"He sido profundamente impresionada por escenas que recientemente han pasado delante de mí durante la noche. Parecía haber un gran movimiento—una obra de reavivamiento—que se desarrollaba en muchos lugares. Nuestros hermanos acudían respondiendo al llamado de Dios.—Boletín de la Asociación General, 19 de mayo de 1913, 34" SC, 54.
Alguien ha dicho: "Se calcula que para el año 2000 la población del mundo alcanzará la cifra de siete mil millones de personas. Un 75% de estos vivirán en los países "en desarrollo". En tales naciones, para esa fecha, un 45% estará viviendo en áreas urbanas, en contraste con los países desarrollados que contarán con el 80% de su población residiendo en las ciudades. Un experto en población dice que para 1990 más del 50% de la población mundial vivirá en ciudades de más de 100.000 habitantes. Esta corriente ya ha producido serios problemas sociológicos: criminalidad, insuficiente sanidad pública, escasez de viviendas, y contaminación ambiental. Estos problemas, a su vez, crean la necesidad de que la gente que vive aquí hoy tomen una serie de medidas urgentes en cuanto a: el índice de nacimientos, los armamentos, el suministro energético, el aborto, la alimentación, la transportación, los impuestos, la inflación, el poder político, y el uso de las computadoras."1
Cuando leemos este tipo de estadísticas (que no creo sean de las más pesimistas sino por el contrario muy realistas), deben motivarnos a examinar a profundidad la necesidad y la estrategia que la Iglesia del Señor deberá utilizar para alcanzar a las multitudes que viven en las grandes ciudades. El desafío del portero eléctrico de los monobloques (edificios de gran cantidad de apartamentos) y la prisa con que la gente se mueve sin darles el tiempo para mucho más que trabajar, dormir, y comer crean una necesidad imperiosa de un evangelismo urbano.
¿Cómo llegar a estas personas? ¿Qué métodos utilizar? ¿Qué dará mejores resultados?
En este capítulo observaremos algunas cosas aprendidas de las experiencias de otros. El lector deberá examinar tanto las circunstancias
(Estrategia del evangelismo urbano 118)
mencionadas como los ejemplos que daremos como si fueran prototipos. ("Prototipo: ejemplar original, primer molde de una cosa."]
Luego, cada iglesia o grupo de iglesias deberá adaptar estos modelos a sus circunstancias, recursos y objetivos. No estamos proponiendo métodos envasados, sino más bien queremos estimularlo a que examine estos principios a ver si puede ponerlos en práctica.
La necesidad
El desafío de las ciudades es cada vez mayor. Un informe estadístico nos muestra el cambio en el transcurso de los últimos doscientos años, con una proyección hacia el año 2000. Estos son los porcentajes de personas que viven en ciudades de más de 20.000 habitantes.
2,4% en 1800
9,2% en 1900
27,1% en 1960
50,0% en 2000
El doctor E. Luther Copeland, profesor de misiones del Seminario Teológico Bautista de Fort Worth, Texas, EB.UU., en una conferencia sobre las raíces de la urbanización, al citar estas cifras, no pasa por alto el hecho de que hay factores que han contribuido a la urbanización.
En primer lugar la industrialización, que provee el estímulo económico para edificar la ciudad.
En segundo lugar, el crecimiento de la población mundial, que fue más o menos estable hasta el siglo dieciocho. Este, a partir del año 1945, ha sido dramático.
En tercer lugar, la tecnología que proporciona el conocimiento de cómo mejorar la producción, el mercado y el aumento en la demanda de los consumidores.
En cuarto lugar, la secularización, con la que el hombre trata de dominar el medio sin la ayuda de la religión. La religión no tiene un lugar central en la metrópoli tecnológica. Los templos se pierden en el panorama de los rascacielos comerciales y residenciales."
Si agregamos a esto que se calcula que para el año 2000 la población del mundo alcanzará la cifra de siete mil millones, el desafío crece de día en día.
En América Latina hoy hablamos del Gran Río de Janeiro, el Gran Buenos Aires y qué podriamos decir de Caracas, y aun más de Ciudad México con sus 17 millones de habitantes.
El autor de Missions in Crisis (Ronald, Boswell. Misiones en crisis, Belo Horizonte, 1974, 54) acusa a las iglesias de:
(Manual de Iglecrecimiento, 119)
1. Falta de preparar a sus miembros para el movimiento hacia la ciudad.
2. Falta de hacer un verdadero impacto sobre los grandes centros urbanos.
3. Falta de tener una visión misionera de las áreas metropolitanas.
La iglesia deberá doblar sus rodillas, y permitir que el Señor le dé la visión y la estrategia para poder alcanzar estas metrópolis. Habrá que usar todo método lícito, todo principio bíblico de Iglecrecimiento disponible, y concentrarse en el cumplimiento de la Gran Comisión. Habrá que usar la más reciente tecnología en los medios de comunicación que nos ayude a alcanzar a las masas y trasponer los porteros eléctricos.
También habrá que usar los seminarios e instituciones de instrucción bíblica para preparar líderes u obreros que puedan alcanzar a los miles de millones de personas.
La iglesia debe actuar en todo el ámbito de su misión. Debemos tener cuidado - como escuché hace varios años de que no permitamos que:
Mientras que el mundo muere en sangrientas revoluciones la iglesia pierda su tiempo en santas resoluciones.
Pongo a su consideración dos prototipos o modelos si prefieren, que se pueden adaptar a las circunstancias y recursos.
Estoy bien familiarizado con ellos ya que he participado personalmente en su puesta en marcha.
El primero que consideraremos será "Lima al encuentro con Dios"; una experiencia urbana auspiciada por un grupo de hombres de Dios. Su punto de partida fue la iglesia local; su meta: toda la ciudad.
El segundo, "Cruzadas de Iglecrecimiento" donde una denominación o un grupo de iglesias de varias denominaciones pueden trabajar unidas para alcanzar a la ciudad.
Lima al encuentro con Dios
El programa "Lima al encuentro con Dios" comenzó con una visión y no con dinero. Una visión compartida por líderes nacionales e internacionales. Un esfuerzo de equipo en el que pastores,
(Manual de iglecrecimiento, 121).
misioneros y miembros de la iglesia trabajaron - y continúan haciéndolo - lado a lado.
La población del Perú es actualmente de unos 18 millones de habitantes. De estos, 5 millones viven en la ciudad de Lima. Se calcula que 1.000 personas llegan por día para radicarse en ella, además del crecimiento de los que ya viven allí. Podríamos ahora preguntarnos, ¿está la iglesia creciendo en la misma proporción?
Esta era una de las muchas preguntas que se hicieron estos líderes.
Con una diferencia: decidieron dejar a un lado los problemas y se concentraron en las soluciones. Por dos años hubo un grupo de quince a veinte creyentes que tenían una carga por la ciudad de Lima. Estaban pidiendo que Dios trajera un movimiento a Lima que alcanzase los millares de perdidos.
Un misionero (el hermano Ken Opperman) y un industrial (Roy Le Tourneau) compartían una misma visión. Dios los juntó. Tenían la convicción de que Dios quería hacer algo. Esta convicción comenzó a contagiar al resto de la iglesia local. Y lo que llegaría a tener como meta 12 nuevas iglesias de por lo menos 1.000 miembros cada una en la ciudad de Lima, comenzó en una iglesia local.
Para cuando este libro se publique ya estarán en camino de tener la iglesia número 10. Cada una se encuentra en un nivel diferente (en su alcance), pero están trabajando, como veremos más adelante.
Cuando el pastor Alfredo Smith llegó a Lima, se encontró con una congregación de unos 160 que se reunían en una vieja casona en la Avenida Arequipa. En 3 meses llegaron a los 180 y tuvieron que comenzar a tener 2 cultos cada domingo por la mañana. La membresía era de 117 personas. El grupo de creyentes estaba fortalecido por un fuerte ministerio centrado en la Biblia. Sesenta de ellos estaban estudiando el libro de Romanos. Cuando se comenzó a hablar de una tarea evangelística sólo unos 30 estuvieron dispuestos a unirse al esfuerzo y compartir la visión.
Desde los mismos comienzos Dios estaba amalgamando un equipo de trabajo. Los cuatro iniciadores fueron: Smith, Kelly, Lay y Abrame Recordando el pasado nos dice Smith: "Aquí nunca ha habido jefes, todos hemos sido soldados." Un equipo de hombres de Dios, dispuestos a compartir una visión, una tarea, una meta.
Con el hermano Kelly hemos compartido largas horas conversando sobre "Lima al encuentro con Dios". De su amistad y de sus escritos inéditos aprovecho para que nuestros lectores conozcan un resumen práctico de este esfuerzo por alcanzar una gran ciudad, una forma de hacer "urbangelización". Esperamos que esto ayude a que como prototipo pueda ser usado en otras metrópolis, por lo menos en los conceptos y principios que sean transferibles.
(Manual de iglecrecimiento, 121)
I. Personal
Esto es, el elemento humano. Desde el comienzo del proyecto de Lima hubo un esfuerzo de equipo en el que tanto los laicos como los pastores y misioneros trabajaron hombro con hombro. Humberto Lay, un laico de la iglesia de Lince (Avenida Arequipa), arquitecto de profesión, sirvió como consejero, maestro y predicador.
Alfredo Smith, pastor de la iglesia de Lince, llegó a Lima contando con 20 años de experiencia pastoral (habiendo llegado a ser director del Instituto Bíblico Buenos Aires y presidente de la Iglesia Nacional Argentina). Francisco Pérez, sirvió durante 15 años como misionero argentino en el Uruguay. Fernando Lay, hermano de Humberto, regresó a Lima después de más de 10 años de experiencia de trabajo con la juventud, primero con Evangelismo a Fondo y luego con Juventud para Cristo. Los misioneros del Perú y Colombia que trabajaron junto a los nombrados anteriormente tenían de 10 a 19 años en el campo misionero. ¿Por qué este énfasis en un ministerio en equipo?
A. Está basado en las Escrituras. Sólo nos basta recordar que el apóstol Pablo trabajó con otros (Bernabé, Silas, Marcos y Lucas, para nombrar algunos entre muchos).
B. El ministerio en equipo reconoce y permite el completo funcionamiento de los distintos dones espirituales para alcanzar un objetivo común.
C. Divide las responsabilidades para así obtener una mayor eficiencia. Los cientos de personas que buscan al Señor traen infinidad de preguntas y problemas que deberán ser ventilados por personas de peso y que dispongan de un programa planificado de discipulado.
D. En un programa acelerado de evangelismo hace falta tener una fuente continua de literatura, de programación radial, de divulgación y de preparación de materiales de estudio para la consolidación, retención y preparación de líderes.
E. Los miembros del equipo que han tenido experiencia en uno de estos proyectos pueden ser los líderes en proyectos similares en otras regiones dentro y fuera del país.
F. Un equipo asegura la continuidad. Si por alguna razón uno o dos miembros del equipo tuvieran que dejar el trabajo, no se detendría el programa por ese motivo.
G. Un ministerio en equipo produce creatividad, además de una avalnación objetiva y de un crecimiento personal por medio de la
(Manual de iglecrecimiento, 122)
comunión, oración y el compañerismo mutuo.
I. En un esfuerzo en equipo uno se puede movilizar más productivamente durante el tiempo de la cosecha.
En ciudades de 4, 5 o 10 millones de habitantes, es imperioso desarrollar un trabajo en equipo si es que vamos a llevar adelante un programa de Iglecrecimiento.
Este concepto de equipo puede exportarse.
II. Estrategia
Mucho antes de que comenzara el proyecto de Lima a fines de 1973, la congregación de Lince sintió una gran carga por alcanzar a Lima para Cristo. Expresaron ese sentir por medio de la oración y la planificación. Otros también comenzaron a unirse a ellos en este deseo de extensión. Como resultado comenzaron a surgir: un claro propósito, metas específicas y una estrategia flexible.
El propósito era evangelizar la ciudad de Lima. Para lograr ese objetivo se establecieron metas de corta y de larga duración. La meta de corto plazo era establecer siete grandes centros evangelísticos (iglesias), para el año 1985. La meta de largo alcance era establecer cinco iglesias más, como las anteriores, para el año 1990. Todavía hoy. aunque con algunas modificaciones, se mantienen esas metas.
FACTORES
A continuación, algunos factores que contribuyeron al éxito de la fundación de las iglesias de Lince, Pueblo Libre y Miraflores. (Estas fueron las primeras que se establecieron a corto plazo.)
A. Ubicación: Una ubicación prominente y atractiva era crucial.
Damos gracias a Dios por la sabiduría en la selección que se hizo al adquirir la propiedad de la iglesia de Lince en uno de los bulevares más importantes de la ciudad de Lima. Asimismo, el moderno y atractivo edificio - construido en 1974, con una capacidad para mil personas sentadas - ha captado la atención no sólo de los vecinos cercanos sino también de residentes de otros distritos de Lima. Aun visitantes de otras ciudades y turistas de otros países asisten a los servicios de los domingos; todo esto porque la iglesia está convenientemente ubicada y es muy visible.
La iglesia de Pueblo Libre también está estratégicamente situada.
La Avenida Brasil, con sus ocho carriles, se comunica con los principales distritos de la ciudad. Esto es muy importante cuando la mayoría de la gente depende del transporte público. Es difícil enfatizar todo lo que se debe lo importante que es la ubicación a la hora de planificar una iglesia.
B. Las campañas: Si tuviéramos que especificar cuál ha sido la estrategia que más ha contribuido al crecimiento acelerado tendría que decir que fueron las extensas campañas.
(Manual de iglecrecimiento, 123)
Lince, fue posible tener cada mes campañas de dos semanas, y esti sin interrupción. Durante dos semanas (comenzando un domingo terminando el subsiguiente), los evangelistas invitados predicaba cada noche con la excepción de un lunes. El evangelista predicaba € primer domingo por la mañana; el pastor local los dos domingo siguientes. Este procedimiento permitía al pastor local ministrar los nuevos convertidos, a la vez que ayudaba al evangelista invitad a no tener tanta carga. Cada período de dos semanas era más que ur campaña evangelística, era un proceso total de aprendizaje y discipulado.
El doctor Arnoldo Cook, otro de los misioneros que trabajaron en el proyecto, comentó en el "Boletín de Iglecrecimiento" del tercer trimestre de 1978: "Uno de los pastores estuvo sentado en la plataforma de su iglesia y escuchó 225 sermones evangelísticos, de todo tipo, estilo y formato durante 15 meses de evangelismo."
"¡Qué aguante!", diríamos algunos. Es que los participantes de este proyecto tienen el compromiso de realizar grandes cosas para Dios.
¡Ellos creen en un Dios grande!
C. La predicación: Esta era de tipo expositivo, presentando las verdades bíblicas noche tras noche. La mayoría de los predicadores [eran pastores de éxito provenientes de varios países de América Latina).
D. Celebración: Una atmósfera de celebración atrae al pueblo latinoamericano. Esta se consigue por medio de música vivaz, testimonios patentes y predicación dinámica. Tanto los visitantes como los nuevos convertidos se aprendían rápidamente los himnos y coritos que se cantaban noche tras noche, los que exaltaban al Señor Jesucristo, cantando de la experiencia que tuvieron "Cuando él vino a su corazón".
E. Comunidad: Noche tras noche, al haber personas que respondían al mensaje y aceptaban a Cristo, se desarrollaba un sentido de comunidad entre ellos. Algunas veces, los primeros en aceptar a Cristo eran los padres, luego los hijos, después los parientes y por último los amigos o compañeros de trabajo. Muchas veces durante una campaña, familias enteras recibían a Cristo. En América Latina las campañas extensas son muy efectivas en juntar a las unidades homogéneas de la sociedad. Tanto la familia como las relaciones sociales son factores muy importantes en producir un crecimiento acelerado de la iglesia.
F. Visibilidad: Un evangelismo extensivo proporciona muchas oportunidades para que la gente conozca al evangelista, a los consejeros y a otros miembros de la iglesia. Los nuevos convertidos que asistían a una campaña de dos semanas, y después a la
(Manual de iglecrecimiento, 124).
"Academia Bíblica" subsecuente, llegaban a tener una comprensión cabal de lo que realmente era una iglesia evangélica protestante.
Habrían presenciado un bautismo, una Santa Cena, una dedicación de niños y posiblemente hasta una boda o un servicio fúnebre.
G. Fraternidad evangélica: No todo el evangelismo se llevó a cabo dentro del templo. En la calle, en los comercios, en la universidad, en los hogares, dondequiera que los miembros y recién convertidos compartían sus experiencias, allí se evangelizaba. Un alto porcentaje de los que venían a las campañas, mencionaban que habían sido invitados por algún amigo o pariente.
H. Saturación: Se utilizaron al máximo para evangelizar todos los medios de publicidad disponibles (literatura, radio y prensa). Todo tiene tanta mayor ventaja cuando lo comparamos con las cruzadas anuales de la iglesia local y aun con las cruzadas unidas de toda la ciudad de sólo una semana de duración. La ciudad de Lima llegó a conocer del alcance evangelístico de la iglesias de la Alianza Cristiana y Misionera (o sea, la denominación que auspició el proyecto). Cuando la ciudad es impactada de esta forma, se crea un precedente que en el futuro puede servir para la evangelización.
I. Conservación y adiestramiento: Durante las dos semanas siguientes a la campaña, se tuvieron clases bíblicas a las que se denominaron "Academia Bíblica". Las clases eran informales y daban amplia oportunidad para el diálogo. Las materias que se enseñaban iban cambiando a medida que las campañas continuaban y se suscitaban necesidades específicas. Los cursos cubrían la Doctrina Cristiana Básica, el Libro de los Hechos, Las Epístolas, el Hogar Cristiano, Evangelismo Personal, etc. Simultáneamente, se daban clases de instrucción a los que deseaban prepararse para el bautismo.
Escribió Dardo Bruchez: "Las campañas evangelísticas han ganado almas, pero las campañas educativas han conservado y consolidado creyentes."
Muchos de los que habían tomado los cursos de la "Academia Bíblica" se inscribían después en los programas de educación teológica por extensión, lo que les brindaba la oportunidad de profundizar en las Escrituras.
En 1976 había 160 personas matriculadas en estos cursos por extensión. En mi visita (en junio de 1981), la iglesia de Pueblo Libre - sin contar las demás -- tenía un total de 400 inscritos en ellos.
El instituto bíblico nocturno que comenzó en 1976 ahora tiene un alumnado de 180 estudiantes. Casi el 100% son miembros de Lince y Pueblo Libre, pero ya comienzan a agregarse los de las otras iglesias que han sido fundadas en los últimos años. Muchos de los estudiantes sirven como maestros de las "Academias Bíblicas" y
(Manual de Iglecrecimiento, 125)
también de los programas de extensión. Las clases nocturnas, funcionan de martes a viernes. Algunas terminan a las 8:10 P.M., permitiendo así a los estudiantes avanzados no sólo que observen sino que participen también en las campañas evangelísticas.
Un Iglecrecimiento acelerado deberá tener un adecuado liderazgo nacional si es que aspira a conservar y mantener su ímpetu. Con más de 700 miembros que participan en esta fecha en los programas de discipulado y adiestramiento, el futuro de Lima es muy prometedor.
J. Expansión: Desde el comienzo del programa tanto la iglesia de Lince como la de Pueblo Libre sabían que en determinado momento parte de su membresía debería enjambrar y salir para formar el núcleo de una nueva congregación. En mayo de 1977 un grupo de Lince salió para comenzar servicios en el distrito de Miraflores. Ya se ha comprado la propiedad y las campañas comenzarán tan pronto como el lugar esté listo. La iglesia de Pueblo Libre todavía no ha enjambrado en la medida planeada pero no les falta entusiasmo en su programa de evangelización.
El modelo que ellos siguen es similar al de la iglesia madre y tiene metas similares.
Ill. Finanzas
Es muy costoso planificar y desarrollar un programa acelerado de Iglecrecimiento como este en un gran centro urbano de cualquier parte del mundo. Llevará más que seleccionar y juntar el personal y desarrollar la estrategia. Debemos considerar seriamente las finanzas. En Lima, los recursos financieros invertidos en los terrenos y edificios y el continuo evangelismo y adiestramiento ha dado como resultado un programa que está haciendo un impacto en esta ciudad de 5 millones de habitantes y - con el tiempo - en todo el país y el continente.
Tal vez, esta sea una de las partes más difíciles de transferir de este modelo. ¿Cuánto costaría hoy una propiedad en las avenidas principales de Buenos Aires, o de Ciudad México, u otras metrópolis de la América Latina? Pero la verdad es... predicamos y enseñamos que nuestro Dios es el mismo Dios de Abraham, Isaac y Jacob. El mismo de "Lima al encuentro con Dios" y el de nuestra ciudad. ¿Es que no podrá ese mismo Dios darle a usted una solución, quizás diferente, pero con los mismos resultados?
Resultados
Por lo que está sucediendo en el programa de evangelismo urbano, “Lima al encuentro con Dios", es muy difícil dar estadísticas sobre resultados. Para cuando este libro se publique, ya serán añejas las
(Manual de iglecrecimiento, 126).
cifras y pasados los acontecimientos Me limitaré a lo que pude observar en junio de 1981 y verificar en abril de 1982. ¡Es tremendo!
Para el resto usted deberá usar su imaginación o seguir investigando, y si fuese posible "vaya y vea".
Lince (ver diagrama 16). No tenemos gráficas de las otras iglesias, pero sirve de muestra un botón. Permítaseme compartir un pequeño detalle informativo de parte de las demás.
Miraflores: En este vecindario comenzaron en abril de 1977 en un parque con 50 hermanos de la iglesia de Lince. Hoy tienen edificio propio y una asistencia de 400. Cuentan con 4 pastores (3 de tiempo completo). De los asistentes, 226 ofrendan regularmente, con entradas mensuales que sobrepasan los 3.000 dólares. Ya celebran dos culos cada domingo por la mañana.
El Agustino: Comenzaron con 13 personas de Lince en abril de 1978. Una asistencia de 250 a 300 en el presente y una membresía de 225. Ofrendas mensuales de 1.800 dólares. Las personas aquí son de medios económicos más reducidos. Tienen 2 pastores, y 2 estudiantes del instituto ayudan. Al ver el fervor evangelístico de "Lima al encuentro con Dios", una organización evangélica que se dedica a establecer escuelas, orfanatos y otras instituciones sociales ha cedido la capilla de su escuela como lugar permanente de reuniones.
Salamanca: Comenzó en noviembre de 1980. Otra vez 35 hermanos de Lince formaron este grupo. Están buscando un lugar permanente. Se reúnen en una casa prestada y han edificado en lo que es el patio de la casa y garaje, aunque esto será provisionalmente. Tienen un pastor que es graduado del instituto bíblico de Lima.
El Callao: Comenzaron en abril de 1981. Varios grupos hogareños se reunían en Lince y Pueblo Libre, sin conocer el uno la existencia del otro. Ahora se reúnen cada domingo de 100 a 150 hermanos en un club. Están comprando un lote pero mientras tanto continúan así los domingos y tienen además 13 grupos hogareños de crecimiento.
Esto no deja de ser una bendición en sí mismo.
El Rímac: Está en formación, se reúnen en un local alquilado.
Cuando se organizó había unos 100 hermanos de entre las iglesias de Lince y Pueblo Libre. Por largo tiempo, los que asistían a la iglesia en Lince, pero vivían en la zona del Rímac, se reunían allí fuera del horario de reuniones y tenían sus propias vigilias de oración y actividades. No se apartaron ni dejaron de diezmar a la iglesia madre hasta que tuvieron su lugar y estructura propia. Tienen un equipo de dos pastores jóvenes, uno recientemente graduado del instituto bíblico y otro que es alumno del quinto año.
Ya tienen un terreno y con planes de construir un templo con
(Manual de iglecrecimiento, 127)
capacidad para 1.000 personas. Este será otro esfuerzo en conjunto con la Iglesia Luterana Evangélica (semejante al del Agustino). Una diferencia es que esta unión está planificada desde el principio. La primera unión tuvo éxito aun cuando no habían existido planes anteriores de llevarla a cabo.
Había dificultades en conseguir el terreno, ya que había algunos litigios gubernamentales. Pero… el Señor Presidente del Perú, se enteró de la obra de estos hermanos, se sorprendió del nivel de enseñanza en esta institución y quiso conocer tan buena obra. Visitó personalmente la institución en El Agustino, y al enterarse de los problemas en el Rímac, dio orden de que se solucionara la situación y se comenzara a edificar inmediatamente. Dios premia la fidelidad de los que trabajan por el cumplimiento de la Gran Comisión y el crecimiento integral de los discípulos del Señor.
Pueblo Libre: En general podemos decir que la iglesia de Lince es la que ha estado "enjambrando" hasta este momento. Siendo que la iglesia en Pueblo Libre comenzó en 1975 y tuvo muchos obstáculos para conseguir la propiedad en la que ahora hay un hermoso templo con capacidad para 2.000, se ha preferido no debilitar a esa congregación. Aunque se reconoce que tiene un potencial dos veces mayor que el de Lince.
En junio de 1981 tuvieron un culto de adoración con una asistencia de 1.400 personas y un culto evangelístico de 1.800. La membresía era de 1.300. La Escuela Dominical por carecer de edificio adecuado (estaba en vías de construcción) sólo tenía una asistencia de 550. También tenían 22 grupos hogareños de oración, y 400 matriculados en la "Academia Bíblica". En 1981-82 tenían planes de organizar tres nuevas iglesias.
Un grupo de 40 médicos, enfermeras, y otros trabajadores del sector de la salud, miembros de la iglesia, han formado una clínica para atender las necesidades de los humildes, y lo hacen en varias partes de esa gran ciudad. Una vez más comprueban que cumpliendo con la prioridad del mandato evangelístico podemos también dar un buen cumplimiento al mandato cultural.
Cada una de las congregaciones está planificando poder servir a distintas personas necesitadas de esa gran metrópoli. Tanto los jóvenes universitarios como las personas que han alcanzado madurez están usando sus talentos naturales para ayudar a otros.
Algo que me preocupa desde el punto de vista de Iglecrecimiento, que a la vez podría servir de munición para los críticos, es el hecho que de 5.580 decisiones en las cuatro primeras iglesias del proyecto, sólo se bautizaron (o se afiliaron a esas iglesias locales) 995, o sea, un 17,8% del total. Algunos dirán: "Fue semilla que cayó en pedregales
Estrategia del evangelismo urbano 131
"No estoy conforme con esa respuesta. Por eso investigué el caso, y aunque no me satisface del todo, descubrí que mucha de la gente que conoció al Señor en las iglesias de Lince, Pueblo Libre, Miraflores y El Agustino - por razones de distancias - se han unido no sólo con iglesias de la Alianza Cristiana y Misionera sino también con otras denominaciones. La siembra no ha sido en vano, sólo que - en este caso - otros han cosechado lo que no sembraron.
Es cierto que muchas cosas han sido favorables para el crecimiento de las iglesias participantes y para el éxito de este proyecto. Hubo tres nacionales y tres misioneros que formaron un equipo que sólo Dios puede reunir. La Misión ayudó originalmente con edificios, evangelistas, literatura, radio, etc. (Ya esto se soluciona con un "fondo de reposición" donde las iglesias que han recibido fondos anteriormente, reintegran ahora mensualmente ciertas sumas y el dinero se sigue prestando a las nuevas iglesias en proceso de formación.)
Hasta podríamos decir que el terremoto del 10 de marzo de 1974 fue una ayuda para la iglesia de Lince, ya que una escuela de niñas que fue destruida en la zona, usó el edificio de la iglesia por un año.
Este fue un contacto sumamente valioso con la comunidad.
También es cierto que la juventud universitaria está buscando solución a sus problemas y algo en qué creer. A los jóvenes que pasan frente a la iglesia de Pueblo Libre se les invita a entrar, aceptan el momento y se quedan en la iglesia. Yo lo he visto con mis os ojos. ¿Pasa esto en otros países? Tal vez no.
Pero, ¿es que no podría Dios dar el crecimiento donde usted está de alguna forma maravillosa, aunque no idéntica a la de Lima? Yo creo que el secreto está en que estos hermanos, desde el principio, estuvieron dispuestos a plantar y se prepararon a cosechar, y Dios les ha dado el crecimiento. El quiere darlo, generalmente somos nosotros los que no estamos listos, pues gastamos nuestra energía trabajando en lo que no da fruto y nunca nos lanzamos a nada que presente un verdadero desafío.
No todo lo que sucede en Lima es transferible, pero tome usted este modelo, ore por él, colóquelo dentro de su marco de posibilidades y recursos, y deje que Dios obre.
Mucho de lo que ocurre en Lima sucede porque la población entera ve que allí está pasando algo. Los pastores tienen columnas evangelísticas en los periódicos (y encima les pagan por hacerlo).
Las estaciones de radio les dan tiempo diario, les pasan los anuncios sin cobrar y aun los servicios de los domingos por la mañana, y así podríamos seguir mencionando cosas que algunos dirán: "¡Así cualquiera crece, miren todo lo que les dan!" Lo que reciben ellos y
(Manual de Iglecrecimiento, 131).
otros no, es porque "Lima al encuentro con Dios" ha probado que es un proyecto que crece para la honra y gloria de Dios, y Dios les premia con estos toques de bendiciones adicionales.
Si una iglesia quiere incorporarse a este proyecto debe de estar dispuesta a tener expansión y extensión. Deben de estar dispuestos a cambiar de ubicación. Se les debe enseñar a los miembros a no tomar una actitud de pioneros inamovibles sino una de movilización y crecimiento espiritual y numérico.
Cuando el pueblo de Dios se entusiasme con el trabajo, salga de las cuatro paredes del templo y de las aulas de los seminarios a cumplir con el mandato evangelístico veremos cómo Dios bendice y da un crecimiento tal como lo experimentó la Iglesia primitiva en el libro de Los Hechos.
En unos de sus escritos, don Eugenio Kelly hace estas preguntas:
"¿Tenemos personas para hacer este trabajo? ¿Tenemos la estrategia?
¿Tenemos el dinero?" El cree (y yo también) que sí. Tenemos todo esto en cada país, en cada denominación, en cada iglesia.
"Con un trabajo de equipo - agrega don Eugenio -, una estrategia clara, y el uso sabio de las finanzas podemos hacerlo en cualquier parte del mundo."
Cruzadas para el crecimiento de la Iglesia.
Nuestro objetivo aquí es presentar algunos principios que ayudarán a hacer y retener discípulos que serán miembros responsables y reproductivos de la iglesia local. Por supuesto, estas iglesias tendrán que enfocar sus metas en la de la Gran Comisión, "Id y haced discípulos de todas las naciones" (Mateo 28:29, 30).
Este es un proyecto que bajo la dirección y el poder de Dios producirá crecimiento en la iglesia local y el reino de Dios. Esto abarcará tres etapas: primera, la precruzada; segunda, el evento evangelístico o cruzada; y tercera, la postcruzada. Sugerimos que se piense en un período de dos años para alcanzar todo el proceso. Se necesitará tiempo para la preparación, el adiestramiento, la fundación de iglesias, tiempo para eventos evangelísticos especiales, y tiempo para consolidación, discipulado y evaluación.
Siendo que estos son principios y no métodos, sugerimos que sean considerados en esa forma y que sean adaptados o cambiados de acuerdo a las necesidades, circunstancias y recursos locales. Esto es únicamente un prototipo. Permitamos que las iglesias participantes determinen el modelo final. Algunos prototipos similares han sido probados en el Tercer Mundo, con resultados comprobados. El más conocido es el "Plan Rosario" que ha sido promocionado y estudiado en todos sus aspectos.
(Manual de iglecrecimiento, 132).
El Departamento de Evangelismo e Iglecrecimiento del Instituto Charles E. Fuller, en su división hispana (que he tenido el privilegio de fundar y desarrollar) ha trabajado en diseñar modelos teóricos y un currículo práctico de evangelismo completo, lo cual es una nueva manera de pensar en cuanto al proceso de hacer discípulos. Presta atención cuidadosa a cómo aumentar la eficacia y resultados en todo tipo de estilo o metodología evangelísticos. Asimismo la Escuela de Misiones del Seminario Teológico Fuller ha trabajado en el pasado en un tipo similar al modelo que deseo presentar a mis lectores.
También trataré de explicar el proceso tal como lo vi y experimenté en Rosario, Argentina, mientras estuve allí y también en Los Angeles, California desde 1977 a 1980, lugar en el que me tocó participar como coordinador general de un programa similar.
I. Metas de una ciudad para un proyecto de dos años.
A. Para ser más eficientes en nuestro evangelismo, necesitamos establecer metas. El mismo Señor nos dio ejemplo al darnos la Gran Comisión. Nosotros no podemos hacer menos. Después de todo, las metas son expresiones de fe (Hebreos 11:1). Las metas nos ayudarán a enfocar nuestro objetivo y unir nuestros esfuerzos. Este es un ingrediente que no hemos tenido en el pasado. Las metas nos ayudarán también a rendir cuentas. Cuán fácil es tirar la flecha y después dibujar el blanco alrededor de ella. Mientras tanto no tenemos que preocuparnos. Pero el tener que rendir cuenta de nuestras metas llega a ser la motivación para el éxito. Las metas aumentan nuestra eficiencia. Siendo que tenemos metas, tenemos algo por lo cual trabajar y llegamos a tener más eficiencia en lo que hacemos.
¿Cuáles son algunas características de buenas metas? La primera característica es que deben de estar basadas en la investigación.
Necesitamos conocernos a nosotros mismos y lo que nos rodea.
Necesitamos realizar bastante investigación si es que deseamos tener eficiencia y ser realistas. El establecer una meta y orar que todos los que viven en la comunidad reciban a Cristo como su Salvador, no estará basada en investigación. Nuestras metas necesitan ser significativas y realistas. Necesitamos un desafío que nos motive, metas realistas que puedan ser alcanzadas y significativas para que determinen un cambio de paso.
Con esto en mente podemos establecer metas bien definidas. He aquí algunas sugerencias:
1. Que el 90% de las iglesias de la ciudad o la zona sean instruidas y pongan en práctica los principios del Iglecrecimiento como parte de su estilo de vida. Esta meta no se alcanzará de la noche a la
(Manual de Iglecrecimiento, 133)
mañana. Demandará tiempo y trabajo. Sólo cuando la gente comprenda los principios del Iglecrecimiento, estarán capacitados para obtener los resultados.
2. Un aumento en el crecimiento (incluyendo un 50% en el crecimiento por conversión) en por lo menos la mitad de las iglesias participantes. ¿Por qué sólo la mitad de las iglesias? Se ha comprobado que muchas de las iglesias no ponen en práctica los principios de Iglecrecimiento aprendidos, o tal vez no los ponen en práctica correctamente o no han sido eficientes en la movilización.
3. Que se funden en la ciudad por lo menos un 10% del total del número de iglesias participantes. Por ejemplo: si hay 100 iglesias en la zona, que haya 10 nuevas iglesias hijas que sean plantadas y estén creciendo para cuando comience la cosecha. Estas serán los nuevos graneros para recibir la cosecha. La mayoría de nuestras iglesias no tienen la capacidad física para recibir los resultados posibles.
4. Establecer un modelo de reproducción continua de Iglecrecimiento (tanto de expansión como de extensión). No podemos detenernos después que el proyecto haya terminado. Necesitamos continuidad para tomar ventajas del máximo potencial evangelístico de los nuevos convertidos. Todo este proyecto no está diseñado para tener un impacto aislado o de una vez únicamente, sino para tener la continuidad que producirá resultados continuos.
II. Precruzada (Aproximadamente un año)
A. Propósito general
La voluntad de Dios es que la Iglesia crezca. El fue muy explícito cuando le dijo a Pedro y a los demás discípulos: "Edificaré mi iglesia" (Mateo 16:18). Nosotros, como líderes de la Iglesia necesitamos estar conscientes que esa es la voluntad de Dios. ¿Cómo podemos llamarnos ministros si no estamos haciendo nuestra parte en esta gran tarea? Ha llegado el momento en la historia de la Iglesia cristiana de que formemos parte de la brigada de construcción del Señor, de modo que su Iglesia pueda ser edificada.
La parte más interesante de nuestra tarea es que Dios desea que formemos parte de su brigada. Sin duda, Dios pudiera haberlo hecho todo por sí mismo, pero El prefirió elegirnos a nosotros para que seamos sus embajadores y los mensajeros de las Buenas Nuevas. Esto debiera ser suficiente motivación para que hagamos nuestra parte en cumplir con la Gran Comisión. ¡Sólo pensar que Dios quiere que yo participe! ¡Lo menos que puedo hacer es poner todo de mi parte!
Pero. .. ¿estoy dispuesto a pagar el precio? En la respuesta pueden radicar las razones de nuestro éxito o fracaso en la obra de Dios.
Existe una dedicación involucrada en lo que hacemos para el Señor.
Nuestra buena voluntad en pagar el precio del Iglecrecimiento reflejará nuestra dedicación.
La concientización, motivación y dedicación son ingredientes básicos tanto para el individuo como para las iglesias locales que han de estar presentes en el período de preparación de las cruzadas.
Estos ingredientes evidenciarán la diferencia entre lo que se ha hecho en el pasado y lo que el Señor está guiando a alcanzar ahora y hasta que El venga.
B. Estableciendo metas
¿Cómo podemos establecer metas para el Iglecrecimiento local?
Nuestra experiencia de lo que ha sido hecho en años anteriores en el Tercer Mundo, nos ha enseñado que un taller de Iglecrecimiento es un trampolín desde el que se puede lanzar un proyecto de esta magnitud. Este taller será el primer evento público en que los líderes de las iglesias tendrán la oportunidad de establecer metas por el término del proyecto y el futuro inmediato al mismo. Los pastores harán una proyección de fe para sus congregaciones locales. Los líderes denominacionales se reunirán también y establecerán metas para sus denominaciones, basadas en las metas de las iglesias locales. Entonces los totales de las metas de los asistentes al taller de Iglecrecimiento serán las metas proyectadas para el esfuerzo global.
¿Quiénes deben asistir al taller? Se recomienda que los ministros de las iglesias participantes asistan y por lo menos un número igual de líderes laicos. La razón de esto es que los pastores hemos estimulado lo que pudiéramos llamar un "clericalismo". Actualmente podemos notar que existe una "liberación de los laicos", aunque más que liberación es la oportunidad de trabajar unidos.
Por lo tanto, es necesario planificar y hacer juntos la proyección del crecimiento. Tanto los pastores como los líderes cuando regresen a sus iglesias locales deberán compartir lo aprendido con los hermanos de sus respectivas congregaciones. Los participantes del taller se han de ocupar de adiestrar y motivar al resto para la gran cosecha.
Por eso es tan importante que asistan a ese primer taller tantos líderes como sea posible.
Los maestros del taller de Iglecrecimiento deberán ser expertos nacionales e internacionales de crecimiento de la iglesia, teniendo además ayudantes de la zona. Esto es muy importante, ya que lo que suceda en este taller determinará el futuro del proyecto. Lamentablemente, ocurre lo que nos indican las Escrituras: "Nadie es profeta en su tierra." Casi nunca se presta atención a los que son de la misma zona, aun cuando digan lo mismo que los que vienen de otros lugares.
Estos talleres deben tener un objetivo educacional definido que
(Manual de iglecrecimiento, 135)
pueda sentar las bases del proyecto en cuestión. Será necesario que se establezcan definiciones específicas de Iglecrecimiento y que se describa el énfasis de este. Debemos recordar que la mayor parte de las personas posiblemente hayan escuchado algo acerca del Iglecrecimiento pero tal vez no entiendan el desafío y alcance de los principios que se enseñarán.
Para lograr esto, será necesario encontrar en la Palabra de Dios las bases del movimiento de Iglecrecimiento. Las personas asimilarán estos conceptos más fácilmente cuando se les confronte con los fundamentos bíblicos y la manera de aplicarlos a las necesidades y posibilidades locales. Las comisiones del proyecto y todos los demás participantes, al comenzar a planificar la estrategia, deberán comprender los elementos que se desprenden de estas enseñanzas y la forma en que estas pueden beneficiarlos a ellos.
Las iglesias necesitarán diagnosticar su propia salud antes de ponerse a trabajar. Hay instrumentos disponibles para que puedan someterse a un buen reconocimiento médico. Se deberá ayudar a las iglesias que no puedan realizar una clínica de diagnóstico por sí mismas, pero es importante que cada uno de los líderes esté consciente de la condición de su propia iglesia. Haciendo esto, el proceso permitirá el uso de estos instrumentos para establecer mejores metas, mejores resultados y la conservación o retención de esos resultados. De esta manera cerraremos la puerta de atrás por la que muchos de los resultados se pierden. (Se pueden obtener manuales de diagnóstico solicitándolos al Instituto de Evangelismo e Iglecrecimiento Charles E. Fuller.)
Naturalmente que habrá gastos que cubrir en los preparativos, pero si se planifican y se presupuestan las actividades, todo el costo se podrá cubrir con la cuota de los participantes del taller. Sería bueno considerar recaudar un poco más de dinero para cubrir los gastos inesperados o para contar con fondos para la futura campaña.
No sólo deberán los participantes estar satisfechos con su propio aprendizaje sino que se les debe exigir que compartan lo que han aprendido con sus propias congregaciones - o por lo menos con un grupo selecto de líderes en estas de modo que puedan disfrutar del mismo espíritu de las enseñanzas. Los participantes deberán tener el objetivo claro de comunicar los principios del Iglecrecimiento e impulsar a otros hacia el mismo. Esto atraerá a más personas que concuerden con las metas que están bajo consideración.
La congregación local deberá proponer sus propias metas, tanto para la expansión de las iglesias existentes como también para la extensión que se hará al establecer (fundar) nuevas iglesias. Esto se podrá hacer por un período de cinco años o lo que las circunstancias
(Manual de iglecrecimiento, 136)
permitan para la iglesia local, pero es imprescindible hacer una proyección de fe. Esta tomará en consideración cuántos líderes serán preparados para que se puedan establecer tantos nuevos lugares (iglesias hijas), y cuántos nuevos discípulos (y no sólo decisiones) serán incorporados al cuerpo de Cristo.
Sería muy beneficioso tener una sesión final para establecer metas con delegaciones de cada una de las iglesias participantes que informen sobre sus metas locales. No espere tener al 100% de las iglesias asistiendo a los talleres de Iglecrecimiento y también a esta sesión final. Con estas dos reuniones, los organizadores podrán tener una buena idea de la meta total. Sea lo que fuera el cómputo final de las metas, deben ser publicadas y distribuidas a todas las iglesias participantes.
Algo muy importante será la formación de grupos de personas comprometidas con el proyecto en cada iglesia. Necesitamos tener grupos que se comprometan a dedicarse a la oración, y dar de su energía, de su tiempo y de sus recursos para el evangelismo por un período de dos años. Una vez más, la clave es involucrar a la iglesia local para que tengan una visión de la cosecha.
El adiestramiento será una herramienta importante para esta tarea.
Una recomendación es la organización de una escuela de Iglecrecimiento de 6 a 9 meses de duración. Habrá que tener un currículo formal, trabajo en las aulas y asignaturas en varios niveles académicos. Es posible que alguna institución teológica de la zona decida tomar esto como su participación en el proyecto. Por lo menos podrán ofrecer reconocimiento académico a los que cumplan con los requisitos del curso.
Sería excelente tener entre los maestros la participación de pastores del área cuyas iglesias hayan tenido un rápido crecimiento.
No debe sorprendernos que esta clase de pastores no participe en el proyecto. Generalmente, hay un sentir de suficiencia propia en la mayoría de ellos que les impide hacerlo. No obstante, si se logra que participen como maestros pueden ser muy útiles para enseñar a los que vienen de iglesias pequeñas.
C. Tarea
Ninguna empresa puede realizarse a menos que se tenga una definición clara y formulada de sus tareas. El equipo de trabajo tendrá que laborar arduamente. Deseamos sugerir algunas partes que serán muy importantes para la totalidad del proyecto.
1. Conseguir personal para todas las comisiones necesarias. Esto no sólo requerirá buscar gente sino también seleccionarlos de modo que se pueda tener el mejor liderazgo posible para todas las comisiones. Es bueno tener voluntarios, pero recuerde que no
(Manual de Iglecrecimiento, 137)
siempre se puede contar con ellos en el momento preciso en que hay que realizar un trabajo.
2. Crear una atmósfera favorable al crecimiento en cada iglesia, basada en intensa oración por los perdidos. "Donde no hay visión, el pueblo perece" (Proverbios 29:18). Esta visión deberá motivarse desde el púlpito y de cualquier otra manera posible.
3. Los miembros de las iglesias deberán entender la doctrina de los dones espirituales, para que cada uno conozca su don o dones espirituales y todos contribuyan al desarrollo de la vida en el cuerpo.
Esto deberá hacerse antes y después de la cruzada.
4. Los pastores deberán descubrir a los que tienen el don de evangelista. Una vez descubiertos tendrán que ser adiestrados. Tal vez algunos ya sean conocidos debido a la manifestación de sus dones. El entusiasmo y potencial del proyecto servirá para que otros puedan también hacer que su don de evangelista se desarrolle.
5. Prepare a los que tienen otros dones para que puedan usarlos eficientemente durante el tiempo de Iglecrecimiento que se avecina.
Muchos nuevos bebés espirituales mueren cada año en las iglesias porque no reciben el cuidado y alimento que necesitan para su supervivencia.
6. Implementar métodos evangelísticos aprendidos en la Escuela de Iglecrecimiento, tales como:
Evangelismo explosivo,
Las cuatro leyes espirituales,
El Plan supremo para la evangelización,
u otros que se tengan a mano.
Un aspecto que muchas veces se pasa por alto es la ventaja de formar equipos de investigación que estudien e informen sobre los aspectos religioso, social, económico y político de la comunidad relacionados con el Iglecrecimiento. Tal vez esto no sea tan importante todavía en América Latina donde se carece de estadísticas actualizadas de algunos de estos aspectos, pero está cercano el día en que se podrá hacer este trabajo investigativo en la mayor parte de nuestras grandes metrópolis.
Será bueno identificar las unidades homogéneas y localizarlas en un mapa si fuera posible. Tal vez sea necesario examinar los terrenos, medir el potencial de crecimiento, construir una escala de resistencia-receptividad para la comunidad que sea nuestro objetivo (ver el capítulo 1). Las iglesias locales tendrán más interés en estas cosas, siendo que ellas se beneficiarán más que nadie de esta investigación.
Tenemos en las Escrituras la parábola de los terrenos. Creo que el Señor quería enseñarnos una lección de cómo llevar adelante su obra, descubriendo dónde El ya ha preparado el terreno para que nosotros recojamos una gran cosecha. Algunos han considerado el
(Manual de iglecrecimiento, 138)
hacer este tipo de investigación como que no es de Dios, sino del mundo de los negocios. Creo que están equivocados. Nuestro Señor desea que seamos sabios en el uso de nuestro tiempo, nuestros recursos, nuestras energías; pues son suyos y no nuestros,
D. Escuela de Evangelismo
Es muy importante que todo proyecto de Iglecrecimiento, tenga como parte de su preparación una "Escuela de Evangelismo". Varios equipos evangelísticos ya tienen este tipo de escuela como parte de la preparación de una ciudad para una cruzada. Entre ellas está la del doctor Billy Graham, que es famosa alrededor del mundo. Entre los evangelistas latinoamericanos, están la del equipo de Luis Palau, la de la Asociación Evangelística de Alberto Motessi, la de Francisco Fiorenza, y sin duda las de otros más que son de conocimiento del lector.
Los objetivos de tal escuela deben incluir una atmósfera de inspiración, celebración y motivación. Para que este proyecto no sea tarea de unos pocos sino de muchos, los participantes deberán poder compartir este sentir con sus congregaciones, de manera que otros quieran unirse a este esfuerzo.
En la "Escuela de Evangelismo", deberán darse las conocidas instrucciones de cómo llevar a una persona a Cristo y también de cómo consolidar los resultadoso obtenidos. Recordemos que no estamos buscando sólo decisiones sino que estamos buscando "discípulos" (miembros responsables y reproductivos de la iglesia local). Y esta no es simplemente la definición del doctor Donald McGavran sino que también es la de la Gran Comisión expresada en nuestra terminología.
Primero, será necesario que los que asistan a la "Escuela de Evangelismo se familiaricen con los resultados obtenidos por el equipo de investigación. Esto permitirá una mejor comprensión de su tarea y posibilidades. Se abrirán ante sus ojos horizontes que antes jamás habían visto.
Segundo, necesitarán compartir las experiencias del éxito alcanzado al aplicar los principios de Iglecrecimiento de las iglesias participantes en años anteriores (mientras el proyecto se esté desarrollando).
Los que hayan asistido a los seminarios de Iglecrecimiento (que incluyen la "Escuela de Evangelismo") y hayan usado estos principios y recibido crecimiento en todos los aspectos de sus iglesias locales deben compartir sus experiencias con los demás.
III. La cruzada
La cruzada en este caso será el evento evangelístico de todo el
(Manual de iglecrecimiento, 139)
proyecto. La fecha puede fijarse entre los 12 y los 24 meses de haberse comenzado el proyecto. La cruzada no está diseñada para ser el comienzo de un nuevo crecimiento, sino que viene al escenario ya cuando las gráficas de las iglesias participantes están yendo hacia arriba.
Será el tiempo de la cosecha. Ya se estarán ampliando las paredes de las iglesias (madres) participantes, y se estará trayendo nueva gente a la congregación. Se estará adoctrinando a los miembros antiguos y a los nuevos como nunca antes. El grado de madurez cristiana, el conocimiento doctrinal y teológico deberá ocupar un lugar de preponderancia. Habrá resultados positivos en cuanto al fortalecimiento de los creyentes y se les enseñará a sobreponerse a las religiones y sectas falsas. Una forma en que Satanás trabaja es confundiendo a los nuevos cristianos (y a los antiguos también) al convencerlos de que una vez que han aceptado al Señor ya no tienen que preocuparse por nada más. De modo que no se les enseña a orar, a leer sus Biblias y a crecer en la vida cristiana. Pero el discipulado cristiano es mucho más que levantar la mano en una reunión evangelística.
También, las iglesias (hijas) recién fundadas tendrán que ser organizadas y tener vida de por sí. Necesitan tener liderazgo, lugar y horario propio. Esto lo describe Edgardo Silvoso en su libro "Que toda la tierra escuche la voz de Dios" cuando dice que "la única manera que se puede considerar una nueva iglesia [es] como un granero listo para recibir los frutos de la cosecha. Necesitarán tener un grupo de maestros bíblicos, y otros que ayudarán en el crecimiento espiritual de los nuevos creyentes".8
Esta tal vez sea la razón más grande para recomendar plantar iglesias hijas en vez de comenzar una obra bajo el liderazgo de una sola persona, ya sea pastor o laico. Una iglesia madre normalmente suplirá suficiente liderazgo y apoyo. Hacerlo de otra forma llevaría más tiempo al tenerse que enseñar y preparar a los maestros, etc.
A. Enfasis
Una cruzada debe tener dos énfasis definidos.
1. Incorporar inmediatamente a las iglesias locales a las personas que se deciden por Cristo la primera vez. Algunos evangelistas promueven la importancia de la asistencia a la iglesia local, de modo que la gente asiste como algo que se espera de ellos. Si la cruzada dura un fin de semana o más, se instruye a los nuevos convertidos a que asistan a los servicios del domingo por la mañana en la iglesia local de su elección, o a que asistan acompañando a algunas de las personas que los han traído. Esta práctica ha dado muy buenos resultados en promover la necesidad de pertenecer a un grupo en vez
(Manual de iglecrecimiento, 140)
de promocionar únicamente a la cruzada o al evangelista. Al hacerlo así se ha conseguido una consolidación que no sería posible lograr sin la participación de los recién convertidos en la iglesia local.
2. Motivar a los creyentes a incluir en su estilo de vida cristiana el énfasis evangelístico. Muchos de ellos pueden llegar a ser "hermanos mayores" y consejeros de los nuevos bebés en Cristo. A medida que descubramos cómo, el Espíritu proporciona a las iglesias los dones espirituales, podremos utilizar a los miembros de nuestra iglesias en una manera mucho mejor. Todos sirviendo al Señor en la manera que Dios quiere que se le sirva.
Varios métodos se han usado para reclutar miembros antiguos en esta tarea. Una de ellas ha sido que firmen tarjetas de compromiso.
Los nuevos convertidos también deben ser entrenados e instruidos a la mayor brevedad posible, y que ellos también firmen una tarjeta de compromiso. Así ellos estarán listos para ayudar a sus amigos y familiares.
Debemos darnos cuenta de que los nuevos convertidos se integrarán a iglesias que ya están creciendo, cuyas congregaciones están entusiasmadas en cuanto al Iglecrecimiento. Esto aumenta el potencial que ellos tienen de alcanzar a sus amigos y familiares que todavía están en el mundo. No sólo esto sino que en el entusiasmo de su nueva experiencia, estarán testificando y compartiendo lo que Cristo ha hecho con ellos. Por supuesto, deberán aprender a dar los primeros pasos en la fe cristiana y la forma de enfrentarse a las tentaciones y aun a las burlas de los enemigos de la fe.
A medida que trabajábamos en el "Plan Rosario", hablábamos - mi buen amigo Edgardo Silvoso y yo - de qué interesante sería tener otro evento evangelístico igual inmediatamente después de terminado el primero, pero en esa otra ocasión, organizado y ejecutado por las personas que fueron salvas en la primera cruzada.
¿Daría resultados? No lo sabemos. Nunca se ha probado. Pero si consideramos el factor positivo que estas nuevas personas tienen (el entusiasmo de los nuevos cristianos), y ninguno de los malos hábitos religiosos de los que ya llevan años de estar en la iglesia, tal vez veremos algo diferente. El nuevo creyente todavía tiene la mayoría de amigos v familiares en el "estanque pagano", y todavía no han sido catalogados como ‘evangélicos de la Biblia y el himnario bajo su brazo’
Es posible, como dice Silvoso, "que tal vez todavía tomen un poco y usen un poco de lenguaje profano", pero tienen el gozo del primer amor por Cristo, un deseo de contar su testimonio a otros y el potencial de los amigos no cristianos.
Después de cada cruzada, encontraremos un buen porcentaje de personas que han pasado adelante durante la cruzada y que ya son
(Manual de iglecrecimiento, 141)
miembros o simpatizantes de alguna iglesia. Algunos de ellos pasarán al frente todas las noches. No se les puede culpar a ellos, ni a los organizadores. Tal vez estas personas deban firmar una tarjeta especial, y entonces pueden recibir ayuda y crecimiento espiritual de sus propias iglesias.
A estos hermanos - que han sido motivo de crítica para el evangelismo de masas - se les debe alimentar con la Palabra de Dios para que alcancen madurez en cuanto a doctrina y todos los demás aspectos de la vida cristiana. Ya están en una iglesia y deben ser nuestro primer blanco para el "crecimiento interno", o sea, el desarrollo de una base más fuerte desde la cual pueda operar la iglesia.
Estos, junto a los creyentes que ya estaban en la iglesia local, sumados a los que han hecho profesión de fe por primera vez, creará una fuente constante de nuevas personas, nuevos discípulos y un ciclo continuo de allí en adelante.
IV. La postcruzada
Este ha sido un punto muy crítico en todas las cruzadas. Hay muy pocos equipos evangelísticos que hagan lo que vamos a proponer aqui. Ha sido una de las cosas que más falta hacen en los esfuerzos en masa. Generalmente suceden dos cosas después de la cruzada:
(1) El evangelista y su equipo se ausentan inmediatamente. En algunos casos (y yo los he visto) el mismo domingo que se termina la cruzada, todo el mundo se va. Y para no regresar jamás.
(2) Los líderes y los creyentes locales sienten un gran alivio. "Al fin terminamos", dicen. Pero. .. ¿han terminado realmente o se trata en realidad del comienzo? Yo creo que es justamente el momento de comenzar.
Ahora las iglesias locales tienen en sus manos las tarjetas de decisión. Es muy posible que haya muchas con nombres y direcciones equivocados. Muchos ya son miembros de otras iglesias, o tal vez no estén exactamente en su zona; todo esto es cierto. Pero usted todavía tiene un potencial. Aunque no haya recibido ni una sola tarjeta. El evento evangelístico tiene que haber dado a su iglesia suficiente visibilidad y conmoción de modo que habrá bastante trabajo por hacer. Se puede alcanzar a muchas almas. Las personas deben ser adoctrinadas y los creyentes deben comenzar a trabajar, descubriendo sus dones espirituales, los cuales se deberán desarrollar por medio del uso.
Por lo tanto, ¿qué se puede hacer como esfuerzo de postcruzada?
Primero, creo que se debe mantener una oficina por lo menos durante un año después de la cruzada. La mayor parte de los
(Manual de Iglecrecimiento, 142)
empleados de esta serán voluntarios de la comunidad. Naturalmente la descripción del trabajo de cada una de las personas cambiará en este momento; en vez de estar preocupados con juntar fondos o preocupados por la decoración del estadio y otros detalles que son necesarios de la fase anterior, habrá diferentes tareas para la oficina.
Aquí tenemos algunas sugerencias:
1. Mantenga el entusiasmo bien alto en cuanto al evangelismo e Iglecrecimiento en las iglesias locales.
2. Mantenga las líneas de comunicación abiertas entre las iglesias participantes. Le ayudará usar las actividades interdenominacionales.
3. Organice una comisión permanente de Evangelismo e Iglecrecimiento para mantener regularidad en las metas y el informe sobre las mismas.
4. Tenga un Festival de Iglecrecimiento al cumplirse el primer año.
5. Haga una evaluación de las metas alcanzadas ese año.
6. Permita que se mantenga un modelo de Iglecrecimiento acelerado en toda la ciudad, incluyendo los posibles planes de un festival anual.
Por modelo queremos decir algo que incluya el crecimiento de la iglesia local y los creyentes en fe, en pureza, doctrina y en número.
Las personas pueden y deben ser contadas. El crecimiento cristiano en madurez puede ser medido. "Por sus frutos los conoceréis" (Mateo 5:16). Por lo tanto eso debe ser contado también.
Personalmente, no creo que las iglesias puedan crecer en una forma, y el movimiento de Iglecrecimiento siempre ha pregonado crecimiento de la iglesia en un círculo completo que nunca termina. La columna vertebral de este plan, es el cumplimiento de la de la Gran Comisión: "hacer discípulos", y la incorporación de nuevos creyentes a las iglesias establecidas (iglesias madres) nuevos "graneros" (iglesias hijas) que se establecerán para recoger la cosecha.
El crecimiento total de la Iglesia será la meta final. Por eso al comienzo es marcado con un taller de Iglecrecimiento. En proyectos, este tipo de talleres ha sido incluido después de proceso estaba en marcha o poco antes de la cruzada o e evangelístico. Demasiado tarde para servir de ayuda.
Hay una diferencia muy grande cuando todo el proyecto com con un taller de Iglecrecimiento. De ese punto en adelante, cual cosa que se haga será con un enfoque en la meta evangelística; comisiones ya no trabajan para una sola o exclusiva actividad un corto período de tiempo, ellos trabajan como una parte integral.
(Manual de iglecrecimiento, 143).
con principios de Iglecrecimiento como procedimiento y objetivo general.
Todo el concepto para una estrategia como la sugerida en este proyecto puede verse ilustrado en el diagrama 18. Esta flecha con dos puntas, termina con los nuevos discípulos incorporados en uno de dos tipos de iglesias (iglesias madres o iglesias hijas), y todas las estructuras del proyecto tienen esta meta final y no sólo un evento evangelístico o fiesta cristiana.
Conclusión
Algunos equipos evangelísticos están muy entusiasmados con este modelo, pero desafortunadamente muchos no están dispuestos a pagar el precio.
¿Qué quiere decir? Hay un período de tiempo necesario para este proyecto. Los expertos sugieren dos años antes de la cruzada. El "Plan Rosario" llevó diez y ocho meses (con excepción del taller de Iglecrecimiento que fue un año antes de la cruzada). En la República Dominicana todo el proyecto llevó un año.
Para tener éxito no se puede comenzar con menos de un año antes de la cruzada. Si dedicamos menos tiempo llamémoslo cualquier otra cosa, pero no una "Cruzada para Iglecrecimiento".
No podemos decir que estamos haciendo lo mismo por el mero hecho de que tengamos un taller de Iglecrecimiento, aun cuando este sea el principio del programa. Necesitamos dar tiempo a las iglesias para plantar nuevos graneros.
Aunque sean iglesias en los hogares.
Estas congregaciones necesitan estar creciendo para el tiempo de la cruzada para que puedan recibir los frutos de la cosecha.
El pensamiento sobre el crecimiento de la iglesia debe penetrar la mente y el corazón de los líderes y de los creyentes en la iglesia local. Aun los nuevos convertidos deben entrar en las congregaciones y sentir esa atmósfera. Así será contagioso y ellos también comenzarán a reproducirse a sí mismos a medida que avanza el proyecto y ellos llegan a ser parte del proceso mismo.
Por lógica necesidad, algunos de los pasos en este diagrama deberán ser cambiados en parte, pero debemos tener cuidado de mantenernos dentro de la estructura general del proyecto. Por ejemplo: es posible que encontremos que una escuela de Iglecrecimiento por nueve meses genere "fatiga", como ha sucedido con otros esfuerzos del pasado. Debe acortarse entonces. Necesitamos generar ímpetu a medida que el tiempo pase, y las iglesias se animen con los resultados de los esfuerzos de la precruzada.
El ideal es que se presente este proyecto en un taller y se asegure de que los organizadores, los líderes y también los miembros de cualesquiera que sean los equipos participantes estén presentes en
(Manual de Iglecrecimiento, 144)
esta actividad. Sería oportuno que aun el evangelista del evento principal esté presente. Es absolutamente necesario para los que están involucrados en alguna forma u otra que sean parte del taller de orientación del proyecto y del taller de Iglecrecimiento para que su onda de pensamiento y metas sean uno con los demás. Se pueden hacer excepciones con miembros del equipo que ya han estado en otros talleres (ambos). En el presente hay muy pocos que hayan estado en uno o el otro, mucho menos en los dos.
No es fácil que un equipo evangelístico - que ha estado acostumbrado a medir su éxito en decisiones - cambie para que el éxito esté basado en la incorporación de los nuevos creyentes a las iglesias existentes y a las nuevas. Esta es la manera que nos dice que hagamos la Gran Comisión, por lo tanto ellos querrán ser una parte integral del plan.
El "Plan Rosario" y otros más tal vez no fueron lo que se hubiera deseado. Mucha gente no estuvo satisfecha. Los números pueden haber sido exagerados, yo admitiría eso, aun quienes los computaron lo admitirían, pero la verdad es que una hueste de nuevos cristianos fueron incorporados a las iglesias nuevas y a las ya establecidas.
Muchos recibieron adiestramiento y madurez como nunca antes. Un espíritu de unidad se hizo sentir en todos los participantes: iglesias, pastores y líderes. Muy poco de eso existía antes. Las iglesias crecieron como nunca antes en los 50 años de evangelio en la ciudad de Rosario. Y yo debería saberlo, allí nací y viví por 25 años.
Otros esfuerzos se han realizado en otras ciudades; se podrían escribir varios libros con las cosas en favor y las cosas en contra.
En este prototipo presentado, creo que hay suficiente libertad para hacer cambios, adaptaciones, adiciones y quitar cosas de acuerdo con los recursos específicos y la necesidad de los que desean participar de una estrategia de evangelismo urbano para el crecimiento de la iglesia.
Quiera Dios bendecir a los que usen este prototipo para que puedan alcanzar los millones que viven en las grandes ciudades de America Latina y España.
Hemos presentado dos modelos. No cabe duda que deben haber muchos más, excelentes. Estos, sin embargo, los hemos comprobado.
Han sido y pueden ser aún de mayor bendición. Tenemos hoy en América Latina muchas iglesias grandes, tanto en enseñanza como en membresía. Gracias a Dios. Tenemos también equipos evangelísticos y organizaciones paraeclesiásticas que están trabajando en la "urbangelización", gracias a Dios por todos ellos. Pero también hay muchos que ni hacen ni dejan hacer. Oremos por ellos.
PROCESO DEL CRECIMIENTO
CELULAS DE ORACION
PREPARACION DENOMINACIONAL
OBREROS PERSONALES
ENSEÑANZA / PREDICACION
CENTROS DE CONSULTA
EDIFICACION DE LOS SANTOS
COMITE DE FINANZAS
COMITE DE MUSICA
ETC., ETC...
Miranda, Juan Carlos. Manual de iglecrecimiento. Miami:VIDA, 1985
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