Nossa tarefa, pois, consiste em cuidar para que aqueles que estão conosco tenham algo para fazer e que requeira o melhor que existe neles. Todos podem fazer alguma coisa. Robert E. Coleman. Plano Mestre de Evangelismo. Mundo Cristão, 2006, p. 99.
Gradualmente, entretanto, essas responsabilidades poderão ir aumentando, conforme se forem tornando capazes de fazer mais coisas. Aqueles que tiverem inclinação e capacidade para ensinar, podem ser utilizados na Escola Dominical. E assim, antes de passar-se muito tempo poderemos atribuir-lhes, convenientemente, certos trabalhos pastorais condizentes com suas habilidade. A maioria dos crentes é capaz de visitar um enfermo ou visitar um hospital. Alguns deles poderiam ser encorajados a incumbir-se de pontos de pregação, ou de assumir púlpitos próximos. E, naturalmente, todos os crentes precisam receber algum trabalho especifico na tarefa do evangelismo pessoal. Robert E. Coleman. Plano Mestre de Evangelismo. Mundo Cristão, 2006, p. 100.
Según Wagenveld (2004, 69) para sembrar iglesias saludables “El Espíritu Santo da dones de una gracia especial a los creyentes en Cristo”
"El Espíritu Santo es como el sistema nervioso del cuerpo. Como un cable conduce la electricidad, como un nervio conduce los mandatos de la cabeza de la iglesia (que es Cristo) hacia los miembros del cuerpo y moviliza los músculos para producir la acción de los miembros del cuerpo en su misión en el mundo."
"Un estudio cuidadoso de Efesios 4 muestra que los dones del Espíritu Santo se dan con dos propósitos complementarios. Por un lado se ejercen los dones para el desarrollo y la madurez de los mismos miembros. Pero el propósito del Espíritu Santo no termina allí. El desarrollo y la madurez de los miembros tienen un propósito misionero más allá de los confines de la iglesia. Se dan para la misión en el mundo". (Wagenveld, 69).
"Los dones son actividades de ministerio que se ejercen tanto dentro como también fuera de la iglesia - en el mundo - para la evangelización de los que aún no conocen a Cristo como su Salvador. Y se ejercen esos dones en esa forma. la iglesia se 'edifica'; es decir, crece en forma integral: orgánicamente, espiritualmente, socialmente y numéricamente" (Wagenveld, 69).
"Los dones del Espíritu Santo son dones misioneros que el Espíritu Santo quiere usar para tocar las vidas de los que aún no son discípulos de Cristo, para transformarles y para unirlos a la iglesia de Cristo, formando nuevas congregaciones saludables" (Wagenveld, 69).
Wagenveld, Juan. Sembrando Iglesias saludables. Barcelona:UNILIT, 2004.
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