acciones. Hay una correspondencia entre una actitud de reverencia a Dios, la obediencia a Dios y el Juicio. La obediencia es el fruto de una relación salvadora con Jesús. Solo su justicia es lo suficientemente buena como para pasar el Juicio, y en su justicia estamos seguros. A través de su justicia vivimos para glorificar su nombre en todo lo que hacemos.
Temer a Dios habla de nuestras actitudes. Dar gloria a Dios habla de nuestros actos. Temer a Dios tiene que ver con lo que pensamos. Dar gloria a Dios tiene que ver con lo que hacemos. Temer a Dios trata sobre la dedicación interior a hacer de. Dios el centro de nuestra vida. Dar gloria a Dios trata acerca de cómo nuestras convicciones interiores se traducen en un estilo de vida que honra a Dios en todo lo que hacemos.
Cuando nuestro corazón está centrado en Dios, nuestro único deseo es darle gloria a él en cada aspecto de nuestra vida: la alimentación, el vestido y en nuestros entretenimientos; todos reflejarán nuestra dedicación a Dios. Le damos gloria si revelamos su carácter de amor al mundo mediante vidas dedicadas a hacer su voluntad.
En Apocalipsis 14:7; 4:11; Génesis 2:1 al 3; y Éxodo 20:8 al 11 encontramos cual es la base de toda verdadera adoración a Dios.
Satanás ha atacado el sábado porque sabe que es el corazón de la adoración. Exalta a Cristo como el Creador y hace un llamamiento a todos los hombres y las mujeres de todas partes para adorar “a aquel que hizo el cielo y la tierra” (Apocalipsis 14:7). 
El sábado habla del cuidado de un Creador y del amor de un Redentor. Nos recuerda que no somos huérfanos cósmicos en este globo rocoso giratorio. El sábado nos recuerda a aquel que ha provisto todas las cosas buenas de la vida. El sábado es un símbolo de nuestro reposo eterno en él.
Habla con relevancia en la era del Evolucionismo. 
Nos llama a adorar al Jesús que nos creó y que nos da un sentido de nuestro verdadero valor en él.
Piensa en lo importante que es el sábado como un recordatorio de Dios como nuestro Creador y, por lo tanto, único digno de nuestra adoración. Después de todo, ¿Qué otra enseñanza puede ser tan importante que el hecho de que Dios ordena que separemos un séptimo de nuestra vida cada semana para ayudarnos a recordarlo como nuestro Creador?

V. EL LLAMADO FINAL DE DIOS

Leamos Apocalipsis 14:8; 17:3 al 6; y 18:1 al 4. 
En el libro de Apocalipsis, el término “Babilonia” representa un falso sistema de religión basado en obras humanas, tradiciones elaboradas por el hombre y falsas doctrinas. Exalta a los seres humanos y su justicia propia por sobre Jesús y su vida sin pecado. Coloca los mandamientos de los maestros religiosos humanos por encima de los mandamientos de Dios. Babilonia era el centro de la idolatría, la adoración al Sol y la falsa enseñanza de la inmortalidad del alma. Este falso sistema religioso ha integrado sutilmente muchas de las prácticas religiosas de la antigua Babilonia en su culto. El mensaje de Dios para los últimos días de nuestro planeta moribundo es el mensaje de Jesús y su justicia. Hace eco al llamado del Cielo: “Ha caído, ha caído la gran Babilonia [...]. Salid de ella, pueblo mío” (Apocalipsis 18:2, 4). 
Dios ha levantado la Iglesia Adventista del Séptimo Día para exaltar el mensaje de Cristo en toda su plenitud. Exaltar a Jesús es exaltar todo lo que enseñó. 
Es proclamar a aquel que es “el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6). Es exponer los errores de Babilonia en contraste con las verdades de Jesús.

Leamos Apocalipsis 14:7 y 9 al 11.
Apocalipsis 14 describe dos actos diferentes de adoración: la adoración al Creador y la adoración a la bestia. Estos dos actos de adoración se centran en el día de adoración de Dios, el verdadero sábado, o un sábado sustituto o falso. El sábado representa el descanso, la seguridad y la certeza que tenemos en Cristo nuestro Creador, Redentor y Rey, que viene. El día falso de reposo representa un sustituto humano y falso basado en el razonamiento humano y los decretos creados por el hombre. ¿Cómo nos ayuda esta verdad a comprender la importancia de ese día y a qué apunta?
Los mensajes de los Tres ángeles representan el evangelio en el ambiente del tiempo del fin, que atiende las necesidades del corazón de una generación posmoderna, desesperada por pertenecer, de tener identidad, comunidad, propósito, equidad, justicia y compasión.
Leamos Apocalipsis 14:12. ¿Qué enseña este texto, especialmente en el contexto de lo que vino antes? ¿Cómo se revelan la Ley y la gracia en este texto, y qué debería enseñarnos esto acerca de cómo la Ley y la gracia son dos aspectos inseparables del evangelio?

CONCLUSIÓN

¿Cómo podemos explicar la idea de la caída de Babilonia o el concepto de la marca de la bestia de la manera más atractiva? Es decir, ¿cómo podemos presentar estas verdades de la manera menos ofensiva posible, recordando que, a pesar de nuestros mejores esfuerzos, algunas personas se ofenderán igual?
Toda verdad presente es "presente" porque marca una diferencia en nuestra vida en el presente.
Dios ha llamado a su iglesia en este tiempo, como llamó al antiguo Israel, para que se destaque como luz en la Tierra. Por medio de la poderosa hacha de la verdad –los mensajes de los ángeles primero, segundo y tercero–, la ha separado de las iglesias y del mundo para colocarla en sagrada proximidad a sí mismo. La ha hecho depositaria de su Ley, y le ha confiado las grandes verdades de la profecía para este tiempo. Como los santos oráculos confiados al antiguo Israel, son un sagrado cometido que ha de ser comunicado al mundo.
“Los tres ángeles de Apocalipsis 14 representan a quienes aceptan la luz de los mensajes de Dios y salen, como agentes suyos, para pregonar las amonestaciones por toda la anchura y la longitud de la Tierra. Cristo declara a quienes lo siguen: ‘Sois la luz del mundo’ (Mateo 5:14). A toda alma que acepta a Jesús, la cruz del Calvario dice: ‘He aquí el valor de un alma. “Id por todo el mundo; predicad el evangelio a toda criatura” ’ (Marcos 16:15). 
No se ha de permitir que nada estorbe esta obra. Es una obra de suma importancia para este tiempo; y ha de ser tan abarcadora como la eternidad. El amor que Jesús manifestó por las almas de los hombres en el sacrificio que hizo por su redención impulsará a todos los que lo sigan.
“Cristo acepta con gozo los servicios de cualquier ser humano que se entrega a él. Asocia lo humano con lo divino, con el fin de comunicar al mundo los misterios del amor encarnado. Sea este amor el objeto de vuestras conversaciones, de vuestras oraciones y de vuestros cantos; llenen el mundo con el mensaje de su verdad y lleven ese mensaje hacia las regiones lejanas” (CI 86, 87).

"Dios espera un servicio personal de cada uno de aquellos a quienes ha confiado el conocimiento de la verdad para este tiempo. No todos pueden salir como misioneros a los países extranjeros, pero todos pueden ser misioneros en su propio ambiente para sus familias y su vecindario".

Los mensajes de los tres ángeles son verdad presente urgente para esta generación. Revelan las verdades eternas de Dios a un mundo de confusión religiosa. Hablan con tono de trompeta de la gracia de Dios, la obediencia a su ley, la importancia eterna del sábado, su pronto regreso y su apelo final a toda la humanidad. En una generación que busca la verdad, procura encontrar un propósito y se esfuerza por encontrar significado, el mensaje de Apocalipsis 14 habla con relevancia creciente. Vivimos en un tiempo donde se cree que toda verdad es relativa. Si no hay verdad absoluta, entonces por definición nada puede ser absolutamente cierto. Aparentemente para la mayoría todo es relativo. Nada es certero. Podría no ser ¿Quién lo sabe con seguridad?
Aquí llega este mensaje para librarnos de la tiranía de la incertidumbre.
Los adventistas del séptimo día han sido levantados por Dios en este generación para proclamar el evangelio eterno. Tenemos un destino Profético. No somos sencillamente otra denominación entre las muchas iglesias. Somos un movimiento levantado por Dios para proclamar su mensaje final a toda la humanidad.
No es por accidente que fuiste traído al escenario de la historia humana en este tiempo. No es casualidad que hayas sido guiado por Dios para comprender las verdades del Apocalipsis. Cómo tan bien lo dicen las escrituras: "A todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará". Lucas 12:48.

Tu y yo hemos sido llamados por Dios en esta hora crítica de la historia de la tierra para ser testigos de él. Somos embajadores de su gracia y Heraldos de su verdad. Tenemos un propósito mucho más grande para vivir que solo tomar nota del paso del tiempo en esta vieja tierra. Somos testigos del Cristo eterno.
¿Te unirás conmigo dedicando tu vida a algo mucho más grande que tú mismo?
¿Te unirás conmigo para compartir las buenas nuevas de este mensaje del tiempo del fin con el mundo que nos rodea?

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