domingo, 10 de diciembre de 2023

Discipulado total - Evangelismo Integral 1. ¿Qué es discipulado?

 ¿Hola como están?

¿Está todo bien? 

Sea bienvenido para poder dialogar y envolvernos en una misión fascinante: Hacer discípulos. Comenzaremos esta serie hablando acerca del discipulado. 

Sin duda alguna, las últimas palabras de una persona demuestran su mayor y más ferviente deseo para quienes quedan. 

Jesús en dirigiéndose por última vez a sus discípulos, colocó el norte con el que, cada hijo de Dios, podrían tener una vida llena de significado, sentido y, finalmente, dicha completa. 

Sus últimas palabras quedaron registradas en el libro de Mateo 28:18-20. El texto dice así: 

"Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén." 

"Jesús está afirmando aquí ser el Gerente de todo el universo" Frederick Dale Bruner, Matthew, t 2, the Churchbook (el libro de la iglesia), Mateo 13-28 (Dallas:Word, 1990), 104. Citado en Russell Burrill. Discípulos Modernos para iglesias revolucionarias. Buenos Aires: ACES, 2014, 11.

El discipulado es un estilo de vida. Es ser y hacer discípulos al mismo tiempo. Ese es el énfasis del versículo; en cuanto van, en cuanto bautizan y en cuanto enseñan, hagan discípulos. 

Según Wagenveld (2004, 63) "En lo más básico, nuestro llamado es hacer discípulos de Jesucristo. Es decir, sembrar nuevas iglesias saludables es hacer nacer nuevos grupos de personas que participan en la misión de Cristo por ser sus discípulos. El contenido básico de nuestro mensaje no es anunciar la superioridad de nuestra iglesia, ni proclamar nuestro credo o nuestras creencias, ni tampoco existimos como congregación únicamente para ser instrumentos de cambio socioeconómico o político. Al contrario, nuestro mensaje es sencilla y únicamente Jesús el Cristo que vivió, que fue crucificado, resucitado, que 'subió al cielo y está sentado a la diestra de Dios de donde vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos".

Un discípulo es aquel que tiene un maestro a quien imitar. 

El apóstol Pablo, quien estaba acostumbrado a discipular principalmente a jóvenes, decía en 1 Corintios 11:1: 
"Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo." 

Se ha profundizado bastante en las ultimas décadas en los conceptos y las implicaciones del discipulado.

Hoy nuestra iglesia apunta a tres aspectos inseparables de la vida de un discípulo: Comunión, Relación y Misión. Veamos a continuación cómo cada una de ellas envuelve la vida de un discípulo. 

1. Comunión. 

Uno de las ideas que revolucionó el mundo fue la que presentó el apóstol Pablo en 1 Corintios 12:27 cuando dijo: 

"Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular." 

El discípulo en primer lugar está unido a Cristo y por medio de Cristo a su iglesia que es su cuerpo. Ahora tiene una función y es parte de un cuerpo organizado para servir. 

Se vincula y se relaciona con otros buscando su bienestar; procura facilitar y aliviar la tarea de quienes llevan mayores cargas para así avanzar juntos en un mismo propósito. 

Entiende que tiene un lugar preeminente y que su función es de vital importancia, Tiene consciencia del lugar que ocupa y no envidia ni codicia la función de otros miembros del cuerpo. Entiende y sabe que la unidad es vital, la armonía es fundamental y la participación es indispensable para que esta maravilloso y amplio cuerpo organizado se desenvuelva para gloria de Dios; que todo lo que haga o deje de hacer influirá en grande manera sobre el resto del cuerpo. 

El discípulo percibe que: 

"El cuerpo no está formado de una sola parte, sino por muchas. Si al pie se le ocurriera decir: "Yo no soy de cuerpo, porque no soy mano", todos sabemos que no por eso, dejaría de ser parte del cuerpo. Y si la oreja dijera: "Como yo no soy ojo, no soy del cuerpo", de todos modos seguiría siendo parte del cuerpo. Si todo el cuerpo fuera ojo, no podríamos oír. Y si todo el cuerpo fuera oído, no podríamos oler. Pero Dios puso cada parte del cuerpo en donde quiso ponerla. Una sola parte del cuerpo no es todo el cuerpo. Y aunque las partes del cuerpo pueden ser muchas, el cuerpo es uno solo. El ojo no puede decirle a la mano: "No te necesito", Tampoco la cabeza decirle a los pies: "No los necesito". Al contrario, las partes que nos parecen más débiles, son las que más necesitamos y las partes que nos parecen menos importantes, son las que vestimos con mayor cuidado. Lo mismo hacemos con las partes del cuerpo que preferimos no mostrar. En cambio, con las partes que mostramos no somos tan cuidadosos. Y es que Dios hizo el cuerpo de modo que le demos más importancia a las partes que consideramos de menos valor. Así las partes del cuerpo se mantienen unidas y se preocupan las unas por las otras. Cuando una parte del cuerpo sufre, también sufren todas las demás. Cuando se le da importancia a una parte del cuerpo, las partes restantes se ponen contentas. Cada uno de ustedes es parte de la iglesia, y todos forman el cuerpo de Cristo." 1 Corintios 12:14-27 

¿Qué significa todo esto? 
Significa que el discipulado no nace en el vacío y tampoco puede crecer en la soledad. Así como una mano no puede vivir sin el cuerpo o un ojo o una oreja. Cualquiera de ellos separado del cuerpo, muere. 
Que existe un cuerpo, una comunidad de fe, esperanza y amor, un grupo de creyentes llamado iglesia, donde participan todos los que son llamados por el Señor. 

Así, para que eso no ocurra, Jesús nos dejó el secreto: 

"Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer." Juan 15:5

Entonces, ese secreto se llama DEPENDENCIA. Necesitamos depender más de Dios y unirnos más a su cuerpo que es la iglesia. 

Aunque vivimos en un tiempo dónde la alienación domina la sociedad, donde las personas dicen: Yo no me meto en tu vida, tú también no te metas en (aléjate de) la mía. Donde el espíritu individualista solo nos conduce a la soledad y al vacío, dónde tenemos miles de amigos en Facebook, pero apenas alguno en la vida real; dónde tenemos cuentas en todas las redes sociales, pero cada vez no sentimos más lejos de las personas; pero, existe una esperanza. Cristo nos ofrece más vida, más comunidad y más evangelio. Él nos dice: Hijo no hagas tu vida sin mí, yo quiero estar contigo. 

Así, un discípulo es aquel que decide andar al lado de Jesús todos los días. En el trabajo, en la escuela o universidad, en el auto bus o en el carro, mientras hace deporte o viaja. Cuando se levanta, cuando se acuesta, al entrar y al salir de casa, decide caminar junto al Maestro. Prefiere perder el mundo que perder un instante junto al Salvador. 

Jesús vino a este mundo y es interesante ver como decidió invertir su tiempo en aquellos hombres con poca cultura y sin valor para el mundo. Invisibles para los hombres más no pasaron desapercibidos para el cielo. 

Ciertamente el Salvador, tenía miles de seguidores; pero tan solo 12 fueron sus discípulos. A estos los preparó y dedicó tres años de compañerismo para que no conocieran una teoría, sino una realidad y un estilo de vida que los transformaría. Como alguien diría: Las palabras convencen, mas el ejemplo arrastra. 

Cristo te llama a ti, su Palabra nos dice en Marcos 3:14 

"Y designó a doce, para que estuvieran con El y para enviarlos a predicar." 

Es cierto que todo discípulo tiene una misión, pero para lo primero que fue llamado es para estar al lado de Jesús. ¿Cómo permanecer al lado de Cristo, teniendo comunión con Dios y teniendo comunión con su iglesia? ¿Cómo tener esa comunión? 


1. Estudiando su Palabra. 
2. Orando. 
3. Conociendo la estructura del cuerpo, su iglesia. 
4. Participando de los eventos, actividades, capacitaciones y entrenamientos. 
5. Cumpliendo cabalmente la función a la cual fui llamado. 
6. Conocer cómo funciona su cuerpo: Normas, reglamentos, Manual de Iglesia. 
7. Manteniendo en buen orden en su cuerpo, la iglesia, No criticando, sino inspirando y ayudando al crecimiento y buen funcionamiento de los otros miembros del cuerpo. 

Osea, sumergirse, empaparse y envolverse de todo corazón en el plan de Dios para sus hijos. 

Comunión significa participar en común con Dios y con nuestros hermanos en la fe. 

Recuerde: Solos vamos rápido, pero unidos somos más fuertes y llegamos más lejos. 

2. Relación

La vida cristiana es una vida de relaciones unos con otros. Es contagiarse del mismo espíritu y la misma vocación de servicio y entrega. 

"Pero nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu." 2 Corintios 3:18 

Somo transformados por la contemplación. "Y es que nadie vive para sí, ni nadie muere para sí." Romanos 14:7 Todos influímos y somos influídos. 


Jesús pasó cerca de 3 años junto a sus discípulos; esto nos enseña que no existe el discipulado a distancia. Del mismo modo que un padre dedica y gasta tiempo con sus hijos para conocerlos y amarlos, Cristo tomó tiempo para estar junto a sus discípulos. El discipulado requiere TIEMPO. 

Durante el tiempo que pasaba unto a sus discípulos, Jesús, procuró dejar una marca de fe y felicidad y la mirada puesta en el reino venidero. 

La formación de un nuevo discípulo puede tomar apenas minutos, como en el caso de la mujer samaritana, o quizás más de tres años como en el caso de Nicodemo. 

¿Qué podría conducir a una persona a decidir invertir y gastar su vida, su tiempo y hasta sus recursos por otra persona? ¿Qué impulsó/motivó a Jesús para venir a este mundo oscuro y tenebroso y entregar su vida por causa del ser humano? 

La Palabra de Dios dice en Juan 3:16: 
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna." 

Entonces, la marca de un discípulo en todos sus relaciones debe ser el AMOR. 

Así como para un niño, el amor se deletrea: T-I-E-M-P-O así también los otros miembros del cuerpo y el mundo entero sabrán que los amamos cuando les dedicamos tiempo y tenemos paciencia con ellos. 

Recuerde que: 

"El amor es paciente y bondadoso; no es envidioso ni jactancioso, no se envanece; no hace nada impropio; no es egoísta ni se irrita; no es rencoroso; no se alegra de la injusticia, sino que se une a la alegría de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta." 1 Corintios 13:4-7. 

El discípulo precisa estar abierto para aprender y ser constantemente instruido en: 

1. Cómo desenvolver sus dones y talentos, y tornarse un emprendedor del reino de Dios. 
2. Cómo dejar la timidez para asumir y crecer en su liderazgo espiritual 
3. Cómo desarrollar un hogar sin sombras y una familia feliz. 
4. En el caso de los solteros, cómo relacionarse la etapa del enamoramiento para tener un final feliz. 
5. Cómo tener un estilo de vida saludable. 
6. Cómo desarrollar hábitos que le fortalezcan y lo ayuden en su crecimiento. 
7 Cómo cultivar un espíritu feliz y entusiasta que refleje a Jesús. 

Relaciones sanas y duraderas son una bendición para todo discípulo. 

Este paso se profundiza cuando llegamos al nivel más profundo de comunicación: 

1. Boca a boca. Cuando apenas nos saludamos. Ideal para desconocidos. 

2. Cabeza a cabeza. Cuando compartimos opiniones sobre política, cocina o fútbol. Ideal para colegas 

3. Corazón a Corazón. Cuando compartimos sentimientos. La pregunta a usar es ¿Cómo te sientes?. Ideal para amigos y hermanos. 
Jesús dijo en Juan 15:15: 
"Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer." 

Un discípulo es más que un amigo; es un hermano cierto en las horas inciertas, es aquel hermano que Dios hizo nacer en otra cuna, es aquella persona con quien deseamos compartir la eternidad en el cielo. 

Ser discípulo es ser amigo y "Nadie tiene un amor mayor que éste: que uno dé su vida por sus amigos." (Juan 15:13). Como el maestro que "habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin." Juan 13:1.

"La vida de Cristo era de una influencia siempre creciente, sin límites; una influencia que lo ligaba a Dios y a toda la familia humana. Por medio de Cristo, Dios ha investido al hombre de una influencia que le hace imposible vivir para sí. Estamos individualmente vinculados con nuestros semejantes, somos una parte del gran todo de Dios y nos hallamos bajo obligaciones mutuas. Ningún hombre puede ser independiente de sus prójimos, pues el bienestar de cada uno afecta a los demás. Es el propósito de Dios que cada uno se sienta necesario para el bienestar de los otros y trate de promover su felicidad. 
Cada alma está rodeada de una atmósfera propia, de una atmósfera que puede estar cargada del poder vivificante de la fe, el valor y la esperanza, y endulzada por la fragancia del amor. O puede ser pesada y fría por la bruma del descontento y el egoísmo, o estar envenenada por la contaminación fatal de un pecado acariciado. Toda persona con la cual nos relacionamos queda, consciente o inconscientemente, afectada por la atmósfera que nos rodea. PVGM, 247. 

Así, como el apóstol Pablo que se negaba a sí mismo, la marca de cada discípulo será una marca de amor, servicio y entrega: 

"Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí." Gálatas 2:20. 
Como fue bendecido, el discípulo se torna una bendición, un recipiente que desborda sabor de vida para el bien de los demás. 

3. Misión 

"Cada verdadero discípulo nace en el reino de Dios como misionero. El que bebe del agua viva, llega a ser una fuente de vida. El que recibe, llega a ser un dador. La gracia de Cristo en el alma, es como un manantial en el desierto, cuyas aguas surgen para refrescar a todos, y hace a los que están por perecer, ávidos de beber el agua de la vida." DTG, 162. 

Dwight Moody decía: "Cada cristiano o es un misionero, o es un impostor." 


La pasión por la misión está marcada en el alma de cada discípulo. El amor por las almas que perecen lo lleva a velar, interceder y trabajar incansablemente por rescatar una persona para el reino de Cristo. 

"Es ésta una responsabilidad de la que no nos podemos librar. Nuestras palabras, nuestros actos, nuestro vestido, nuestra conducta, hasta la expresión de nuestro rostro, tienen influencia. De la impresión así hecha dependen resultados para bien o para mal, que ningún hombre puede medir. Cada impulso impartido de ese modo es una semilla sembrada que producirá su cosecha. Es un eslabón de la larga cadena de los acontecimientos humanos, que se extiende hasta no sabemos dónde. Si por nuestro ejemplo ayudamos a otros a desarrollar buenos principios, les damos poder para hacer el bien. Ellos a su vez ejercen la misma influencia sobre otros, y éstos sobre otros más. De este modo, miles pueden ser bendecidos por nuestra influencia inconsciente. 

Arrojad una piedrecita al lago, y se formará una onda, y otra y otra, y a medida que crecen éstas, el círculo se agranda hasta que llega a la costa misma. Lo mismo ocurre con nuestra influencia. Más allá del alcance de nuestro conocimiento o dominio, obra en otros como una bendición o una maldición. 

El carácter es poder. El testimonio silencioso de una vida sincera, abnegada y piadosa, tiene una influencia casi irresistible. Al revelar en nuestra propia vida el carácter de Cristo, cooperamos con él en la obra de salvar almas. Solamente revelando en nuestra vida su carácter, podemos cooperar con él." PVGM, 247. 

El apóstol Pablo, quien era un apasionado por la misión; le hizo, encarecidamente, un pedido a su discipulo Timoteo: 

"Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina." 2 Timoteo 4:1,2. 

"Pablo le ordena predicar la Palabra, y no los dichos y costumbres de los hombres; de estar listo para testificar por Dios en cualquier oportunidad que se le presente, delante de grandes congregaciones o círculos privados, por el camino o en los hogares, a amigos como a enemigos, en seguridad o expuesto a durezas y peligros, oprobios y pérdidas." HAp, 400. 

Luego le recordó que nada ni nadie debía desviarle de su santo y elevado propósito: 
"Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio." 2 Timoteo 4:5 

Pablo "Le amonestó que evitara toda ocupación y complicación temporal que le podría impedir una entrega completa a la obra de Dios, que soportara con alegría la oposición, el vituperio y la persecución a que pudiera exponerse en virtud de su fidelidad, y a hacer completa demostración de su ministerio, empleando cada recurso a su alcance para beneficiar a aquellos por quienes Cristo murió." HAp, 403. 

Cuánta diferencia puede hacer la vida de un solo discípulo, como en el caso del apóstol Pablo: 
"La vida de Pablo fue una ejemplificación de las verdades que enseñaba: en eso estribaba su poder. Su corazón estaba lleno de un profundo y perdurable sentido de su responsabilidad; y trabajaba en íntima comunión con Aquel que es la fuente de la justicia, misericordia y verdad. Se aferraba a la cruz de Cristo como a su única garantía de éxito. El amor del Salvador era el motivo imperecedero que le sostenía en sus conflictos con el yo, en sus luchas contra el mal, mientras avanzaba en el servicio de Cristo contra la hostilidad del mundo y la oposición de sus enemigos." HAp, 403. 

Hoy se necesitan discípulos que estén dispuestos a esforzarse y sacrificarse para que la causa de Cristo triunfe en este mundo. 

"Mientras los discípulos esperaban el cumplimiento de la promesa, humillaron sus corazones con verdadero arrepentimiento, y confesaron su incredulidad. Al recordar las palabras que Cristo les había hablado antes de su muerte, entendieron más plenamente su significado… Cuando meditaban en su vida pura y santa, sentían que no habría trabajo demasiado duro, ni sacrificio demasiado grande, si tan solo pudiesen ellos atestiguar con su vida la belleza del carácter de Cristo". (HAp, 29, 30).

"Lo que la iglesia necesita en estos días de peligro es un ejército de obreros que, como Pablo, se hayan educado para ser útiles, tengan una experiencia profunda en las cosas de Dios y estén llenos de fervor y celo. Se necesitan hombres santificados y abnegados; hombres que no esquiven las pruebas y la responsabilidad; hombres valientes y veraces; hombres en cuyos corazones Cristo constituya la “esperanza de gloria,” y quienes, con los labios tocados por el fuego santo, prediquen la Palabra. Por carecer de tales obreros la causa de Dios languidece, y errores fatales, cual veneno mortífero, corrompen la moral y agostan las esperanzas de una gran parte de la raza humana." HAp, 403. 

Un soldado desarmado 

La historia de Desmond Doss saltó al cine el año 2017. Sufrió crudas humillaciones por guardar el sábado en el ejercito en plena guerra y sus amigos lo rechazaron abiertamente por su ferviente rechazo a portar armas. 
Fue juzgado, mas perseverando en oración, Dios le abrió las puertas para permanecer y no ser expulsado del ejercito. 
Se fue al peor lugar del mundo, sin armas. Cuando llegó la hora de ir a la batalla, como médico, su trabajó consistía en prestar auxilio a los heridos y convalecientes. 
Nunca pensó que los nudos aprendidos en el club de conquistadores podrían ayudarle tanto; nunca se había visto alguien más valiente que este soldado. Delgado y aparentemente indefenso corría en medio del fuego cruzado para rescatar a sus compañeros. Rescató al soldado que más lo había humillado en sus entrenamientos. En una sola noche rescató 75 camaradas. 

Fue reconocido recibiendo la medalla de Honor de manos del presidente de Estados Unidos, Harry S. Truman. Cuando se la impuso le dijo: 
"Estoy muy orgulloso de usted, realmente se lo merece. Considero esto un honor más grande que ser presidente." 

Cuando la batalla era más cruda su oración era: "Señor, ayúdame a salvar uno más". 

¿Existen hoy balas, guerras, o amenazas mortales que nos impidan cumplir la misión de rescatar una persona para el reino de los cielos? 

Si Dios nos da la oportunidad busquemos de todo corazón cumplir la misión que Dios nos dio. 

Conclusión 

Precisamos ser discípulos envueltos y unidos en la comunión, crecientes en sus relaciones unos con otros y entregados con gozo y alegría a la misión.
Jesús dijo:
"Si se aman los unos a los otros, todo el mundo se dará cuenta de que son mis discípulos." Juan 13:35

Diga al que está a su lado: Hermano-a- seamos más unidos, amémonos como hijos del Padre Celestial.

Recuerde hay una gran diferencia entre ser un miembro y un discípulo
1. El miembro suele esperar panes y peces; el discípulo es pescador. Mateo 4:19
2. El miembro lucha por crecer; el discípulo por reproducirse. Hechos 6:7
3. El miembro ya nace; el discípulo se hace. Mateo 28:19
4. El miembro gusta del halago; el discípulo le gusta el servicio y el sacrificio vivo. Romanos 1:1
5. El miembro entrega parte de sus ganancias; el discípulo entrega su vida. Romanos 12:1
6. El miembro puede caer en la rutina; el discípulo es un innovador constante.
7. El miembro espera que le asignen tareas; el discípulo es solícito en tomar responsabilidad.
8. El miembro murmura y reclama; el discípulo obedece y se niega a sí mismo, Números 13:30, 31.
9. El miembro es condicionado por las circunstancias; el discípulo aprovecha las circunstancias para ejercitar su fe.
10. El miembro reclama que lo visiten; el discípulo visita.
11. El miembro sirve para sumar; el discípulo sirve para multiplicar. Hechos 6:7
12. El miembro se fosiliza; un discípulo evangeliza.
13. El miembro es turbado por el mundo; los discípulos trastornan al mundo. Hechos 17:6
14. Los miembros resisten; los discípulos envisten. 2 Timoteo 2:4
15. El miembro cuida sus límites; el discípulo ensancha sus fronteras
16. El miembro sueña con la iglesia ideal, el discípulo se esfuerza y entrega para lograr la iglesia real.
17. La meta del miembro es llegar al cielo; la meta del discípulo es llevar multitudes al cielo. 2 Timoteo 4:7, 8.
18. El miembro dice "ojalá", y el discípulo contesta " ¡Heme aquí!" Isaías 6:8. 

Este día: 
¿Cuántos queremos tener más comunión con Dios, su palabra y su iglesia? 
¿Cuántos queremos crecer en nuestras relaciones unos con otros, ser amigos verdaderos y no tan solo conocidos, interesarnos mas por nuestros hermanos y amigos? 

¿Cuántos queremos involucrarnos más en la misión de rescatar almas para el reino de Cristo, gastarnos y ser gastados para que miles estén reunidos delante del trono de Dios adorándolo por la eternidad? 

Recuerde que "Cristo es su amoroso amigo, él tomará su mano y lo ayudará en todo lugar duro y difícil" (Alza tus ojos, 274) 

¡Qué Dios nos ayude a ser discípulos y hacer discípulos! 

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