domingo, 11 de febrero de 2024

Compartir a Jesús de manera práctica

INTRODUCCIÓN

Conducir a una persona a los pies de Jesús es la experiencia más grata que un cristiano pueda vivir y Dios quiere que cada creyente experimente esa alegría sin igual. La mayoría de miembros de las iglesias aman al Señor genuinamente. Ellos quieren compartirlo con los demás, pero a menudo sienten que no saben cómo. Tal vez lo hemos complicado demasiado. Compartir a Jesús de una manera práctica no se enfoca en procedimientos difíciles. Al contrario, te enseña como puedes compartir tu fe con otros de modo natural y en armonía con tus dones y talentos. Dios ha prometido un poder divino para aquellos que sinceramente se comprometan a este cometido. 
“No hay límite a la utilidad del que, poniendo a un lado el yo, permite que el Espíritu Santo obre sobre su corazón, y vive una vida enteramente consagrada a Dios.” SC, 315.

Tu horizonte se ampliará al mirar la variedad de maneras prácticas que hay para hablar a otros de Jesús. El Señor te ayudará a encontrar el enfoque que mejor se adapte a tu individualidad y conocimiento. Aprenderás a cómo pensar a través de tu propio testimonio personal y tu relación con Jesucristo. Cómo debes relacionarte con tus familiares que no son cristianos. Cómo relacionarte con tus vecinos incrédulos y compañeros de trabajo. Cómo recuperar a los antiguos miembros de tu congregación. Cómo cultivar estas amistades, convirtiéndolas en intereses, y en última instancia, en miembros de iglesia. Estos asuntos simples, que a menudo pasamos por alto, en realidad son los primeros pasos que preceden a un ganador de almas. Tal vez el hecho de haber pasado por alto estas áreas en nuestros intentos de ganar almas ha hecho que nuestros intentos terminen en decepción. Quizás sientas que llevar a un alma a Cristo va por encima de tu capacidad, pero te sorprenderás por las siguientes ideas simples con las cuales podrás, no sólo llevar a otros a Cristo, sino también hacerlos discípulos.  

LAS BASES

Nuestra necesidad del Espíritu Santo
Antes de hablar acerca de planes y técnicas y herramientas, debemos enfrentar a nuestra mayor necesidad. “Un reavivamiento de la verdadera piedad entre nosotros es la mayor y más urgente de todas nuestras necesidades. El buscar esto debe ser nuestro primer trabajo.” Servicio Cristiano, p. 53. Es el privilegio de todo Cristiano experimentar este verdadero reavivamiento ahora. Entre los requisitos del derramamiento del Espíritu Santo se encuentran la obediencia a la voluntad de Dios revelada, unidad en el espíritu, y dedicación al servicio. El Espíritu Santo nos capacita para el servicio y no lo recibiremos si permanecemos en la indolencia e inactividad. Cuando con verdadera dedicación aceptamos el desafío de una tarea que no se puede lograr sin la ayuda divina, Dios derramará su Espíritu.

“Cuando nos hayamos consagrado plenamente y de todo corazón al servicio de Cristo, Dios lo reconocerá por un derramamiento sin medida de su Espíritu; pero esto no ocurrirá mientras que la mayor parte de la iglesia no colabore con Dios.” SC, 314.  

"Para que la fe de un hombre sea fuerte debe permanecer mucho tiempo con Dios, en oración secreta" 4TI, 232.

Nuestra necesidad de relacionarnos con Él
El Cristianismo no es una teoría. No es una mera lista de doctrinas ni un sistema de creencias. Es una Persona. Es nuestra relación con la Persona de Cristo Jesús que produce el cambio milagroso en nuestras vidas, conocido como conversión o renacimiento. La testificación es el arte de guiar a otros con delicadeza y con amor hacia esta relación con Cristo. La preparación básica para testificar requiere un encuentro personal con Jesucristo, aceptándolo como tu Salvador y Señor, y manteniendo una relación continua con él. Para presentar efectivamente a Jesús, cada ganador de almas debe experimentar la presencia de Cristo en su propia vida, debe apartar tiempo de calidad para el estudio de la Biblia, dedicarse a la oración ferviente y la meditación. Una vida de devoción elocuente resultará en poder divino, y “cuando el poder divino se combine con el esfuerzo humano, la obra se propagará como fuego en el rastrojo.” 1MS, 138.   

TESTIFICANDO EN CASA, EN LA IGLESIA, EN LA ESCUELA, EL TRABAJO, Y EN LA COMUNIDAD, MIENTRAS VIAJAS, Y MÁS ALLÁ

Sólo el método de Cristo
Siguiendo el ejemplo de Cristo (Mateo 4:23), las iglesias y miembros individuales pueden testificar efectivamente en cualquier ambiente. “Sólo el método de Cristo será el que dará éxito para llegar a la gente. El Salvador trataba con los hombres como quien deseaba hacerles bien. Les mostraba simpatía, atendía a sus necesidades y se ganaba su confianza. Entonces les decía: ‘Seguidme.’” MC,102. 

Llevar un alma a Cristo es simplemente presentarle a un amigo terrenal un Amigo celestial. Cada cristiano es un testigo, pero al tener diferentes dones espirituales, no siempre podemos todos testificar de la misma manera. Hay tres capítulos de la Biblia que se enfocan extensivamente en los dones espirituales: Romanos 12, 1 Corintios 12 y Efesios 4. Al leer estos capítulos con oración, puede ser que descubras los dones que posees. Algunos dones permanecen inactivos hasta que los cultives. Ten en cuenta que los dones espirituales son dados para el servicio y para la edificación del reino de Dios.

En el sitio web: www.gcevangelism.com, podrás encontrar más de 200 ideas diferentes para testificar siguiendo el método de Jesús, bajo la sección "Proyectos de bondad." Recuerda: tú eres las manos, los pies, los ojos, los oídos, y sobre todo, tú eres el corazón de Jesús para amar lo suficiente como para llevarlos hacia él.

Relaciones casuales
Diariamente nos ponemos en contacto con varios miembros de la familia humana: al hacer fila en el supermercado, en la gasolineria, en el banco, en las tiendas, en las oficinas de correo, oficinas públicas, salas de espera, restaurantes, hoteles, moteles, buses, trenes, aviones, en las calles, parques y otros lugares. Cada vez que salgas de casa, debería ser con el propósito específico de aprovechar cada oportunidad para hablar unas pocas palabras de Jesús en cuanto sea posible. Deberías aprender cómo iniciar una conversación con cualquier persona que te encuentres. La mayoría de las personas no están a la defensiva, al contrario, están relajadas. No tienes un letrero en la frente que anuncie que eres Adventista del Séptimo Día, así que el prejuicio queda descartado. Resulta muy fácil presentarte con una sonrisa, decir “buenos días” y dar tu nombre. La otra persona no dudará tanto en presentarse. Aquí te damos algunos ejemplos.

1. Bus, tren, avión, sala de espera, restaurante. 
Lleva un periódico contigo. A estas publicaciones se les ha llamado el “reporte del diablo” porque están llenas de malas noticias, drama, e información triste. Lee el periódico enfocándote en los temas relacionados con la enfermedad, el alcohol, las drogas, mutilaciones, vicios, tabaco, crimen, huelgas, violencia, secuestros, fraude, hambrunas, terremotos, inundaciones, incendios, la crisis económica, guerras, accidentes. Si estás sentado junto a otra persona le puedes preguntar, “¿Leístes el periódico de esta mañana?” La persona contestará con un “si” o un “no.” Entonces añade, “Oh, por cierto, me llamo ...... ¡Mira esto!” Y en 20 segundos podrás voltear las páginas de tu periódico y señalar los títulos tristes y dramáticos. Concluye preguntando, “¿qué opinas acerca de estas noticias?” Tu compañero quizás diga, “Es terrible.” Y pueda que añada, “¿Hacia dónde vamos?” Si no se hace esa pregunta, entonces tú pregúntale, “¿Hacia dónde vamos?” Su respuesta probablemente sea, “No lo se.” Entonces tú puedes decir, “Yo si lo sé.” La persona se quedará mirándote, esperando que compartas lo que sabes, pero debes mantenerte en silencio hasta que pregunte, “¿qué sabes? ¿Hacia dónde vamos?” Después de unos segundos de silencio, podrías pregunta, “¿Lees el buen Libro?” “¿Cuál buen Libro? ¿Te refieres a la Biblia?” Al principio la persona podrá parecer decepcionada. “Si, la Biblia expresa claramente lo que va a suceder y la dirección a la que vamos.” Habla con entusiasmo.

Así comienzas a compartir con la persona acerca de la Palabra de Dios, las señales de los tiempos, y el regreso de Jesús como la única solución. Ahí podrías aprovechar la oportunidad para compartir tu testimonio acerca de cuán maravilloso ha sido conocer a Jesús. Finalmente pueden intercambiar datos y entregarle algún tipo de literatura. También te sugiero que siempre lleves contigo una promesa bíblica para que la puedas compartir cuando sea conveniente. Si es adecuado, ofrece orar por la persona, y no olvides mencionar en tu oración las preocupaciones de tu contacto. Puede que sea enfermedad, desánimo, problemas financieros, o simplemente gratitud por la bondad de Dios.              

2. Mesera, azafata, recepcionista, empleada. 
Con tan solo ser amable con la mesera en el restaurante, la azafata en el avión, la recepcionista en la oficina, la empleada u otro miembro del personal en el hotel, esa puede ser una gran oportunidad para testificar. Después de hablarles brevemente les puedes entregar una literatura. Tendrás la oportunidad de decirles que eres cristiano, que Jesús es todo para ti. Puedes compartir algo acerca de tu familia, y esperar que ellos te digan algo acerca de sus vidas. Toda la conversación debe ser personal, y tan pura y clara para no dar lugar a malos entendidos.
Pronto podrás dar tu testimonio, mencionar una promesa bíblica y posiblemente orar. Es fácil orar con las personas que cuidan tu habitación en el hotel—dejando la puerta abierta. A veces incluso es posible orar con la recepcionista cuando no hay clientes alrededor. Puede que no tengas muchas oportunidades de compartir con las camareras porque ellas siempre están muy ocupadas, pero ellas no olvidarán unas pocas palabras amables.   

3. Mercado. 
En el mercado le puedes saludar a un niño. Las madres quedarán encantadas, y comenzarán a conversar contigo. Podrías comentar lo contento que estás con los productos que ofrece el supermercado: "Me encanta la variedad de productos buenos y saludables que ofrece este establecimiento. Lo que comemos es tan importante." Su reacción te indicará lo que debes decir a continuación..

4. Parques. 
En el estacionamiento puedes comentarle a alguien: "¡Qué día tan hermoso! Ésta es una ocasión para agradecer a nuestro Creador y Señor por sus maravillas." Permite que el Espíritu Santo te impresione lo que vayas a decir y con quién debas hablar. Funcionará. Estés donde estés y hables con quien hables, siempre debes tener algún tipo de literatura en el bolso o en el bolsillo, con tu nombre y dirección anotado en cada panfleto, y debes estar dispuesto a repartirlo. En caso de que alguna persona muestre interés, dale tu nombre y dirección, pregunta por el suyo, y asegúrate de darle seguimiento.
Cuando se reúnan no hablen inmediatamente acerca de la religión, sino más bien hablen de la familia, del trabajo y otros intereses. Le puedes preguntar acerca de sus creencias religiosas, pero permite que ellos sean los primeros en hacerte las preguntas. Debe abstenerte de hablar demasiado de este asunto. Primero tienes que ganarte su confianza. Compartir tu testimonio puede ayudar. Hazlo.
Lo que comenzó como un encuentro casual—en un avión, en un mercado, en un restaurante, en una sala de espera, en una lavandería—puede convertirse en una gran oportunidad para compartir el amor de Jesús. Estas personas deben recordarte como una persona feliz, alguien que ama la Biblia y es un seguidor de Jesús. No debe recordarte como un Adventista del séptimo día que oró por él/ella, o que le prometió que “oraría por ti.” 

En el trabajo, la escuela y el vecindario
Al familiarizarte con tus compañeros de trabajo y vecinos no les hables inmediatamente de tu vida familiar, tu felicidad y tu confianza en el futuro. Habla primero de sus intereses. Ellos automáticamente relacionarán tus actitudes con tus creencias religiosas. Permite que te hagan preguntas. No les prediques ni les des un estudio bíblico, sino simplemente responde a las inquietudes que tengan. Si vivimos conforme a nuestras convicciones diariamente, los que no están satisfechos con la inmoralidad del mundo se sentirán atraídos a nosotros. A menudo pueden ser demasiado tímidos para hablarnos, pero sí sentimos un espíritu afín, debemos tomar la iniciativa. Entre las posibles aproximaciones están las siguientes:

1. Una invitación a tu casa.
2. Haz preguntas que los hagan hablar.
3. Una invitación a alguna actividad secular saludable que les dará la oportunidad de disfrutar de algo juntos.
4. Una invitación a una actividad de la iglesia.
Una de las mejores maneras de explorar el interés que tu amigo tiene en las cosas espirituales es haciendo preguntas. Utiliza esta técnica en el trabajo o en la escuela, o con un compañero de asiento durante el viaje. La conversación podría ser la siguiente:
Adventista: "¿A qué te dedicas?"
Compañero de asiento: "Soy un programador de computadoras. ¿Y tú qué haces?"
Adventista: "Enseño en una escuela Adventista del Séptimo Día. ¿Tienes amigos o familiares que sean adventistas del séptimo día?"
O la conversación podría ser la siguiente:
Adventista: "Ben, ¿has oído las noticias esta mañana?"
Trabajador Asociado: "Sí, lo hice. ¿Y qué al respecto?"
Adventista: "Bueno, pareciera que hay problemas por todas partes y es como que si todo se estuviera cayendo a pedazos".
Trabajador Asociado: "Sí, lo sé. Me pregunto en qué terminará todo esto".
Adventista: "Ben, ¿alguna vez has pensado en la relación entre las condiciones del mundo y las cosas que Jesús predijo que iban a pasar en el final de los tiempos?"

Si queremos que la gente escuche sobre asuntos espirituales, debemos comenzar dedicándonos a conocer sobre sus intereses actuales. Utilizando la técnica de las preguntas, es mejor comenzar con preguntas sobre cosas que sabes que son de especial interés para tu amigo.
Cuando hay niños en la familia, debemos mostrar gran interés en ellos. Conócelos y llámalos por su nombre la próxima vez que se encuentren.
En el área de las relaciones, es muy fácil pasar por alto los detalles sencillos que revelan el amor de Jesús. Todos los que conoces a diario—tus compañeros de trabajo o compañeros de estudio—también deben quedar impresionados por la forma en que vives y ser atraídos por el amor de Jesús reflejado en tus actitudes y modales. Tu rostro radiante atraerá y los llevará a hacerte preguntas. Entonces podrás abrir las puertas de tu casa e invitarlos para una comida sencilla. Durante la visita, toma nota de sus problemas, preocupaciones, esperanzas y deseos. Antes de retirarse les puedes dar tu testimonio, o al menos leerles una promesa de la Biblia y orar con ellos. No te olvides de mencionar sus problemas, esperanzas, deseos, y su trabajo en tu oración. Pronto podrás comenzar a darles estudios bíblicos a ellos.

1. Hospitalidad: invitaciones para cenar.
El don de la hospitalidad puede ser cultivado por parte de muchos miembros de la iglesia. Una clave en el crecimiento fenomenal de la iglesia primitiva fue el hecho de que sabían cómo utilizar este don. Ellos invitaban a sus vecinos y amigos para compartir alimentos sencillos en sus hogares. Y a su vez, eran invitados a los hogares de sus nuevos amigos (Hechos 2:42). La gente no puede comer junta sin hablar de sus alegrías y problemas; y es fácil de entender cómo estos cristianos, para quienes testificar era su forma de vida, utilizaron la confianza y la amistad con sus contactos para llevarlos a Jesús. ¿A quién le invitamos a nuestros hogares? A los miembros de nuestra familia inmediata, parientes y amigos. Disfrutamos de la compañía de la gente que ya conocemos, en quien confiamos y a quien amamos. Pero ¿cómo vamos a llegar a los que no conocemos, a aquellos hambrientos de compañerismo y atención? "Si nos humilláramos delante de Dios, si fuéramos bondadosos, corteses, compasivos y piadosos, habría cien conversiones a la verdad donde ahora hay una sola." Testimonios, vol. 9, p. 189. Muchos de nosotros podemos invitar a un vecino, a un compañero de trabajo, a un nuevo visitante de nuestra iglesia, a un extraño, o a una persona solitaria a nuestra casa para una comida. ¿Por qué no hacerlo una vez al mes, o por lo menos una vez al trimestre? Esta asociación proporcionará la oportunidad para alabar al Señor, compartiendo nuestro testimonio acerca de cómo conocimos a Jesús y para alegrar los corazones de nuestros huéspedes con una preciosa promesa de la Biblia y una oración. Esta sería la experiencia de la iglesia primitiva repitiéndose en la iglesia remanente de Dios. Alcanzaremos a las almas cuando salgamos de nuestras torres de marfil, para ampliar nuestro círculo de amigos, mezclándonos con la gente y usando la hospitalidad como un medio sencillo y eficaz para construir la amistad y para atraer a otros a los pies de Jesús. Esto es amor en acción. La combinación de la doctrina bíblica con el compañerismo llevará a la gente a una relación con Cristo y su iglesia, y los mantendrá firmes.

2. Cuando alguien te visite
Comparte una breve promesa de la Biblia con mucho tacto y amor y haz una corta oración antes de despedirte. La lectura de la Biblia tomará sólo 15 o 20 segundos. Entonces dirás: "Y ahora, antes de salir, vamos a pedirle al Señor que te proteja de cualquier daño y peligro, y para bendecir a nuestros respectivos hogares." Comienza a orar inmediatamente. Esta oración es muy importante. Recuerda: 
(1) Menciona la alegría que sientes de recibir a tu visita. Expresa tu amor por ellos. 
(2) Acuérdate de los temas importantes que fueron discutidos y menciona a Dios algunos problemas que fueron mencionados. Utiliza palabras sencillas. 
(3) Agradece a Dios por su Santa Palabra y sus mensajes de consuelo, esperanza y aliento, y 
(4) Pídele protección, para tener hogares felices (para ti y tu visita); y concluye: 

"Gracias Dios, por el tiempo agradable que pasamos juntos y otórganos el privilegio de reunirnos nuevamente, y un día nos unirás para siempre en tu reino eterno. En el nombre de Jesús. Amén." 

La lectura de este breve texto bíblico y la oración pueden dejar una profunda impresión en tus familiares y amigos sin herir sus sentimientos. Debe revelar tu sincera preocupación por el bienestar y la felicidad de ellos en el presente y en la eternidad. Cada visita, cada encuentro, debe terminar con una oración. Esta debe ser la gran diferencia entre los verdaderos testigos de Cristo y otros que puedan conocer la teoría, pero olvidar el aspecto práctico.

3. Grupos pequeños
Después de cultivar buenas relaciones durante varios meses o años, es posible que desees intentar una vez a la semana dar una clase bíblica en tu casa. Algunas familias adventistas siguen la práctica de abrir sus casas a los vecinos para unirse a ellos en adoración al anochecer de cada sábado. El grupo pequeño está compuesto de cuatro a diez miembros que se reúnen en sus casas una vez a la semana invitando a los vecinos y amigos. También las clases de la Escuela Sabática pueden llegar a ser un pequeño grupo durante la semana. "La formación de pequeños grupos como base del esfuerzo cristiano me ha sido presentada por Uno que no puede errar." SC, 92. Estos pequeños grupos de compañerismo, estudio de la Biblia y oración pueden formar el núcleo de nuevas congregaciones.

4. Radio, televisión, internet, redes sociales y publicaciones
Nuestros programas de radio y televisión realizan un buen trabajo al hacer amigos para la Iglesia Adventista. Además de esto, despiertan interés en el mensaje de la iglesia a través de la presentación de temas doctrinales en los medios de comunicación, así como por los cursos de Biblia y otra literatura que ofrecen. También se conectan con la gente a través de las redes sociales y la distribución de revistas que son medios poderosos para sembrar en los corazones el interés por el mensaje bíblico.

En la iglesia
1. La enseñanza y la confraternidad: La clase bíblica especial
La clase bíblica del pastor es una clase de Escuela Sabática especial para investigadores. Los nombres para esta clase que podrían tener un atractivo especial para los no-adventistas incluyen: clase bíblica inter religiosa y clase bíblica sabática. Si alguien que no sea el pastor es designado para enseñar esta clase, debe ser idealmente alguien dotado en los ámbitos de la enseñanza y la hospitalidad. Esta clase debe tener una atmósfera de calidez y amabilidad si se espera cumplir con su propósito. Las sillas deben estar ordenadas en un círculo, si es posible, para que haya un cálido sentimiento de comunión y la oportunidad de interactuar con todos los miembros de la clase.

2. La bondad y amabilidad: Asegúrate de que los visitantes quieran volver
Cada miembro de la iglesia debe estar consciente de la influencia que tendrá en alentar o desalentar el regreso de los visitantes. El ejercicio de los dones que poseen los miembros individuales deben ser dirigidos para crear una atmósfera que hará que los visitantes quieran volver. La planificación cuidadosa de la Escuela Sabática, las actividades periódicas de los ministerios personales, y el servicio de la iglesia harán que cada parte de estos servicios sean significativos para el visitante. Tenemos que cuidar la calidad de nuestros servicios en las siguientes áreas:

El equilibrio apropiado entre la reverencia y la amabilidad.
La enseñanza bíblica y la predicación deben ser Cristo-céntricas.
Utilizar vocabulario sencillo por parte de todos los oradores y cantantes.
La vestimenta apropiada y el arreglo de todos los participantes.
La preparación concienzuda de todos los participantes.
Evitar lo desconocido en la música y la terminología.
Las gracias cristianas y la cultura refinada deben estar presentes tanto en el pastor y los miembros.
Los miembros de la iglesia deben mostrar amabilidad sincera e interés personal por todos los recién llegados, invitados o extranjeros que vengan a la Escuela Sabática o al servicio de adoración.
Un espíritu cristiano de unidad y un ambiente de alegría y entusiasmo.

La negligencia o fallo en cualquiera de estas áreas pueden deshacer horas de trabajo en la ganancia de almas fieles. Si esto sucede, los miembros quedarán desalentados y cesarán sus intentos de ganar almas. La calidad de nuestras actividades de la iglesia deben hacer que el visitante tenga ganas de volver!

El objetivo de esta sección no es para dar una explicación a profundidad de los dones espirituales. El objetivo es doble: uno, para llamar tu atención sobre el hecho de que cada creyente tiene un don o regalo que se puede desarrollar para hacer de él un testigo eficaz de Cristo y, dos, para mostrar la función de algunos de estos dones en la ganancia de almas. Los dones mencionados específicamente en la Biblia sugieren otros dones relacionados que se pueden utilizar en el ministerio. Dones como el consuelo, la benevolencia, la escritura de cartas, las palabras de ánimo, la simpatía—entre muchos otros. Aunque no todos tenemos los mismos dones espirituales o talentos, cada uno de nosotros tiene dones espirituales que, si se dedican al servicio del Salvador, nos hará testigos fructíferos para Cristo. La inspiración dice de los creyentes que, "si están relacionados con Cristo, si los dones del Espíritu son suyos, los más pobres y los más ignorantes de sus discípulos tendrán un poder que hablará a los corazones. Dios los convierte en los instrumentos que ejercen la más elevada influencia en el universo."- PVGM, 264.

Testifica con tu testimonio
Una vez que ya tengas en tu mente un resumen de tu testimonio, tendrás la oportunidad de compartirlo en varias ocasiones. Te será útil cuando estés junto a otra persona viajando. Incluso lo podrás compartir con tus vecinos al otro lado de la cerca. Y por supuesto, te servirá de mucho cuando estés visitando los hogares de tus interesados. Ese era uno de los factores importantes en el proceso de ganancia de almas que los apóstoles utilizaron. Detrás de cada puerta hay una persona por quien Cristo murió. Buscarlos, hacer amistad con ellos, y guiar a muchos a los pies de Jesús puede llegar a ser una aventura emocionante y satisfactoria para ti.  
La palabra FORT te puede ayudar a recordar cómo puedes acercarte a las familias que estés visitando: preguntando por su Familia, Ocupación, Religión, y compartiendo tu Testimonio. Así que recuerda que FORT significa:

F - Familia
O - Ocupación
R - Religión
T - Testimonio

Recuerda también que hay excepciones para cada regla. En algunos países del mundo y en ciertas comunidades, puede resultar inapropiado discutir sobre temas que involucren a la familia, la ocupación, o la religión, en especial si es tu primera visita.

1. Testimonio Personal
Compartir tu testimonio personal es una excelente manera de establecer la simpatía entre el interesado y tú. Recuerda que el propósito de tu testimonio es de despertar el deseo en el corazón de tu interesado de obtener una experiencia similar a la tuya. Compartir lo que Jesús significa para ti probablemente será la forma más efectiva para continuar hacia la presentación del evangelio tal como se describe a continuación. Tu testimonio es el relato de lo que tú mismo has experimentado por el poder de Cristo—lo que él ha hecho en tu propia vida.
Tu testimonio podría girar en torno a alguna respuesta especial a tus oraciones o una victoria particular que Jesús realizó en ti. El consejo inspirado sugiere, “Decidles cómo hallasteis a Jesús y cuál ha sido vuestra felicidad desde el día en que empezasteis a servirle… Habladles de las alegrías que se experimentan en la vida cristiana.” Ev, 355.

Antes de escribir tu testimonio, te recomiendo que leas el testimonio de Pablo como está escrito en Hechos 22. Los tres elementos principales de su testimonio son:
1. Mi vida antes de ser cristiano.
2. Cómo me convertí al cristianismo.
3. Lo que Jesús significa para mi vida.
Ten cuidado de no detenerte mucho en la primera parte. También recuerda, las personas no están interesadas en tu autobiografía. Tu propósito no es exaltarte a ti mismo, sino exaltar a Dios. Otros puntos de consideración:

1. No exaltes el pecado hablando acerca de sus placeres o lo malvado que solías ser, o cómo te "salías con la tuya."
2. Evita expresiones que puedan ser confusas para un no-cristiano, como, "recibí una bendición…" (¿sabe tu amigo lo qué es una bendición?), "desde que conocí en el mensaje…," o "después que acepté la verdad…" En lugar de estas expresiones, podrías decir:" después de aceptar a Jesús como mi Salvador personal…"
3. No hables mucho. Comparte un testimonio breve y al punto, de tres minutos o menos.
4. Nunca critiques a otras iglesias.
5. No menciones la larga lista de sacrificios que has tenido que hacer desde que te convertiste en un cristiano o de las cosas que has tenido que renunciar o de las dificultades que has tenido que enfrentar.
6. Se específico. La gente tiende a olvidar las generalidades, pero recuerda los detalles.
7. Identifícate con tu interesado. Enfatiza las áreas de tu experiencia que tienes en común con tu amigo: la pérdida de un ser amado, tu experiencia en alguna guerra, un accidente, la separación de un cónyuge, la pérdida de un trabajo, una mudanza. La mención de uno de estos eventos te puede acercar a tu interesado y despertar sus comentarios.   
8. Enfatiza la amabilidad que has encontrado en la gran familia de Dios.
9. Sé siempre amable y discreto. Nunca intentes ser autosuficiente.
10. Ora para que tu rostro irradie certeza cristiana, y permite que tu sonrisa hable el lenguaje del cielo.
Mientras el interesado escucha su testimonio el Espíritu Santo estará trabajando.

2. Bosquejo de tu testimonio personal

1. Conocerse y ganarse la confianza 
a. Familia
b. Ocupación
c. Religión
d. Testimonio

2. Pregunta de evaluación
En tu opinión, ¿cómo se convierte uno en un cristiano?

3. Presentación del evangelio

a. La atracción- Dios es amor (1 Juan 4:8)
b. El problema- pecado, separación, muerte (Romanos 3:23)
c. La solución- El don de Dios: perdón y vida a través de Cristo (Juan 3:16; Romanos 6:23; Efe. 2:8, 9; 1 Juan 5:11-13)
d. Separación del pecado- arrepentimiento (Romanos 2:4)
e. Acercamiento a Cristo- crecer en Cristo (Apocalipsis 3:20)

4. Oración de recepción
5. Provisiones para crecimiento

a. estudio bíblico
b. oración
c. compañerismo
d. testificación

TESTIFICA PARA OBTENER DECISIONES

Principios a tener en cuenta:
1. Pide que la persona tome una decisión sobre el tema presentado al final de cada estudio.
2. Aníma a tu estudiante para que ponga en práctica cada tema que se va desarrollando. La luz que no se sigue se convierte en oscuridad.
3. No le pidas a tu interesado que tome una gran decisión hasta que tenga la información suficiente para decidir inteligentement.
4. Haz un llamado cuando veas evidencia de convicción. Aprende a reconocer las señales de que la persona está lista para tomar una decisión: ¿Y si mi esposo no me permite dar el diezmo? ¿Y si no me dan los sábados libres? ¿Qué dirán mis vecinos? Cada una de estas preguntas revela que la persona ha estado contemplando tomar la decisión y ya está considerando sus consecuencias. Este es el momento para pedirle que tome una decisión.
5. Pídele que tome una decisión basada en dos alternativas: “Estamos planificando tener un bautismo en los días 14 y 21. ¿Cuál preferirías?” 

Pasos para ganar decisiones
Enseña el mensaje por tu cuenta.
Enseña con convicción. 
Obtén aprobación progresiva.
Asegúrate de estar rendido a Cristo primeramente.
Visita el hogar.
Enfatiza la urgencia de obedecer.
Cuenta tu propia experiencia.
Deja que la Palabra de Dios responda a los pretextos.
Ora continuamente por las decisiones. 
Pide consejos a tu pastor.
Dirige los programas de sábado por la noche.
Acompaña a la familia a la iglesia.

Las “bandas de hierro” que impiden que las personas tomen una decisión se pueden clasificar de esta manera:

1. Intereses temporales.
a. Miedo de perder el trabajo.
b. Falta de fe al comenzar a diezmar.
c. Hábitos como el alcohol o el cigarrillo.

2. Lazos familiares.
a. Oposición de un ser amado.
b. Miedo de dividir a la familia

3. Lazos sociales o afiliación a otra iglesia.
a. Prestigio de pertenecer a una iglesia popular.
b. Lazo sentimental con una iglesia de la familia.
c. Miedo de perder amistades.
d. Miedo al ridículo.
e. Oposición del pastor.

Aquí hay algunas preguntas para tomar decisión que te ayudarán: ¿Está todo claro? ¿Sabes lo que tienes que hacer? ¿Qué es lo que te detiene? ¿Tienes planes de hacerlo eventualmente? ¿Por qué no hacerlo ahora? 
Al obtener decisiones es muy vital que averigues qué es lo que está deteniendo a la persona. Cuando sabes que una persona ha aceptado a Jesús y cree en las doctrinas y aún no ha tomado su decisión, este enfoque te puede ayudar: “Veo que algo te detiene. ¿Me puedes decir qué sucede? Yo sé que tú crees en lo que hemos estado estudiando, pero algo te perturba. ¿Qué es?” Cuando descubras cuál es el problema, tendrás la oportunidad de ayudar a resolverlo. 

Respondiendo a cada pretexto con un texto 
Tenemos que estar preparados para afrontar la objeción o pretexto de cada persona con un "así dice el Señor." Aquí está una lista parcial de los textos para responder a ciertos pretextos comunes.
1. “No puedo dejar a mi iglesia.” Apocalipsis 18:4; Juan 10:26, 27; 12:42, 43; Mateo 7:22, 23.
2. “No me podré sostener si guardo el sábado.” Mateo 6:33; Salmos 37:3; Isaías 65:13, 14.
3. “Perderé mi trabajo si guardo el sábado.” Mateo 16:25, 26; 1 Timoteo 4:8.
4. “Es un inconveniente guardar el sábado y obedecer esta doctrina.” Mateo 16:24; 10:38.
5. “Soy un gran pecador.” 1 Tim. 1:15; Hebreos 7:25; Isaías 1:18.  
6. “Creo que no podré.” Judas 24.
7. “No podré vivir conforme a la verdad.” 1 Corintios 10:13; 2 Corintios 12:8, 9; Juan 1:12.
8. “No soy lo suficientemente bueno.” 2 Corintios 8:12. 
9. “Las personas hablarán mal de mí.” Juan 17:14; Lucas 6:22, 23, 26; Proverbios 29:25. 
10. “Mis amigos se burlarán de mí.” Juan 15:19; Marcos 8:34; Santiago 4:4.
11. “Mi esposo, esposa, padre, madre, hermanos, y hermanas se opondrán.” Mateo 10:36, 37; Lucas 14: 26, 27. 
12. “Mi pastor y mis amigos me aconsejarán que no lo haga.” 1 Reyes 13:1-26; Hechos 4:19; 5:29.
13. “Causará conflictos y división en mi hogar si me pongo de parte de esta enseñanza.” Lucas 
       12:49-53; 1 Reyes 18:17, 18.
14. “No puedo vencer a este vicio (alcohol, tabaco, etc.).” Mateo 19:16-22; 6:24; Lucas 14:33; 
       Mateo 13:45,46. 
15. “No por ahora.” Prov. 27:1; 2 Corintios 6:2; Hebreos 3:13; Isaías 55:6; Genesis 6:3.
16. “Estoy esperando por mi esposo o esposa para que lo aceptemos juntos.” Ezequiel 14:20; 18:20; 
       Romanos 14:12. 
17. “Quiero esperar hasta sentir que esto es lo cierto.” Isaías 48:18; 1 Juan 2:3.  
18. “Es demasiado tarde, esperé por mucho tiempo.” Ezequiel 33:19; Juan 6:37; Romanos 10:13. 
19. “Ya lo intenté una vez, tengo miedo de volverlo a intentar.” Dan. 3:17; Romanos 4:21; 2 Timoteo 
       1:12; Judas 24. 
20.  “¿Cómo sabré si mis pecados han sido perdonados?” 1 Juan 1:9; Proverbios 28:13.
21. “Aún no entiendo ciertas cosas.” Juan13:7; Hechos 1:7.
22. “No soy tan malo.” Juan 3:18; Romanos 3:23. 
23.  “Dios es amor, me va a salvar.” Lucas 13:3; 2 Pedro 2:4. 
24. “Hay muchos hipócritas en la iglesia.” Mateo 7:1; Romanos 14:12.
25. “Este paso me costará muy caro.” Lucas 18:29, 30; 1 Pedro 2:24.
26. “Ni trabajo estaría en peligro.” Isaías 51:7; Job 13:14, 15; Salmos 119:72, 127.
27. “No puedo dejar a mis amigos y familiares.” Exodo 23:3; Proverbios 13:20. 
28. “No creo que es necesario unirse a una iglesia.” Hechos 2:47.
29. “Ya estoy muy viejo para cambiar mi manera de vivir.” Génesis 6:3.
30. “Esperaré hasta que el Espíritu de Dios me convenza.” Mateo 25:1-13.

CONCLUSIÓN
Mientras proseguimos en obediencia al mandamiento de Cristo, esto es lo que descubriremos:
A medida que partimos en obediencia al mandato de Cristo, esto es lo que descubriremos:

1. Esparcidos entre la población general de cada cultura hay individuos que están esperando recibir el mensaje de sus almas.
2. Hay muchas personas solitarias en cada vecindario que atenderán a una amistad cristiana.
3. Hay muchas opciones de trabajo médico misionero, y esto incluye el ministerio de bienestar.
4. Cristo es un hecho de conciencia, así como una persona histórica. Hasta las personas más irreligiosas tienen sus momentos de convicción cuando pueden ser alcanzadas por el evangelio.
5. Hay personas de todos los credos que se han descarriado y que responderán a una invitación personal de estar a cuentas con Dios.

Ganar almas te pondrá en el centro de las actividades de Dios. Ganar almas es sostener la mano de tu amigo con una mano y la mano de Cristo con la otra y luego colocar la mano de tu amigo en la mano de Cristo. Siendo este el caso, no debemos albergar sentimientos de fracaso personal—o de éxito. Al participar en las obras de evangelismo tu fe se fortalecerá. Testificar llegará a ser la forma como expresas tu amor entre Cristo y la humanidad.

Como lo hace el trabajo de ganar almas su propia fe crecerá más fuerte. Nuestro testimonio se convertirá en una forma de vida que expresa el amor entre Cristo y nosotros.

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