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Mario Zurita
Mateo 25:1 "En aquel tiempo, el reino de los cielos será similar a diez vírgenes que tomarán sus lámparas, y salieron a recibir al novio".
I. Introducción
En el capítulo 25 del evangelio de Mateo encontramos tres parábolas que tienen que ver con aquellos que esperamos el regreso de Jesús.
En los versículos (1-13) encontramos la parábola de "Las 10 vírgenes". Esta coloca su atención en la preparación espiritual, cuánta relación tienes con Dios, cuánto aceite tienes, cómo estás esperando entrar al banquete, a la fiesta, a la cena de bodas.
En los versículos (14-30) encontramos la "Parábola de los talentos". Esta tiene que ver con la misión, qué estas haciendo mientras esperas a Jesús, con cuántas personas estas compartiendo el mensaje de salvación, a cuantos estas diciendo que Cristo esta volviendo pronto.
Por último, en los versículos (31-46) encontramos el "juicio de las naciones". Está tiene que ver con los actos de servicio, el amor que estamos dando a nuestro prójimo, el abrazo, el ayudar al que más lo necesita.
Tres cosas básicas esenciales que tienen que ver con la preparación de todo cristiano (Preparación, misión y servicio) antes de la venida de Jesús. Sin embargo, nuestra atención se centrará en la primera parábola.
II. La parábola de las 10 vírgenes
En esta historia hay cinco prudentes, y cinco insensatas.
Todas estaban invitadas y parecía como si todas esperaban recibir al esposo.
Las cinco vírgenes insensatas se comparan con Mateo 7:21. Las cinco prudentes son descritas en Efesios 1:13 "sellados con el Espíritu Santo de la promesa" y Efesios 4:30.
Mateo 25:1-13 tiene un aspecto presente, pero también un aspecto futuro, como vemos en la expresión "será semejante"; futuro que se utiliza por primera vez, en lugar de "es semejante".
Una insensata siempre indica una persona perdida, sin Dios.
En el v. 9, sin aceite para dar, significa que: No podemos dar nuestra salvación, ni tampoco nuestra vida espiritual, a otra persona. No se transmite así. "Id ... a los que venden" Isaías 55:1 - ¡Con tal que no sea demasiado tarde! - ¡El esposo ya está a la puerta!".
En el v. 12, vemos que el tiempo de gracia acabará. "No os conozco". Véase Mateo 7:23 "Nunca os conocí".
III. ¿Cómo debo esperar a Jesús?
Los matrimonios en Israel eran celebrados después de otoño, era el momento de las bodas. La boda no duraba horas, sino días; y para ello, la preparación era importante.
La marcha nupcial comenzaba en la casa del novio y la novia esperaba lista en la casa de su padre junto a un grupo de señoritas.
Un detalle importante es que la novia es quién va a buscar, y es en la casa del novio donde se hace la fiesta de bodas.
Jesús en este momento llama nuestra atención a aquellos que acompañan a la novia, todos sabemos que la novia es una analogía de la iglesia; y que las vírgenes representan a esa iglesia en preparación, mientras el novio no llega.
En este caso, Jesús hace una distinción, de todos los que esperan al novio, no todos están listos para la fiesta: 5 prudentes y 5 insensatas.
Entonces, ¿Dónde se encuentra la diferencia? La respuesta: En el aceite.
La diferencia se encuentra en la experiencia que cada creyente tiene con Dios, las prudentes no se contentan con poco aceite, su experiencia con Dios es importante. En cambio, las insensatas creen que no va a demorar mucho; por eso, no tienen una entrega total y dicen que un poco de aceite es suficiente.
El Espíritu Santo es quien transforma la vida, es este quien hace que puedas estar listo; es el Espíritu Santo quien hace que, en un tiempo de espera, tú puedas haber previsto más de lo que han previsto para su vida.
Hay cosas que en la vida espiritual que no se pueden comprar, prestar o alquilar. Las prudentes dijeron: Aceite es lo que nosotras no podemos prestar.
IV. Llamado
Mientras las vírgenes insensatas iban a comprar lo que no se puede comprar, prestar o alquilar vino el esposo (v.10), las prudentes entraron con él y se cerró la puerta.
Después vinieron las otras vírgenes diciendo: ¡Señor, Señor ábrenos! (v.11).
Sin embargo, la respuesta del novio es categórica, "No os conozco" (v.12). En este sentido, el problema MAYOR y la MAYOR necesidad de quienes esperamos al novio (Jesús) es conocer a JESÚS.
El evangelio de San Juan 17:3 lo presenta de esta manera: "Y esta es la vida eterna, que te conozca a ti, el único Dios verdadero, ya Jesucristo, quien ha enviado".
Nuestra MAYOR necesidad es conocer a Jesús; porque aquel que conoce a Jesús es aquel que escucha su voz, que tiene una relación con él, que acepta a Cristo, aquel que vive con Cristo.
No importa cuantos años estes esperando la llegada del esposo, si tú no conoces al novio, no entrarás en las bodas.
Te invito a que hoy puedas tomar una decisión personal importante, no podemos trabajar por aquello que no conocemos, no podemos luchar por aquello que no sabemos, Jesús es la mayor necesidad de tu vida.
Entonces ¿Cómo esperar a Jesús?
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