"Porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído". Hechos 4:20
Cuando un individuo acepta a Cristo y su vida cambia dramaticamente, y la gente lo nota. Sin embargo, no todas las conversiones son repentinas e instantáneas. Las historias de drogadictos que aceptan a Cristo, alcohólicos transformados por gracia, líderes empresariales materialistas egocéntricos cambiados por el amor de Dios, o adolescentes rebeldes convertidos son emocionantes de escuchar, pero, ciertamente, no son los únicos ejemplos de conversión. Muy comúnmente el Espíritu Santo trabaja suave y gradualmente en los corazones humanos. Hay quienes han sido criados en hogares cristianos piadosos, que tienen una historia preciosa para compartir. La conversión no es para unos pocos seleccionados, es para todos nosotros porque no es todos tenemos una historia que contar verdad. Mi historia no es tu historia, pero cada uno de nosotros redimidos por la gracia de Dios y encantado por su verdad, tenemos un testimonio personal para compartir con el mundo y con los que nos rodean. Tu testimonio atraerá a nuevos creyentes a la paz, el perdón y la certeza que has experimentado.
I. EL TESTIMONIO PERSONAL
Como dije hace un momento, hay un poder inusual en el testimonio personal. Cuando nuestros corazones se enternecen por el amor de Cristo y somos cambiados por su gracia tenemos algo importante que decir sobre él. Una cosa es compartir lo que Jesús ha hecho por otra persona, pero otra muy distinta es compartir personalmente lo que ha hecho por nosotros, por mí y por ti. A veces argumentar en contra de la experiencia personal es imposible hay gente puede batir su teología o su interpretación de un texto o incluso burlarse de la región en general, pero cuando un individuo puede decir: Una vez estuve sin esperanza, pero ahora tengo esperanza; estaba lleno de culpa, pero ahora tengo paz; no tenía un propósito, pero ahora tengo un propósito, incluso los escépticos, se ven afectados por el poder del Evangelio.
Aunque muchas personas pueden experimentar conversiones repentinas, dramáticas y sensacionales como la del apóstol Pablo, en el camino a Damasco; la conversión ocurre con mayor frecuencia a medida que una persona reconoce cada vez más la preciosidad de Jesús y comienza un profundo aprecio por su asombrosa gracia y un supremo sentido de gratitud por la salvación que ofrece tan libremente. Cristo reenfoca radicalmente en nuestras vidas y el Espíritu Santo trabaja suave y gradualmente. Este testigo es el que el mundo necesita y anhela desesperadamente.
"Una persona puede ser incapaz de decir el tiempo o lugar exactos, ni poder reconstruir toda la cadena de circunstancias del proceso de su conversión; pero esto no prueba que no se haya convertido". CC, 49.
II. EL PRIMER MISIONERO DE JESÚS
¿A quién envió Jesús como su primer misionero?
Hay testigos que nos asombran. Quienes menos pensábamos.
Leamos en Marcos 5:15-20:
"Vienen a Jesús, y ven al que había sido atormentado del demonio, y que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio cabal; y tuvieron miedo. Y les contaron los que lo habían visto, cómo le había acontecido al que había tenido el demonio, y lo de los cerdos. Y comenzaron a rogarle que se fuera de sus contornos. Al entrar él en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que le dejase estar con él. Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti. Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban".
¿Por qué crees que Jesús envió este hombre a Decápolis para testificar a su familia y amigos en lugar de nutrirlo en su nueva fe manteniéndolo con él o cerca de él?
Cristo comisionó un exposeído, transformado por su gracia.
La palabra Decápolis proviene de 2 palabras Deca significa díez y polis significa ciudades. La región de Decápolis era un área de 10 ciudades a lo largo de la costa del mar de Galilea. En el primer siglo estas ciudades estaban unidas por un idioma y una cultura comunes. El endemoniado era conocido por muchas personas en la región, era famoso por así decirlo, había infundido miedo en sus corazones a través de su comportamiento violento, impredecible, mas Jesús vio en él a alguien que anhelaba algo mejor, una ansia que todos los demonios del infierno no podían apagar; por lo que milagrosamente, libro el nombre de los demonios que lo atormentaban. Y cuando la gente del pueblo escucho que Jesús había permitido que los demonios poseyeran su manada de cerdos; y que los cerdos se habían lanzado por un acantilado hacia el mar salieron a ver qué ocurría.
Marcos nos dice que vienen a Jesús y ven al que había sido atormentado del demonio y que había tenido la legión sentado, vestido y en su juicio cabal, tuvieron miedo. El hombre estaba completamente restaurado física, mental, emocional y espiritualmente. La esencia del Evangelio es restaurar las personas quebrantadas por el pecado, a la totalidad para la cual Cristo los ha creado. Las fuerzas del infierno tiemblan cuando se acerca el Rey del universo. Cristo es nuestro Señor todopoderoso y victorioso; los demonios no son competencia para su gran poder.
¿Qué mejor persona para llegar a estas 10 ciudades - Decápolis - que un endemoniado transformado que podría compartir su testimonio con toda la región?
El evangelio de Marcos registra que el hombre anteriormente poseído por el demonio "rogaba" a Jesús que le permitiera entrar en el bote y viajar con él (Marcos 5:18) La palabra "rogar" es una palabra fuerte. Indica un deseo apasionado. Se puede traducir como "suplicar", "implorar" o "clamar". Significa hacer un llamamiento con emoción. Significa pedir con intensidad. Es una insistencia persistente.
La respuesta de Jesús es tan sorprendente como la conversión del exendemoniado, convertido y transformado, podía hacer más en esa región de lo que él y los discípulos podían hacer. El prejuicio contra Cristo era alto en esa región gentil, pero escucharían a uno de los suyos, especialmente uno con una reputación como la del endemoniado. Aunque las personas se pueden alejar de la enseñanza bíblica más explícita, es mucho más difícil resistir al testimonio de una vida transformada. Con el tiempo estarían preparados para la visita de Cristo en una fecha posterior.
"Como testigo de Cristo debemos decir lo que sabemos, lo que nosotros mismos hemos visto, oído y sentido. Si hemos estado siguiendo a Jesús paso a paso tenemos algo oportuno que decir acerca de la manera en que nos ha conducido. Podemos explicar cómo hemos probado su promesa y la hemos hallado veraz. Podemos dar testimonio de lo que hemos conocido acerca de la gracia de Cristo . Este es el testimonio que nuestro Señor pide y por falta del cual el mundo perece". DTG, 307.
Por lo tanto, Jesús dijo: “Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti” (Marcos 5:19). La respuesta del hombre fue inmediata: “Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban” (5:20). La palabra “publicar”, en griego, es kerusso y puede traducirse “anunciar”, o “proclamar”. En el breve tiempo que el endemoniado pasó con Jesús, su vida cambió tan radicalmente que tenía una historia que contar. Solo podemos imaginar el impacto que su testimonio tuvo en los miles de personas en las diez ciudades de la región de Gadara. Cuando Jesús regresó unos nueve o diez meses después, la mente de esta población mayormente gentil estaba abierta para recibirlo. (Ver DTG 307, 308.)
Cristo desea usar a todos los que vienen a él.
El endemoniado no tuvo la ventaja de pasar tiempo diariamente con Jesús como lo hicieron los discípulos; no tuvo la oportunidad de escuchar sus sermones o presenciar sus milagros. Pero sí tuvo el único ingrediente indispensable para testificar: una vida transformada. Tenía un conocimiento personal del Cristo viviente. Tenía un corazón lleno de amor por su Maestro. Esta es la esencia del testimonio en el Nuevo Testamento.
“Nuestra confesión de su fidelidad es el agente escogido por el Cielo para revelar a Cristo al mundo. Debemos reconocer su gracia como fue dada a conocer por los santos de antaño; pero lo que será más eficaz es el testimonio de nuestra propia experiencia. Somos testigos de Dios mientras revelamos en nosotros mismos la obra de un poder divino” (DTG, 313).
¿Por qué a menudo Dios utiliza a los testigos menos pensados que son cambiados por su gracia para hacer una diferencia nuestro mundo? ¿Cuál es tu propia historia de conversión?¿Qué les dices a los demás sobre cómo llegaste a la fe?
No necesitas algo dramático, algo extraño. Muchas veces, es como ese silbo apacible, la forma como fuiste aceptando a Jesús. ¿Conociendo esta verdad, qué puedes ofrecerle a un inconverso qué podría beneficiarse de la experiencia que puedes compartir?
III. UNA NUEVA ERA DE TESTIFICACIÓN
Otro ejemplo de testimonio. Era temprano, el domingo por la mañana y las dos Marías se dirigían rápidamente la tumba de Cristo. No iban a pedirle nada ¿Qué podría darles un hombre muerto? La última vez que lo habían visto su cuerpo estaba ensangrentado, magullado y quebrantado que fue bajado de la cruz. Las escenas de la Cruz estaba profundamente grabadas en sus mentes. Ahora simplemente estaban cumpliendo con su deber. Piensa en la desesperación y chasco que deben haber experimentado en ese momento. Las horas del sábado deben haber sido las más miserables que alguna vez hubieran pasado. Con sus propios ojos habían visto sus sueños destrozados. Ahora con corazones temerosos y ansiosos por el futuro fueron hacia la tumba para embalsamar su cuerpo. Las tenebrosas sombras del desaliento envolvían sus vidas en la oscuridad de la desesperación. El futuro era incierto y ofrecía pocas esperanzas.
De alguna manera, su temor no paralizó su fe. No sabían cómo ocurriría, pero creían que la piedra sería quitada. Cuando llegaron a la tumba se sorprendieron al encontrarla vacía. Mateo registra los eventos de esa mañana de la resurrección con estas palabras:
"Mas el ángel respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor". Mateo 28:5, 6.
Las mujeres ahora estaban llenas de alegría. Sus nubes oscuras de tristeza se desvanecieron con la luz del sol del amanecer de la resurrección. La alegría inundó sus rostros y las canciones de regocijo reemplazaron sus lágrimas lamento. Los corazones llenos de su gracia y encantados por su amor no pueden callar.
Después de que María se encontró con el Cristo resucitado, corrió a contar la historia. Las buenas noticias son para compartir, y ella no podía guardar silencio. ¡Cristo está vivo! Su tumba estaba vacía, y el mundo debía saberlo. Después de encontrarnos con el Cristo resucitado en la carretera de la vida, nosotros también debemos correr para contar la historia, porque las buenas noticias son para compartir.
Qué fascinante es, también, que a pesar de que todas veces que Jesús les había dicho que lo que sucedería, que sería muerto y luego resucitado al tercer día, los discípulos todavía estaban escondidos, aquellos que Jesús escogió específicamente, se negaron a creer el testimonio de María. "Ellos, cuando oyeron que vivía y que había sido visto por ella, no lo creyeron". Marcos 16:11.
Por lo tanto, si incluso los propios discípulos de Jesús no creyeron de inmediato, tampoco deberíamos sorprendernos si los demás tampoco aceptan nuestras palabras de inmediato. Pero lo aceptarán y lo aceptarán al escuchar tu historia historia.
¿Cuándo fue la última vez que fuiste rechazado al dar testimonio usted?¿Cómo respondiste y qué has aprendido de esa experiencia?
Los creyentes del Nuevo Testamento testificaron de Cristo por medio de la singularidad de sus propias personalidades. Sus encuentros distintivos con Cristo los llevaron a compartirlo con entusiasmo con otros. Las circunstancias de sus conversiones pueden haber sido diferentes, pero los resultados fueron los mismos: corazones transformados por el amor de Dios. La nota tónica del Nuevo Testamento es la testificación. No eran testigos falsos.
Mas ¿Es posible ser un testigo falso? Recuerda: Dios quiere testigos genuinos, no impostores.
Solo el cristianismo genuino y auténtico puede captar la atención de esta generación.
IV. VIDAS TRANSFORMADAS MARCAN LA DIFERENCIA
Hay una realidad que nadie puede negar, son las vidas transformadas las que hacen la diferencia. No podemos compartir a un Cristo que no conocemos.
Antes de la cruz, Pedro era un discípulo vacilante ya autosuficiente. La crucifixión y la resurrección de Cristo cambiaron su vida. Antes de la Cruz, Juan era uno de los “hijos del trueno”. Ese no es un título que le das a un hombre manso, humilde y tímido. Pero, después de la crucifixión y la resurrección de Cristo, la vida de Juan cambió. Ni Pedro ni Juan pudieron permanecer en silencio; fueron transformados por gracia y amaban contar la historia.
Testificar no se trata de nosotros. No se trata de lo malos que éramos o de lo buenos que somos ahora después de conocer a Jesús. Se trata de Jesús. Se trata de su amor, su gracia, su misericordia, su perdón y su poder eterno para salvarnos. Este encuentro personal con Cristo es el que nos cambia de espectadores pasivos a testigos activos.
"Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús".
Eso quiere decir que la Iglesia del Nuevo Testamento explotó en crecimiento. Hubo 3000 bautizados en el día del Pentecostés (Hechos 2:41) miles más fueron añadidos a la Iglesia unas semanas después (Hechos 4:4). Pronto las autoridades reconocieron lo que estaba sucediendo. Estos creyentes del Nuevo testamento habían estado con Cristo. Su vida había cambiado. Habían sido transformados por su gracia y no podía guardar silencio. Nada podía detenerlos.
Nota lo que sucedió y qué pasó cuando las autoridades intentaron silenciar a Pedro y a Juan ¿Cuál fue la respuesta?
Según Hechos 4:1-20 Estos creyentes eran nuevos en Cristo a las criaturas y tenían que contar su historia. Pedro un pescador gritón fue transformado por la gracia de Dios. Santiago y Juan, los hijos del trueno que tenían dificultades para controlar su temperamento, fueron transformados por la gracia de Dios pasa tú más escéptico dudoso fue transformar la gracia de Dios. Tomás el escéptico, el dudoso fue transformado por la gracia de Dios. Los discípulos y los miembros de la Iglesia primitiva tenían sus propias historias que contar y no podían guardar silencio.
"Tan pronto como uno va a Cristo, nace en el corazón un vivo deseo de hacer conocer a otros cuán precioso amigo ha encontrado en Jesús; la verdad salvadora y santificadora no puede permanecer encerrada en el corazón". CC, 66.
Observa también lo que dijeron los líderes religiosos en Hechos 4:16. Ellos reconocieron abiertamente la realidad del milagro que se había realizado: el hombre sanado estaba de pie justo allí, delante de ellos. Incluso con todo esto, se negaron a cambiar su actitud. Sin embargo, a pesar de este desafío abierto Pedro y Juan no retrocedieron en su testificación.
¿Qué relación hay entre conocer a Cristo y compartirlo?¿Por qué conocer a Cristo personalmente es tan esencial para que podamos ser testigos de él?
V. COMPARTIR NUESTRA EXPERIENCIA
Veamos otro incidente. En Hechos 26 encontramos al apóstol Pablo compareciendo como prisionero ante el rey Agripa. Aquí, hablando directamente con el rey, Pablo dio su propio personal personal, relatando no sólo su vida como perseguidor de los seguidores de Jesús, sino también, después de su conversión, su vida como testigo de Jesús y la promesa de la resurrección de los muertos (Hechos 26:8)
Cuando Pablo se convirtió en el camino a Damasco nuestro Señor le habló y le dijo: Para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que haz visto y de aquellas en que me apareceré a ti". (Hechos 26:16).
Compartir nuestra fe es siempre una experiencia dinámica. Cuenta la historia de lo que Cristo ha hecho por nosotros en el pasado, lo que está haciendo en nuestra vida y lo que logrará por nosotros en el futuro.
El apóstol Pablo nunca se cansó de testificar sobre lo que Cristo hizo por él, pero nunca se centró exclusivamente en lo malo que era; en cambio, se centró en lo bueno que era Dios. Él se regocijaba en las buenas noticias del evangelio.
Testificar nunca se trata de nosotros nosotros. Siempre se trata de él. Él es el Dios que perdona nuestras iniquidades, sana todas nuestras dolencias, nos corona de favores y misericordias y nos sacia de bien. (Salmos 103:3-5) Testificar es simplemente compartir nuestra historia de su asombrosa gracia. Es un testimonio de nuestro encuentro personal con este Dios de sublime gracia.
Veamos ahora las similitudes entre la experiencia de Pablo y de Juan:
"Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo".
"Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo porque la fe del hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí".
Aunque Juan y Pablo tuvieron experiencias de vida diferentes, ambos tuvieron un encuentro personal con Jesús. Su experiencia con Jesús no ocurrió en un punto particular en el pasado y luego terminó. Fue una experiencia continua y diaria de regocijo en su amor y caminar a la luz de su verdad.
¿Es la conversión algo sólo del pasado?
Algunos piensan que su experiencia de conversión pasada es lo único que importa: "¿Qué significa la conversión? Algunos piensan, cuando digo que deben convertirse: ¿Por qué?¿No creen que sé algo sobre religión? Como si, al saber algo sobre religión una vez, no necesitaran ser convertidos diariamente; pero todos los días, cada uno de nosotros deberíamos convertirnos". 4MR, 46.
Osea, independientemente de cuáles hayan sido tus experiencias pasadas incluso, si son poderosas y dramáticas, ¿por qué es importante tener una relación con el señor día a día, para sentir su realidad y su bondad y su poder cada día?
VI. EL PODER DE UN TESTIMONIO PERSONAL
Observemos nuevamente a Pablo ante Agripa. El apóstol Pablo comparece ante este hombre, el último en la línea de los reyes judíos, los macabeos, y de la casa de Herodes. Agripa profesaba ser judío pero en el fondo era romano. El anciano apóstol, cansado de sus viajes misioneros y marcado por la batalla en el conflicto entre el bien y el mal, está allí de pie, con el corazón lleno de amor de Dios y su rostro radiante con la bondad de Dios. Más allá de todo lo que haya sucedido en su vida, cualquier persecución y dificultad que haya experimentado, puede declarar que Dios es bueno.
Agripa es cínico, escéptico, endurecido y realmente indiferente a cualquier sistema de valores genuinos. En contraste, Pablo está lleno de fe, comprometido con la verdad y firme en defensa de la justicia. El contraste entre los dos hombres no podría ser mucho más evidente. En su juicio, Pablo solicita hablar y recibe permiso de Agripa.
En Hechos 26:9-28 vemos que la amabilidad abre corazones donde la acritud los cierra.
Pablo es increíblemente amable con Agripa aquí. Lo llama un "experto en costumbres y controversias judías".
¿Por qué crees que Agripa reaccionó como lo hizo?¿Qué le impresionó del testimonio de Pablo?
El testimonio de Pablo de cómo Jesús cambió su vida tuvo un poderoso impacto en un rey impío. No hay testimonio tan efectivo como una vida cambiada. Y eso puede ocurrir cada día. Para eso está este manual (La Biblia) del fabricante que nos habla de la salvación y de cómo gozar del regalo que el Señor nos dio. Porque el testimonio de una vida genuinamente convertida tiene una influencia asombrosa los demás. Incluso los reyes impíos son movidos por vidas transformadas por la gracia. Incluso si no tenemos una historia tan dramática como la de Pablo, todos deberíamos contarles a los demás lo que significa conocer a Jesús y ser redimidos por su sangre.
"El Salvador sabía que ningún argumento, por lógico que fuera, podría ablandar los duros corazones o traspasar la costra de la mundanalidad y el egoísmo. Sabía que los discípulos habrían de recibir la dotación celestial; que el evangelio sería eficaz solo en la medida que fuera proclamado por corazones encendidos y labios hechos elocuentes por el conocimiento vivo de aquel que es el camino, l averdad y la vida". HAp, 25, 26.
Por importante que sea tener la doctrina correcta tú no puedes sustituir una vida transformada por la gracia y cambiada por el amor.
"El maravilloso amor de Cristo enternecerá y subyugará los corazones cuando la simple exposición de las doctrinas no lograría nada". DTG, 767.
No estoy poniendo o disminuyendo el valor de las doctrinas, Mas lo que enseñamos, lo que testificamos y predicamos debe estar respaldado por un cambio hecho por Jesús.
hay quienes tienen la idea de que dar su testimonio personal es tratar de convencer a otros de las verdades que han descubierto en la Palabra de Dios. Aunque es importante estar basado en la verdad bíblica, en el momento apropiado, nuestro testimonio personal tiene mucho más que ver con la liberación de la culpa, con la paz, la misericordia, el perdón, la fuerza, la esperanza, y la alegría que hemos encontrado en el don de la vida eterna que Jesús ofrece tan libremente.
¿Estamos combinando las dos cosas o solamente estamos predicando la doctrina separado de Jesús y separado de nuestra experiencia personal con Jesús?
Dios nos ayude a testificar de una forma completa y sobre todo reflejar a Jesús de la forma que él quiera que lo reflejemos.
¿Por qué crees que nuestro testimonio personal es tan poderoso para influir sobre los demás?
Es porque es irrebatible lo que Jesús ha hecho por ti y por mí. Que las personas sepan que aquí hay alguien que ama a Jesús más de lo que alguna vez había podido imaginar. Que hay un Dios que mira más allá de mis faltas, pecados o errores de mi vida pasada. Que hay un Dios que satisface mis necesidades más profundas. Que por primera vez en mi vida, el plan de salvación llegó a ser real. Que quebrado por mi vida descarriada, descubrí perdón, gracia y salvación en la Cruz. En pocas palabras, aquí hay un hombre nuevo en Cristo.
¿Cómo han impactado los testimonios de los demás en tu propia experiencia?
Cuando Cristo llena el corazón, la vida cambia y el convertido no puede guardar silencio. En realidad, el testimonio más significativo y más persuasivo en favor del evangelio es una vida transformada.
Es por eso quelas historias nos gustan. Cuando nos cuentan historias de conversión nos emocionamos porque es algo innegable lo que Jesús está haciendo en esa vida.
¿Ha transformado Cristo tu vida? ¿Has experimentado personalmente su abundante gracia? ¿Estás asombrado por su amor? ¿Por qué no le pides que te guíe a una aventura en misión? Será el viaje más emocionante de tu vida. Hay alguien en tu esfera de influencia que él puede alcanzar por medio de ti. Puede ser un miembro de tu familia, un compañero de trabajo, un amigo o una persona que has conocido, pero si tu vida está abierta a la influencia del Espíritu Santo, te emocionarás por las oportunidades que se presentarán. Las puertas se abrirán milagrosamente.
Dios nos ayude a testificar con nuestras vidas con nuestras palabras y con nuestras acciones.
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