domingo, 11 de febrero de 2024

Trabajando de dos en dos

"Solo hay una cura para la indolencia espiritual: El trabajo, trabajar por las almas que necesitan su ayuda" 4TI, 233.
El desafío que la Iglesia, de nuestros días, tiene delante de sí no es simplemente cumplir la misión, sino cumplirla de la manera cómo Jesús le ordenó que la cumpliera. La propia sierva de Dios declara que “Si los ministros…enseñaran a trabajar a los hermanos, y depusieran la carga sobre ellos… la gente obtendría fortaleza espiritual por el esfuerzo realizado, y los resultados serían diez veces mayores de lo que son” (La voz, su educación y uso correcto, 272)

Por tanto, es urgente volver la atención al modo cómo Jesús trabajaba. Lee la siguiente cita y después responde las preguntas abajo.

“Llamando a los doce en derredor de sí, Jesús les ordenó que fueran de dos en dos por los pueblos y aldeas. Ninguno fue enviado solo, sino que el hermano iba asociado con el hermano, el amigo con el amigo. Así podían ayudarse y animarse mutuamente, consultando y orando juntos, supliendo cada uno la debilidad del otro. De la misma manera, envió más tarde a setenta. Era el propósito del Salvador que los mensajeros del Evangelio se asociaran de esta manera. En nuestro propio tiempo la obra de evangelización tendría mucho más éxito si se siguiera fielmente este ejemplo”. DTG, 303.

1. Jesús ¿aconsejó, sugirió u ordenó a sus discípulos que fueran de dos en dos? 
2. ¿Alguno fue enviado solo?
3. ¿Por qué envió Jesús a sus discípulos de dos en dos? 
4. ¿Qué hizo el Maestro al enviar a los setenta? 
5. ¿Cuál fue siempre el propósito del Salvador? 
6. ¿Qué sucedería en nuestros días si siguiéramos su ejemplo? 

A lo largo de la historia hemos tomado esta declaración y la hemos usado para formar “parejas misioneras” quienes van, de dos en dos, a realizar el trabajo misionero los sábados en la tarde. Pero lo que Jesús anhelaba, para sus discípulos, era mucho más abarcante. La misión no es apenas un “trabajo” que solo se realiza en un período específico, sino un estilo de vida. Cuando Jesús envió a sus discípulos para cumplir la misión, los estaba enviando a vivir. Predicar el evangelio, para ellos, no era algo que harían si les sobrase tiempo. Los discípulos predicarían mientras vivieran. Vivir era testificar y testificar era vivir. Ellos vivían proclamando el evangelio mientras cuidaban de sus quehaceres cotidianos y cuidaban de sus tareas cotidianas mientras cumplían la misión. 

7. ¿Qué hacían estas tres parejas discipuladoras según los siguientes textos? 

"Cuando se acercaron a Jerusalén, y vinieron a Betfagé, al monte de los Olivos, Jesús envió dos discípulos" Mateo 21:1; 

"Y Jesús envió a Pedro y a Juan, diciendo: Id, preparadnos la pascua para que la comamos." Lucas 22:8; 
"Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración." Hechos 3:1.

Si revisamos el estilo de vida de los discípulos, y de los cristianos de la Iglesia primitiva, veremos que ellos estaban de dos en dos, no solo al predicar el evangelio, sino también en otros momentos de la vida. Fueron dos los discípulos que buscaron el pollino para la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén (Mateo 21:1); Pedro y Juan hicieron los preparativos para la pascua. (Lucas 22:8); iban juntos al templo, a adorar (Hechos 3:1). O sea, la formación de parejas no tenía solo el propósito de realizar un trabajo misionero específico, sino vivir la vida cristiana, ayudándose mutuamente para crecer. 

8. ¿Qué ventaja hay en el hecho de que dos personas trabajen juntas? 

“Es necesario que dos personas trabajen juntas; pues la una puede animar a la otra y juntas pueden aconsejarse, orar y escudriñar la Biblia”. Ev., 60

9. ¿El cristiano solo necesita de ánimo y consejo para hacer el trabajo misionero? 

¡Claro que no! Ánimo y consuelo son ingredientes necesarios para enfrentar las luchas de la vida. Por lo tanto, toda iglesia que anhele tener miembros fuertes espiritualmente, necesita organizarlos de dos en dos. No solo para buscar personas para Cristo, sino también para vivir la vida cotidiana. 

10. ¿Qué otro aspecto tenía en mente Jesús al asociar al hermano con el hermano? 

“Cuando Jesús envió a sus discípulos a trabajar... ellos no sentían lo que algunos sienten ahora, que prefieren trabajar solos, antes que estar acompañados por alguien que no trabaje exactamente como ellos lo hacen. Nuestro Salvador comprendía que unos debían asociarse a otros. Él no relacionó con el amado y suave Juan a otra persona del mismo temperamento; sino que relacionó con él al ardiente e impulsivo Pedro. Estos dos hombres no eran iguales ni en disposición ni en método de trabajo. Pedro era rápido y celoso en la acción, era arrojado y no entraba en transigencias y, a menudo, hería; Juan era siempre tranquilo, considerado con los sentimientos de los demás, y venía detrás para consolidar y animar. Así, los defectos de uno eran parcialmente cubiertos por los virtudes del otro”. Ev.,  576 

El plan de Jesús era que, al asociarse con otro, el discípulo aprendiera a desarrollar su propio carácter.

11. ¿Qué otras dos cosas deben hacer las duplas? 

“Los obreros deben salir de dos en dos, para que oren y se asesoren mutuamente. Nunca se los debe enviar solos. El Señor Jesucristo envió a sus discípulos a las ciudades de Israel de dos en dos”. – El ministerio médico, 329 – 

La oración de las parejas misioneras es necesaria y primordial. Las personas no se convierten por el trabajo humano, sino por la intervención del Espíritu Santo. Cuando los hermanos oran juntos, se cumple la promesa la cual dice que Dios responderá esa oración, desde los cielos. 

MI DECISIÓN
El método de trabajar de dos en dos es tan actual y necesario como en los días de Cristo. Involucra el trabajo misionero, pero va más allá, llevándome a ayudar al otro en diferentes aspectos de la vida. Yo me comprometo a ayudar a mi compañero(a) de pareja misionera en el proceso del discipulado cristiano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario