“Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. Pero no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos” (Juan 17:18, 20).
INTRODUCCIÓN
Cristo formó su iglesia para evangelizar al mundo con las buenas nuevas de su amor. Todos los creyentes hemos sido llamados a “buscar y salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10).
Pero existe el gran problema de que menos del 5% de los creyentes cumplen con la gran comisión de Cristo de hacer discípulos (Mateo 28:19).
“Ni uno de cada cien entre nosotros está haciendo otra cosa que ocuparse en empresas comunes y mundanales. No estamos conscientes ni a medias del valor de las almas por las cuales Cristo murió”. (8TI,159).
Hoy más que nunca se necesita que cada creyente sea un ministro.
HOY SE NECESITA EL LEVANTAMIENTO DE LOS LAICOS
• Según la Biblia y la historia la misión de evangelizar es tarea cada creyente.
• La participación de los laicos debe ser espontánea.
• Cristo encargó su ministerio a toda la iglesia.
• Cada verdadero cristiano nace como un misionero.
• Se necesita el involucramiento de todos los creyentes en la misión.
• Los empresarios y negociantes deben involucrarse.
Una vez, una señora le preguntó a Winston Churchill si se consideraba a sí mismo como un pilar de la iglesia. Churchill le respondió: “Pienso que soy más parecido a los ornamentos, que apoyan desde el lado de afuera” Esto sucede cuando cristo no ocupa el primer lugar.
“Esto es, que en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta sus pecados y encargándonos a nosotros el mensaje de la reconciliación” (2 Corintios 5:19).
PROPOSICIÓN
¿En qué consiste el ministerio de la reconciliación?
1. TODOS LOS CREYENTES PARTICIPEN EN LA TESTIFICACIÓN.
Trabajadores de todas las ramas podrían tranquilamente insertar sus testimonios cristianos a sus actividades diarias.
El cristiano es enviado al mundo exactamente de la forma en que Cristo fue enviado, como un instrumento de redención.
Jesús dijo: “No ruego que los quites del mundo...Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo” (Jn 17:15-18).
En la casa, la oficina, la tienda o el club, el cristiano está en la línea de frente, aún fuera del edificio de la iglesia. Es en la vida cotidiana que somos misioneros o enviado de Dios.
2. TODOS LOS CREYENTES SEAN MINISTROS.
“La palabra laico se usa para distinguir la función de los miembros de la iglesia de la función del ministro como profesional, no para sugerir que existan distinciones entre ellos en cuanto a la vocación misionera” Franklin M. Segler, A Theology of Church and Ministry (Nashville, TH: Broadman Press, 1906). 75.
No creamos que la predicación es tarea exclusiva del pastor.
• Esto limita a los cristianos de su papel legítimo de ministros.
• La misión de los creyentes y pastores es la misma.
El pastor se encuentra en la lucha, pero se concentra en su función de capacitar y preparar a los soldados para la batalla. El ministro se desvía de su misión, cuando “abandona” la preparación de los creyentes para el ministerio.
“La propagación de la verdad de Dios no está restringida a unos pocos pastores ordenados. La verdad ha de ser esparcida por todos los que pretenden ser discípulos de Cristo”. SC, 87
3. TODOS LOS CREYENTES SEAN SIERVOS DE DIOS.
“La mayor ayuda que pueda darse a nuestro pueblo consiste en enseñarle a trabajar para Dios”. 7TI, 75
Un reavivamiento sucederá cuando involucremos a nuestra generación como un ejército cristiano que realmente entre en movimiento.
Vivimos en la era del espectador. Dios quiere empezar con nosotros la era del involucramiento de todos los creyentes.
CONCLUSIÓN
Dios te llama de espectador a protagonista. El participante es un espectador, pero no está comprometido. Mientras que el involucrado, está comprometido.
Veamos la diferencia del involucrado al comprometido entre sándwich de queso y sándwich de pollo. En el sándwich de queso, la vaca participa, pero no está involucrada. En el sándwich de pollo, el pollo está comprometido.
Que el llamado de Cristo al ministerio de predicación te impulse a ser un cristianismo involucrado en la misión. Jesús nos comisionó a "ir a hacer discípulos a todas las naciones”. Decide ser un cristiano involucrado en la causa del evangelio. Por medio de la iglesia, participa de la misión redentora de Dios.
“Que el hombre de negocios realice sus transacciones en una forma que glorifique a su Maestro por su fidelidad. Que lleve su religión a todo lo que hace, y revele el Espíritu de Cristo a los hombres. Que el mecánico sea un representante diligente y fiel de Aquel que trabajó en tareas humildes en los pueblos de Judea. Que todo aquel que pronuncia el hombre de Cristo trabaje de tal manera, que la gente que ve sus buenas obras, pueda ser inducidas a glorificar a su Creado y Redentor” (SC, 35).
MI DECISIÓN
1. Participar del ministerio de todos los creyentes.
2. Involucrarme en el ministerio de la reconciliación.
3. Servir a Dios y a la iglesia trayendo personas a Cristo.
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