El Pescador salió a pescar...
"Hay muchos hombres que tienen una buena mente y son inteligentes al respecto de las Escrituras, pero su utilidad se ve enormemente entorpecida porque tienen un método de trabajo defectuoso. Algunos ministros que se enrolaron en la obra de salvación de las almas no consiguen mejores resultados porque no completan su labor con el mismo interés con que la comenzaron. Otros no son aceptables porque se aferran tenazmente a nociones preconcebidas y las convierten en dominantes, por lo que no ajustan sus enseñanzas a las necesidades reales del pueblo. Muchos no tienen idea de la necesidad de adaptarse a las circunstancias y acercarse a las personas en el lugar donde están. No se identifican con aquellos a quienes desean ayudar y elevar al verdadero modelo de cristianismo bíblico". 4TI, 257.
"Para tener éxito realmente, es preciso que el ministro se consagre completamente a la tarea de salvar almas. Es imprescindible que esté estrechamente unido con Cristo, que busque continuamente su consejo y dependa de su ayuda. Algunos fracasan porque confían que bastará sólo con la argumentación y no suplican sinceramente a Dios su sabiduría, para que los dirija, y su gracia, para que santifique sus esfuerzos". 4TI, 258.
1. LA EMOCIÓN DE LA EVANGELIZACIÓN
- ¿Qué se siente pescar? El interlocutor estaba esperando una respuesta, pero el pescador estaba ocupado. El deporte andaba bien. Sacaba pez tras pez. Unos cuantos extraordinarios ya estaban a sus pies, y ahora estaba cebando el anzuelo de nuevo. Después de lanzar la línea miró al extraño y dijo:
- ¿Quieres saber cómo se siente pescar un pez? Bueno, cuando atrapas uno, ¡Estás listo para atrapar otro!
Ciertamente, este es el espíritu de la evangelización. "Pescar a otro" se convierte en la pasión de la vida cuando el evangelista tiene espíritu de pescador. Este trabajo difícil requiere tacto, talento y técnica.
2. EL LLAMADO DE CRISTO
"Vengan en pos de mí, y los haré pescadores de hombres" (Mateo 4:9)
Lo que realmente quiso decir fue: "Aprendan de mí a amar, llorar, velar y orar y entonces serán pescadores de hombres. Fue un gran desafío y una oportunidad inigualable.
Pedro y Andrés eran hombres ocupados. Estaban echando sus redes cuando Jesús los llamó. Cuando el Señor quiere obreros, busca gente ocupada. Un gran predicador del siglo pasado declaró que ningún perezoso entraría al reino de los cielos. Pedro y Andrés no eran galileos ociosos. Lejos de eso, eran trabajadores con las manos encallecidas, sangre fuerte y tenían un propósito en la vida. No contaban su tiempo por horas, sino por resultados. Aprendieron muy rápido porque ya eran exitosos en su campo de trabajo. Se ganaban la vida con la pesca.
"El verdadero embajador de Cristo está en perfecta unión con Aquel a quien representa y su principal objetivo es la salvación de las almas. Las riquezas de la tierra menguan hasta la insignificancia cuando se comparan con el valor de una única alma por la cual murió nuestro Señor y Maestro. El que elevó los montes y las colinas otorga al alma humana un valor infinito". 4TI, 258.
"Ante tan grande responsabilidad surge la pregunta: “¿Quién es capaz?” El corazón del obrero casi desfallece al considerar los variados y arduos deberes que se le delegan. Sin embargo, las palabras de Cristo fortalecen el alma con la promesa consoladora: “He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. Mateo 28:20. Las dificultades y los peligros que amenazan la seguridad de aquellos a quienes ama deberían hacerlo prudente y circunspecto en su trato con ellos, y debería guardarlos como quien debiese dar cuenta de ellos. Debería emplear juiciosamente su influencia para ganar almas para Cristo y grabar la verdad en las mentes interesadas. Debería cuidar que el mundo, con sus atracciones engañosas, no los aparte de Dios y endurezca sus corazones contra la influencia de la gracia".
3. PESCAR CUANDO LOS PECES APARECEN
- Las mareas determinan mis horas de trabajo. Tengo que pescar cuando los peces aparecen. - Dijo un experimentado pescador, mirando hacia su bote en el mar. Toda su vida estuvo guiada por este fenómeno natural. Su trabajo no tenía vacaciones había otras innumerables cosas poco atractivas, pero el pescador parecía emocionado porque cada día traía nuevos intereses y problemas peculiares.
¿Estoy dispuesto a organizar mi vida de acuerdo con las mareas del interés humano?
Sí, la pesca es un trabajo duro, al igual qu ella evangelización, pero hay compensaciones que superan las dificultades y peligros.
- "Es un gran momento cuando recogemos lo pescado" - diría el pescador con entusiasmo. Recoger gozosamente la red y llenar la barca. ¡Sí, es un gran momento!
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