jueves, 18 de enero de 2024

Las abuelas de Jesús

Hablando sobre Mateo 1. Lutero dijo: “El texto es sobre la misión” (Bakke, 63).

“Si morimos fuera de la tierra Santa ¿Seremos salvos?” (Bakke, 64).

“Jesús por la encarnación, en su propia herencia sanguínea se conecta con todos los grupos raciales escandalosos del Medio Oriente” (Bakke, 64)

“Esta lista de nombres destruye el racismo en todas sus formas…. Que Jesús llegó a este mundo para recuperar para sí a los suyos.” Bakke, 65.

“En otras palabras, mi Salvador fue un mestizo. Con su cruce de razas, fue El Salvador del mundo” Bakke, 65.

“La diferencia radica en que las otras creencias son el mejor intento de la humanidad de acercarse a Dios. Mientras que el cristianismo es fundamentalmente el mejor esfuerzo de Dios por acercarse a nosotros” Bakke, 66.

“Daniel y sus amigos en el exilio no eran refugiados, eran misioneros” Bakke, 67.

“Para Mateo la historia de Jesús tiene que ver con la misión. La historia de navidad era global. El evangelio era (y es) internacional… Que trata de un Jesús asiático por nacimiento que se convirtió en un refugiado en el África”. Bakke, 67.

¿Sabían ustedes qué más de la mitad de los 30 millones de refugiados en el mundo son africanos que van de país en país para encontrar pan? Bakke, 68.

“A Dios sea la gloria, a la tierra sea la paz; al cristiano sea el coraje y al mundo sea la esperanza” (Bakke, 69).

“Claramente, la iglesia de Antioquia era multicultural” Bakke, 72.

“Esteban estaba alterando su cosmovisión. Estaba mostrándoles que Dios tenía una agenda, un programa, que iba mucho más allá de las fronteras de su pequeña tierra. Estaba desafiándolos a que vieran que habían mal interpretado la naturaleza de ser los elegidos. No se trataba de ser los favoritos. Se trataba de tener una tarea. Se trataba de la misión al mundo. Bien ¿saben que? Esa multitud mató a Esteban. No pudieron aceptar su mensaje. El mensaje les exigía que cambiaran su cosmovisión, y en lugar de admitirlo, lo destruyeron. Y eso es Hechos 7”. Bakke, 77.

Pero algo muy llamativo de Juan 4 es que, justo cuando la mujer está por convertirse en creyente, Jesús no la deja. Le dice: “Ve a llamar a tu esposo”. Jesús entiende que en el contexto étnico uno no permite que los individuos tomen decisiones aparte de sus pares significativos, o de las personas importantes de su entorno. Jesús acepta la quebrada familia de la mujer como una relación válida. «Ve a llamar a tu esposo». Por supuesto, ¡trajo a todo el pueblo! Ella era la Norma Rae de ese pueblo: la guardiana que admite el ingreso de Jesús a su subcultura samaritana… Y es así como en la evangelización étnica uno nunca está plenamente seguro de quienes son los guardianes. La mujer samaritana despreciada era la guardiana” (Bakke, 78).

“Eso es evangelización étnica. No es um ‘toco y me voy’. Es comer su comida, y estar en su lugar, en su presencia” Bakke, 79.

“Las misiones al exterior nunca jamás deben ser una excusa para evitar a las personas que no nos gustan en nuestro lugar de origen” Bakke, 79.

Etíope - “Era un judío negro, conocidos como falasha” (Bakke, 80).

“Así, para Lucas, las historias de Hechos 7 y 8 son increíblemente importantes, ya que a dos culturas criollas de la historia de Israel - la tradición samaritana y la tradición judía etíope negra, grupos raciales escandalosos a los cuales se había negado el ingreso al judaísmo - de pronto se les permitía ingresar a la iglesia cristiana. Para Lucas, el europeo, otro novato de la cultura y de judeo-cristiana, este nuevo ‘inclusivismo’ era sorprendente” (Bakke, 82).

A pesar de todo lo que Pedro había vivido con Jesús, todos los sermones que había escuchado de Cristo, a pesar de ser lleno del espíritu, aún así seguía siendo un chovinista cultural, un etnocéntrico y un racista inconsciente” (Bakke, 82).

“Lo que sucedió en Antioquia fue que, por primera vez en la historia humana, las personas comenzaron a cruzar las murallas étnicas internas de esa ciudad para escuchar a Jesús. En Antioquia la iglesia demostró que Jesucristo no es un dios tribal” (Bakke, 84).

“La palabra cristiano se inventó para describir la cultura multicultural que surgió por primera vez en Antioquía” (Bakke, 84).

“¿Qué tipo de iglesias se suponía que debían plantar? Bien, solo conocían un tipo de iglesia- una iglesia que pudiera unir una diversidad étnico/racial, socioeconómica y lingüística de la ciudad, que pudiera llegar hasta los necesitados y los perdidos con la misma integridad” (Bakke, 84).

“Este es el modelo de iglesia urbana. Fue la iglesia de Antioquía la que inventó la misión transcultural. Fue la primera iglesia local global que existió” (Bakke, 85).

A causa de la migración “Los Estados Unidos se ha convertido en el tazón de rebalse para el mundo” (Bakke, 86).

… “Yo lo llamo el síndrome ‘El imperio contraataca’… Los imperios coloniales contraatacaron.(Bakke, 89)

“Todo lo que los misioneros han hecho en el exterior ahora tenemos que hacerlo aquí mismo en casa” (Bakke, 88).

“La Misión hoy debe trabajar en ambas puntas de las corrientes migratorias: en nuestras propias ciudades y en el exterior” (Bakke, 88).

“La misión era fantástica cuando era ‘allá’, pero ahora que ha llegado a casa, los franceses, al igual que los británicos y los estadounidenses, luchan contra ella” (Bakke, 89).

“¿No creen que nuestro Dios está tramando algo allá arriba?” Bakke, 90.

“Creo que Dios nos está dando una nueva visión del mundo al diseñarlo de una manera nueva para la misión mundial, una manera que invita a seguir el modelo de Antioquía, en el que tengamos iglesias de ciudad en relación con otras iglesias de ciudad; en el que se incuben misioneros y se los envíe como practicantes a iglesias de ciudad, y en el que se conecten las corrientes migratorias en los distintos grupos idiomáticos. ¿Cómo podemos usar la historia de Antioquía de esta manera para informar el entrenamiento actual para la misión y el cuidado pastoral? Creo que nuestro Señor está tramando algo y que hoy el mejor lugar para llegar a las personas no es su propio país de origen, sino las corrientes migratorias.

Por lo tanto, necesitamos entrenar a nuestros pastores aquí en casa de tal manera que la misión se convierta en el eje central de su capacitación de seminario, porque debo decirles que nuestros pastores y seminaristas no están preparados para convertirse en misioneros políglotas involucrados en las dos puntas de la corriente migratoria internacional, en colaboración mutua entre iglesias de diferentes ciudades. No estamos preparados y nos sentimos incómodos frente al pluralismo de la ciudad. Nos han enseñado cómo predicar un sermón que nos gustaría escuchar. Vamos al seminario 

para aprender a cantar nuestras propias canciones y llegar a nuestro propio tipo de personas. Demasiados de nosotros estamos entrenados para diseñar ministerios a nuestra propia imagen, para que nuestro ministerio sea personal y autobiográfico. Pero el resultado de eso es que nuestras iglesias y sus patrones de crecimiento se asemejan a la ilusión de reacomodar las sillas en la cubierta del Titanic. El crecimiento no es real”. (Bakke, 92).

Actualmente hay unas 410 ciudades en el mundo con más de 1 millón de personas. Dios está llevando el mundo a las ciudades”. (Bakke, 92).

“Queremos que nuestros niños crezcan sabiendo que Jesús no es un dios tribal” (Bakke, 93).

“Actualmente tenemos treinta y tres Iglesias hermanas en los treinta y tres países de donde vienen nuestros miembros” (Bakke, 93).

“Es un nuevo mundo para la misión mundial… estaban en la ciudad haciendo que las personas se unieran a través de las murallas”. (Bakke, 92)

“La misión ha sido tribal y rural desde el siglo 19. Esas pequeñas iglesias rurales generan el liderazgo de la misión. Pero, tampoco debemos usar la experiencia rural para subestimar la misión urbana, porque ahora, por primera vez en la historia humana, la mayoría de la Tierra de Dios, la mayoría de 6 billones de personas, vive en las ciudades”. (Bakke, 94).

“Así que tenemos que mirar otra vez a este modelo de la Iglesia de Antioquía y ponerlo nuevamente en el paradigma de la misión mundial: un paradigma de llegar a los necesitados y perdidos, hasta que Nuestro Señor llegue o Dios nos llame a su presencia. ¡Que Dios nos ayude a lograrlo!” (Bakke, 94).




Bakke, Raymond. Misión integral en la ciudad. Buenos Aires: Ediciones Kairós, 2002.

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