domingo, 10 de diciembre de 2023

La oración y el ayuno en el cumplimiento de la Misión

“Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios”. (Hechos 4:31)

Estamos viviendo en medio de un gran conflicto entre Cristo y Satanás. Esta es una guerra espiritual de alcance universal y personal.17 Dios quiere la salvación de todos los seres humanos (2 Pedro 3:9), pero el enemigo hará todo lo que esté a su alcance para que los seres humanos no acepten a Jesús y se pierdan. Es por ello que Dios nos ha provisto de un arma infalible para luchar en este conflicto cósmico, y esta es la oración. En este seminario veremos sobre la importancia de la oración personal, oración intercesora y el ayuno.

La Oración

"A oraçao não substitui a ação, ao contrário, a impulsiona e lhe dá direção, a suscita e impede que se converta em mero ativismo. O ativismo é ação sem oração." (Padilla Rene. O qué e missão integral?, 65)

"Todo radicalismo adicional, o da conduta, o do estilo de vida e o da ação, só pode resultar da ruptura na priorização da oração. Principalmente porque nossa sociedade tecnológica está totalmente envolvida com a ação, a pessoa que entra em seu quarto para orar é um verdadeiro radical. Todas as outras coisas dependerão disso. Essa atitude na sociedade, é muito mais finque envolvimento concreto, ao qual também não renuncia." (Padilla Rene. O qué e missão integral?, 66).

(Sob a oração) Jesus não consideraria automática uma questão tão importante quanto essa. Robert E. Coleman. Plano Mestre de Evangelismo. Mundo Cristão, 2006, p. 61.

Uma coisa é certa. A menos que eles apreendessem o sentido da oração, e aprendessem como pô-la em pratica, de forma coerente, não haveria grandes resultados derivados de suas vidas. Robert E. Coleman. Plano Mestre de Evangelismo. Mundo Cristão, 2006, p. 61.

LA ORACIÓN EN LA VIDA DEL MISIONERO

El discípulo de Cristo necesita entender que solo no puede, solo se desanima fácil y sucumbe ante las vicisitudes que el enemigo pone en el camino misionero, es por ello que la oración se convierte en el arma para salir victoriosos en el cumplimiento de la misión. Pero, ¿qué es la oración? Quizás a estas alturas resulte muy obvia la pregunta, sin embargo, es necesario recordarlo una vez más. Elena G. de White lo define de manera categórica: “Orar es el acto de abrir nuestro corazón a Dios como un amigo”. CC, 92.

En otra cita poderosa de Elena White destaca: “La primera aspiración del espíritu por la mañana debe ser acudir a la presencia de Jesús. “Sin mí —dice Cristo—, nada podéis hacer”. Jesús es lo que necesitamos: su luz, vida, y espíritu deben ser nuestros constantemente. Lo necesitamos cada hora. Y por la mañana debemos pedir en oración que tal como el sol ilumina la campiña y llena el mundo de luz, el Sol de Justicia brille en los recintos de la mente y el corazón, y nos haga todo luz en el Señor. No podemos vivir un momento sin su presencia. El enemigo sabe cuándo empezamos a hacer a un lado a nuestro Señor, y allí está él, listo para envenenar nuestra mente con sus malvadas sugestiones para que perdamos la firmeza; pero el Señor desea que pasemos momentos tras momentos en él, y así en él seremos plenos”. LO, 28

Solo con esta cita deberíamos entender la magnitud que significa la vida de oración de un hijo de Dios. Necesitamos de ella a cada momento.

Sin embargo, hay una cita más contundente para cada siervo de Dios: “Conságrate a Dios todas las mañanas; haz de esto tu primer trabajo. Sea tu oración: ́Tómame ¡oh Señor! como enteramente tuyo. Pongo todos mis planes a tus pies. Úsame hoy en tu servicio. Mora conmigo y sea toda mi obra hecha en ti ́. Este es un asunto diario. Cada mañana conságrate a Dios por ese día”.20 ¡Necesitamos depender más y más de Dios! ¡Dejemos que Dios nos use de manera poderosa en su misión!

LA ORACIÓN INTERCESORA Y LA MISIÓN

La oración no solo capacita al discípulo, misionero, evangelista o instructor bíblico, sino que le prepara el camino en el corazón de sus amigos, vecinos y familiares a quienes les llevará el mensaje de la verdad. Y es que “La oración arma a los hijos de Dios del valor necesario para testificar, rompe barreras, transforma piedras de tropiezo en peldaños y abre corazones cerrados, haciéndolos receptivos a la cercanía de Aquel a quien pertenecen”.21 Pues nosotros “somos simples mortales que Dios usa para alcanzar a los pecadores y llamarlos al arrepentimiento. Por lo tanto necesitamos ser hombres y mujeres de oración. Buscar fuerza y el poder de Aquel que todo lo puede”.

¿Amén? A esto le llamamos oración intercesora.

¿Qué es la oración intercesora? La oración intercesora es la oración por otros. Así de simple. No oramos por nosotros, sino por los demás, por alguien específicamente. Y la oración intercesora es poderosa no por la oración en sí, sino que radica en Dios quien escucha y responde. Jesús dijo: “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye” (1 Juan 5:14). La palabra confianza significa “fuerte seguridad”. Transmite un sentido de certeza. La confianza es lo opuesto a la duda o la incertidumbre. Nota que nuestra confianza no está en nuestras oraciones; está en Dios, quien responde a nuestras oraciones. La promesa de Dios de contestar la oración no está sin condiciones.

Mark Finley refiere que “La oración intercesora hace una diferencia. Cuando oramos solos, Dios responde a nuestras oraciones, pero cuando oramos juntos por otros, hay un “poder mayor”. La iglesia primitiva experimentó este poder cuando oraron juntos en el aposento alto (Hechos 1:13, 14)”. Definitivamente la oración intercesora es de vital importancia en la vida del misionero.

La oración y el amigo inoportuno. Lucas 11:5-8 cuenta: “Les dijo también: ¿Quién de vosotros que tenga un amigo, va a él a medianoche y le dice: Amigo, préstame tres panes, porque un amigo mío ha venido a mí de viaje, y no tengo qué ponerle delante; y aquel, respondiendo desde adentro, le dice: No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis niños están conmigo en cama; no puedo levantarme, y dártelos? Os digo, que aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo por su importunidad se levantará y le dará todo lo que necesite”. En esta parábola, Cristo presentó tres amigos: (1) el amigo inoportuno; (2) el amigo que intercede; (3) y el amigo que atiende.

El primer amigo de la parábola es el que necesita pan, es el inoportuno. El pan aquí puede representar las necesidades materiales (Lucas 11:3), espirituales (Juan 6:35 ) o de otra naturaleza de su amigo de oración.

El segundo amigo de la parábola contada por Cristo es el amigo que intercede. Pero tenga en cuenta que este amigo no solo intercede, sino que actúa; es decir, que él pide en favor de su amigo con vehemente insistencia. Después de todo, su amigo necesita ser auxiliado. Al final, su persistencia es recompensada, su intercesión es atendida y sus deseos se cumplen.

El tercer amigo de la parábola es el amigo que atiende o “vecino egoísta” y no representa el carácter de Cristo. El hombre egoísta simplemente responde a una petición urgente con el único objetivo de deshacerse de alguien que perturba su casa. Pero Dios se complace en dar. Está lleno de compasión y anhela satisfacer las peticiones de los que van a él por fe. Nos da para que sirvamos a los demás, y de este modo, nos asemejamos a él.

Dios el Padre no es como aquel vecino egoísta, pues nunca duerme, nunca está impaciente o enojado, es siempre generoso y está dispuesto a satisfacer las necesidades de sus hijos. El amigo en la puerta tuvo que seguir presionando con el fin de conseguir lo que quería, pero Dios responde con prontitud a sus hijos cuando claman. Ahora bien, si un mal vecino (Lucas 11:13), cansado y egoísta acaba supliendo las necesidades de un amigo inoportuno, ¿cómo no supliría nuestro Padre celestial amoroso las necesidades de sus propios hijos?24 En esta parábola podemos ver la importancia de la intercesión. ¡Intercedamos! Un misionero necesita interceder por aquel a quien llevará el evangelio.

EL AYUNO Y LA MISIÓN

Aunque los discípulos habían hecho muchos milagros, un día tuvieron problemas para liberar a un joven poseído por un demonio. Imagino al padre del muchacho llegando a donde estaban los discípulos llevando a su hijo y preguntando por Jesús. Como Jesús no estaba, los discípulos se ofrecen a ayudarle. Sin embargo, la Biblia destaca que los discípulos no pudieron hacer nada. En todo ese dilema, llega Jesús, escucha el pedido del padre y sana al muchacho (Mateo 17:14-21). Luego, los discípulos le preguntan, ¿por qué nosotros no pudimos echarle fuera? Y Jesús les habla de la “Fe como un granito de mostaza” (v. 20), y finaliza diciendo: “este género no sale sino con ayuno y oración” (v. 21). ¡Extraordinario!

El ayuno no es un tema popular sobre el cual predicar en este tiempo, y a menudo es pasado por alto y considerado por algunos como algo extremista y un tanto fanático. No lo es. El ayuno es parte muy importante de la oración eficaz.25 Debemos recordar que el ayuno no es una solución mágica. No podemos ganar el favor de Dios con una especie de “sacrificio” o “huelga de hambre”. El ayuno es un medio para limpiar nuestro corazón de distracciones y ayudarnos a tener disposición más receptiva a lo que Dios quiere que hagamos por nosotros y por los demás.

Además de ayunar cuando surja un problema o asunto específico, creo que también existe un ayuno anticipado que deberíamos considerar a fin de prepararnos y preparar terreno en el cumplimiento de la misión. Esto es lo que Cristo hizo en el desierto por cuarenta días antes de comenzar su ministerio, y es lo que deberíamos hacer antes de tomar decisiones y tratar de ganar a otros para Cristo, antes de avanzar en nuestra labor misionera. Si Jesús lo hizo así, ¿por qué hacerlo diferente? Empecemos a ayunar al menos los días sábados durante los 40 días de jornada. ¿Te animas? ¡Amén!

No hay comentarios:

Publicar un comentario