lunes, 22 de enero de 2024

El Apostol Pablo y el trabajo misionero

El grupo era apostólico; sus miembros se consideraban enviados de Dios al mundo incrédulo. Vivían “bajo el continuo constreñimiento de cruzar la frontera entre la creencia y la incredulidad para reclamar los reinos de la incredulidad para Cristo”.4 Solo cuando no haya más fronteras que cruzar —solo cuando Jesucristo haya regresado y sometido a todos los pueblos bajo su autoridad— será posible decir que la necesidad de tales grupos misioneros ha llegado finalmente a su fin.

Debemos tener en cuenta que el primer siglo de la era cristiana fue par excellence el gran siglo de la actividad misionera judía

Cada generación sucesiva del pueblo de Dios debe abrazar de buena gana los sufrimientos si se quiere completar la tarea misionera. Solo entonces este privilegio terminará para siempre. Hoy, sin embargo, se extiende automáticamente a todos los que procuran “los dones mejores” (1 Cor. 12:31). ¡No se puede servir eficazmente a Cristo sin pagar este precio!

Pero los que sirven en su nombre sufrirán. La cruz sigue siendo la cruz. 

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