jueves, 28 de agosto de 2025

La estrategia

En las reflexiones anteriores hemos considerado muy brevemente el dramático panorama que presentan los miles de pueblos; esos más millones de personas que todavía no han tenido la oportunidad de oír la propuesta salvadora de Dios, a través de su hijo Jesucristo.

Como síntesis de lo que hemos venido hablando hasta aquí vale la pena recordar algunas realidades fundamentales que, como altos picos en una cordillera, se destacan en nuestro panorama mental. 

¿Cuáles son esas realidades?

1. La realidad de una gran salvación.
Una salvación provista por Dios, humanamente imposible de evaluar. Puesta está al alcance de todo ser humano por medio del evangelio, que incluye entre otras cosas el perdón de los pecados la certeza de la vida eterna la esperanza para el más allá, la capacidad para vencer el mal en este lugar, todo a través de la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo.

2. Una gran necesidad.
Se estima que existen en el mundo hoy alrededor de 8 mil grupos humanos; léanse etnias, pueblos, lenguajes, linajes, que suman millones de personas que nunca han tenido la oportunidad de escuchar ni siquiera el nombre de Jesús 

3. La gran responsabilidad que el Señor Jesucristo depositó sobre sus discípulos. 
Cuando les dijo vosotros soy los encargados de hacer esta tarea y por extensión a nosotros que formamos parte de su cuerpo, que es la iglesia, somos los comisionados para proclamar esta verdad a cada ser humano en este momento de la historia.

¿Qué hacer frente a este tremendo desafío?

Para esto, también, Jesús es el camino la verdad y la vida; y vamos a buscar en él la solución para esta gran necesidad que tenemos delante de nosotros.

¿Cuál es la estrategia de Jesús para llevar a cabo la evangelización del mundo? 

La palabra estrategia en los diccionarios significa el plan cuidadoso, o más específicamente, el arte de elaborar planes para lograr una meta determinada.

"La guerra se hace con una buena estrategia". Proverbios 24:6.

Puesto que estamos en guerra contra el gran enemigo, Satanás, necesitamos saber cuál es la estrategia de Jesús frente a esta lucha.

Después de haber tomado conciencia de la magnitud del desafío que significa la evangelización inconclusa, nos preguntamos con razón:

¿Quién es suficiente para completar esta tarea tan grande y gigantesca?

La respuesta bíblica siempre es la misma: sólo Dios es suficiente. Él ha actuado en la historia humana y como es notorio, él ha hecho maravillas.
¿Cómo? 

Él preparó dos cuerpos: 
1. Un cuerpo para el señor Jesucristo, quien descendió a la tierra se encarnó y vivió una vida perfecta delante de los hombres hasta que por fin, cumplió con la comisión de Dios de dar su vida en la cruz para cubrir nuestros pecados y ofrecernos así una perfecta salvación. Hay salvación para todo ser humano.

2.  La Iglesia. Habiendo resucitado y habiendo ascendido al cielo, Dios envío, tal como lo había prometido, el Espíritu Santo; y por medio de su presencia y acción se formó otro cuerpo, en este caso, un cuerpo místico que es la iglesia, de la cual todos nosotros los redimidos, los que hemos nacido de nuevo, formamos parte y como bien sabemos un cuerpo sirve para ejecutar ciertas acciones, es un instrumento para hacer obras que le indica a la mente la cabeza; y sabemos que Cristo en la cabeza, y él le ha ordenado a su cuerpo que es la iglesia: ir por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.

3. Un Plan de acción. En tercer lugar queremos destacar que cuando Jesús cumplió su ministerio terrenal él iba trazando un camino y diseñando algunos pasos sencillos que formaban, algo así como un plan, o una estrategia general.
Estos pasos por cuanto fluían de quién es la sabiduría divina encarnada nos señalan algo así como un derrotero que está al alcance de todos y, por supuesto, por tener a Dios como su origen, este plan no puede fallar.

En el evangelio de mateo capítulo 9 y 10 tenemos el pasaje de donde aparecen los principios que acabamos de mencionar.
Jesús está frente a una multitud de seres humanos, necesitados. Sin equivocarnos, podríamos decir que, aquella multitud, era una muestra, algo así como un símbolo una representación de las numerosas multitudes que componen la población del mundo en el día actual.

Para decirlo en términos de nuestro tema, Jesús estaba frente al desafío de la obra misionera mundial. Nos preguntamos: ¿Cómo se comportó cómo se comportó él, ante esta situación tan importante? 

1. Jesús tenía un plan de acción. 
La compasión brotó todo en su corazón y, por consiguiente, también el deseo de ayudar pero notamos que no estaba ni acomplejado ni confundido ni desalentado por la obra lo que había que hacer.

En el relato que Juan hace de la multiplicación de los panes en el capítulo 6 de su evangelio encontramos esta expresión: 
"Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman estos? Juan 6:5

¿Porque hizo Jesús esta pregunta?
¿Acaso ignoraba Jesús lo que había que hacer para satisfacer el hambre de los miles que estaban a su alrededor? 
El evangelio de Juan es el único que al relatar este milagro añade una aclaración clave:
"Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer".
¡Aleluya! ¡Gloria a Dios! Jesús sabía lo que había que hacer para alimentar la multitud hambrienta de aquel día; y también él sabe lo que se debe hacer para evangelizar el mundo hoy. Esto es, cómo llevar a cada individuo el pan de la salvación y no solo lo sabe; los más notable y lo más inspirador es que él encarnó y practicó los principios que luego enseño y recomendó a sus seguidores. Por lo tanto, no puede haber camino más seguro para llegar a la meta; no puede haber ninguna guía mejor que podamos seguir para lograr el objetivo que buscamos.

Antes de considerar los pasos que Jesús nos da en esta ocasión, vale la pena hacer una aclaración importante:

En el primer siglo, él no contaba con la mayoría de los medios inventos o adelantos tecnológicos de los cuales hoy disponemos en materia de comunicaciones. Por ejemplo, él no tenía tratados o volantes o folletos para distribuir. Todavía, por supuesto, no existían imprentas para imprimir afiches y anunciar la visita a un pueblo, a otra ciudad; no había porciones bíblicas, no había Nuevo Testamento, no había Biblias, tampoco había diarios o periódicos para hacer propaganda, menos aún, alto parlantes, micrófono para hablar a un auditorio numeroso; no había teléfono para poder anunciar la llegada a otra localidad, la radio y televisión no existía todavía; menos aún automóviles, ómnibus, trenes o aviones para tratarse rápidamente de un lado a otro; y ni hablar de máquinas de escribir, grabadoras, películas, computadoras, vídeos o correo electrónico, páginas en la web, internet y tantos otros inventos que han llegado a nuestro poder en nuestros días. 

Sin embargo, aunque Jesús no tenía a su disposición ninguno de estos medios modernos que hoy utilizamos y disfrutamos; a pesar de que no contaba con ninguno de estos adelantos; él conocía un plan sencillo, pero fundamental, por medio del cual el mundo podía ser evangelizado con los medios que pudieran estar a su alcance.

Ese plan o estrategia está entrelazado y sugerido en los capítulos 9 y 10 de Mateo. A continuación pasaremos a considerarlos:

"Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. 37 Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. 38 Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies. Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. 2 Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; 3 Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo, 4 Simón el cananista, y Judas Iscariote, el que también le entregó.
5 A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, 6 sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 7 Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. 8 Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia". Mateo 9:36-10:8.

Aquí encontramos tres cosas que Jesús mandó a hacer a sus discípulos, y que también tienen que ver con nuestra actividad en el día de hoy. 

Lo más importante debe ocupar el primer lugar. Cara a cara con las apremiantes necesidades de una multitud que tenía delante, sintiendo compasión por ellas, pues las veía como ovejas desamparadas y dispersas que no tienen pastor; es decir, a punto de ser devoradas por las fieras ¿Qué fue lo primero que Jesús ordenó hacer a sus discípulos? 

1. ORAR. 
Lo primero que Jesús ordenó es orar, o mejor dicho rogar.

Al pensar en este mandato observamos cuatro cosas importantes que queremos mencionar 

a. ¿Quién dice estas palabras?
Nada menos que Jesús el jefe supremo, la sabiduría encarnada, el único que no se puede equivocar, el único que nunca fracaso de ningún propósito.
b. ¿A quién lo dice? 
Lo dice a sus discípulos quienes estaban en un proceso de formación que culminaría con la aceptación voluntaria de las normas del discipulado enunciadas en Lucas 9:23.
"Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.
c. ¿Qué les manda a ser les manda a rogar?
Rogar es más intensivo que pedir, es orar o pedir con existencia, es pedir con perseverancia, es pedir hasta lograr lo que se reclama. 
d. ¿Para que les pide que rueguen?
Para que Dios envíe más obreros a recoger la cosecha.
Este es uno de los casi 150 mandamientos que algunos comentaristas bíblicos nos dicen que se encuentran en los evangelios y en las epístolas.
En el aposento alto, Jesús dijo que el verdadero amor o lealtad a él se pondría de manifiesto por obedecer y guardar sus mandamientos.
En el párrafo final del evangelio de Mateo que forma parte de la gran comisión el estableció que parte del ministerio de hacer discípulos sería "enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado" y entre esas numerosas listas de mandatos del Nuevo Testamento; y entre las palabras que pronunció a sus seguidores dice: 'Rogad que envíe obreros a su mies'. Para resaltar la importancia de esta orden podríamos usar una comparación y decir que, si admitimos que la evangelización del mundo es en sí misma una guerra espiritual; en ninguna guerra secular, algún soldado, cabo u oficial puede desobedecer una orden de un superior sin sufrir dolorosas consecuencias. Así que, orar por obreros como Jesús nos ha mandado para un discípulo debería ser algo serio y muy importante; se trata de una orden del jefe supremo.

Satanás conoce esta verdad mejor que nosotros; y él es el enemigo número uno y apuntará a impedir la oración. Este primer paso es fundamental porque la oración es uno de los elementos más potentes con los cuales Dios ha dotado a su iglesia y al creyente individual para realizar la tarea.

¿Cómo hace Satanás para impedir la oración?

Una de sus tácticas favoritas consiste en tratar de desestabilizar al hijo de Dios; por esta expresión queremos dar a entender lo que ocurre cuando, aunque sea transitoriamente, dejamos de depender de Cristo quien es nuestro centro y por así decirlo, nos separamos momentáneamente de la vid, a la cual debemos pertenecer unidos para recibir de la fuerza, la sabia, sabiduría y todo lo que necesitamos para el servicio. En tal caso, cuando nos separamos así, damos lugar a que el YO egoísta que está siempre al asecho ocupe, aunque sea por un corto tiempo, el lugar de mando y de control y cuando el creyente permite que Cristo sea desplazado de su lugar central; rápidamente, los objetivos que están unidos al Señor; es decir, la oración, la salvación por las almas, el testimonio, la evangelización del mundo, etc. Todo ello también se debilita pasa a un segundo o tercer lugar. Entonces, la oración en vez de ser usada para conquistar para avanzar para extender el reino de Dios se torna egocéntrica y muy pronto las peticiones que hacemos se refieren sólo a nuestras propias necesidades. Esto se puede comprobar asistiendo de incógnito a la reunión de oración de muchas iglesias y escuchando los pedidos que se hacen y ¿cuál es la característica que predomina? se confirmará el hecho de que gran parte de las peticiones giran sencillamente alrededor de mi persona, mi trabajo, mi enfermedad, mi familia, mi hijo, mi suegro, etc. Y se cumple lo que dice Santiago en el capítulo 4 de su epístola "pedís mal; pedís para gastar en vuestros deleites en vuestros propósitos, en vuestros intereses personales". Las oraciones por la extensión del reino por el envío de obreros; es decir, por los intereses del Señor, si se producen, generalmente, ocupan el último lugar.
Con razón alguien denominó a la obra misionera como "la cenicienta de la casa de Dios". Pero, Jesús es nuestro ejemplo; él encarnó de los principios que estamos delineando, el Señor nunca ha pedido a sus seguidores que hicieran lo que él mismo no practicaba. 

Dice la Biblia que en aquellos días fue al monte a orar; y pasó la noche orando a Dios y cuando fue de día llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos a los cuales también llamó apóstoles. Jesús oró y pidió por obreros. En su oración de Juan 17 se refiere varias veces a los que me diste y sin duda lo recibió en respuesta a la oración. 

En Lucas 10 nos dice que más adelante, designó y envió otros 70 obreros a toda la ciudad y lugar a donde él iría.  
¿Habrán participado los primeros doce discípulos de una reunión de oración para lograr que los 70 obreros fuesen enviados más tarde?
No se nos dice específicamente, pero es posible que lo hayan hecho. Lo cierto es que la oración es algo así como un engranaje esencial en la maquinaria de la acción y providencia de Dios. No siempre nos es dado saber cómo ni cuándo obra, pero sabemos que funciona y que es indispensable. 
Cuando los discípulos se levantaban por la mañana y Jesús no estaba con ellos, ellos sabían dónde encontrarlo. Estaba en un lugar desierto y allí oraba.

La historia de la iglesia muestra muchos avances logrados por medio de la oración. 
La manera como un Hudson Taylor y sus colaboradores lograron acrecentar el número de misioneros en la misión al interior de la China en los años 1875 al 1905 es muy desafiante e inspiradora.

En el libro "El secreto espiritual" se nos relata cómo Dios contestó las oraciones de sus siervos que pedían obreros.
Un día un Hudson Taylor estaba en pie ante el gran mapa de la China y le dijo a sus amigos y colaboradores que le acompañaban:
"¿Tienen ustedes la fe suficiente para pedir conmigo a Dios que nos envíe 18 jóvenes para que vayan de dos en dos a las nueve provincias de la China que han quedado sin evangelizar?"

Dios contestó plenamente la oración de aquellos pioneros de la misión y ellos llegaron a la China e iban predicando a Cristo a través de toda la extensión de esas provincias remotas que todavía no tenían ningún mensaje de la palabra de Dios 

Después de años de oración y de esfuerzo personal perseverante, el interior de la China se abría delante de ellos como una oportunidad sin paralelo. En todos los centros necesitaban refuerzos de personal. No avanzar significaba algo así como una retracción; hubiera sido como desperdiciar las oportunidades que Dios les daba delante de ellos.

¿Cuál fue el resultado de aquellos días de esperar confiadamente en el Señor? 

Con un paso de fe tan asombroso que hizo tan variada la comprensión y la simpatía de los amigos que los apoyaban desde Inglaterra. Elaboraron un llamamiento a las iglesias firmado por cada uno de los miembros de la misión pidiendo 70 obreros nuevos que fueran enviados dentro de los próximos tres años.

¿Habrá funcionado la oración? 
Dios obró maravillosamente y envío a los 70 misioneros solicitados durante los tres años siguientes. Pero la fe tuvo que pasar muchas veces por el crisol de la prueba. Más adelante en el concilio chino de la misión celebrado en Hanking, dedicaron una semana entera a la oración y al ayuno para que con corazones preparados pudiesen enfrentar los importantes asuntos que debían tratar. d

De la conferencia surgió la idea de que para poder hacer cualquier avance se necesitaban urgentemente 100 nuevos obreros. Con sumo cuidado se estudió el asunto hasta que Stevenson, que en ese momento era el director de la misión, envió un cable a Londres que decía: 
"Oramos por 100 obreros nuevos para 1887"
En esos tiempos la misión tenía solo 190 miembros y pedirle a Dios un aumento de más del 50% dentro de los próximos 12 meses realmente parecía algo imposible.

La oración en ese caso tenía un triple propósito:
1. Que Dios levantará 100 obreros escogidos por el mismo 
2. Que él supliera los 50 mil dólares que harían falta por encima de los ingresos normales sin que fuera necesario hacer solicitudes y colectas.
3. Que el dinero entrará en grandes sumas para reducir el exceso de correspondencia considerado una situación muy práctica en una oficina donde había poco personal

¿Qué ocurrió en 1887

600 hombres y mujeres se ofrecieron a la misión ese año. De los cuales fueron escogidos y equipados y enviados 102. Fueron 55 mil dólares los que se recibieron sin hacer ninguna colecta especial.

¿Cuántas cartas fueron enviadas? 
11 Donaciones. Dios contestó la oración una vez más y lo hizo de una manera notable.

¿Es nuestro Dios, el mismo Dios de Elías y de Hudson Taylor? 

Entonces, el primer paso de la estrategia es rogar, rogar, rogar por obreros. Debemos pedir por más obreros. Debemos pedir por el sostén que necesita; debemos pedir por poblaciones que se abran para el evangelio, debemos de pedir por grupos étnicos no alcanzados, debemos de pedir por cada cosa que se necesita para cumplir con la misión divina.

Pablo pedía que llorará por puertas abiertas y se debe interceder específicamente por cada cosa que sea necesaria para llevar a cabo la voluntad de Dios.

No cometamos el pecado y la equivocación de dejar a un lado esta extraordinaria y poderosa arma que Dios nos ha concedido que es la oración.

2. IR: Compasión+ Oración = Acción

"Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades. 2 Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos. 3 Y les dijo: No toméis nada para el camino, ni bordón, ni alforja, ni pan, ni dinero; ni llevéis dos túnicas. 4 Y en cualquier casa donde entréis, quedad allí, y de allí salid. 5 Y dondequiera que no os recibieren, salid de aquella ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos. 6 Y saliendo, pasaban por todas las aldeas, anunciando el evangelio y sanando por todas partes". Lucas 9:1-6.

Jesús fue enviado por el Padre, desde el cielo a la tierra, para cumplir una misión y tuvo siempre conciencia de la importancia de esa relación refiriéndose continuamente a ella. En el evangelio de Juan por lo menos 40 a veces se mencionan esas frases que pueden ser:
- El Padre que me envió 
- El que me envió 
- La voluntad del que me envió.

Esas expresiones parece que las usaba como un credencial para avalar su misión. Él continuamente exhibía la justificación y el respaldo a todo lo que hacía, diciendo que el Padre lo había enviado. En el aposento alto orando él dijo las siguientes palabras: 'Como tú me enviaste al mundo yo los he enviado al mundo' y también después de la restauración cuando se encontró con sus discípulos en su primera aparición les dice 'Como me envía el Padre así también yo os envío'.

La conclusión inevitable es que todo discípulo es potencialmente un enviado; por lo tanto, si nosotros somos sus discípulos, nosotros también somos enviados a cumplir una tarea.

"Llamando a sus discípulos, los envió" ¿A donde los envió? Eso no siempre podemos saberlo inmediatamente; lo importante que tengamos el Espíritu de Cristo. El Espíritu que es la cura de todo egoísmo; que estemos dispuestos a obedecer la guía y la dirección del Espíritu Santo para obedecer su palabra. Es seguro que nos ha enviado que estará con nosotros acompañándonos en todo tiempo para cumplir su misión. El Señor tiene una misión para cada uno de nosotros.

Jesús nos manda a ir; y en las Escrituras se presentan distintas áreas a donde él nos puede enviar. Pensemos en algunos de estos lugares y tal vez el primer lugar que tenemos que mencionar a dónde nos envía es: 

ÁREA 1
A nuestra familia, a nuestro barrio, a nuestra ciudad.

Al endemoniado gadareno lo envió a su casa.
¡Qué terrible fue la vida de este hombre! Esclavo de los demonios, viviendo en los cementerios, rasgándose las ropas, haciéndose daño también en su cuerpo, no lo podían sujetar con ninguna cadena, excitado de noche y de día, gritando e hiriendose con piedras;  tal era la forma de vivir de este hombre esclavizado por Satanás. Pero tuvo un  encuentro con Dios y fue libertado; y no solamente libertado, también transformado; y sus vecinos que sabían muy bien quién era él lo reconocieron como aquel que antes era un esclavo del poder de satanás y lo encontraron sentado tranquilo, vestido y en su juicio cabal.

¿Cuál fue el primer deseo de este hombre cuando sintió que había sido libertado del poder del mal?
El primer deseo que tenía era de seguir a Jesús acompañándolo, con sus discípulos, cruzando el lago para poder cumplir también con una palabra de colaboración al Señor y aquellos que le rodeaban. Pero el Señor pidió le impidió, dijo tengo para ti otro destino. Le dijo: 'Vuélvete a tu casa y cuenta cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo'.

Este nuevo discípulo no tuvo oportunidad de asistir a una iglesia nunca fue un alumno de la escuela sabática, nunca escuchó un sermón, jamás tuvo en sus manos un Biblia, no hizo ningún curso de evangelismo, ni de discipulado; no conocía las cuatro leyes y tampoco había sido enseñado en usar evangelismo explosivo u otros planes semejantes todavía, no había sido bautizado. Pero, aunque no tenía todas estas cosas que nosotros tenemos en el día de hoy, la Palabra de Dios dice que Jesús lo envío ¿Por qué lo envío? Porque había recibido algo muy valioso. Él sabía quién se lo había dado, él tenía algo que contar a las personas que le rodeaban y Jesús lo envío primeramente a su casa, a su hogar; y él extendió a su campaña de testimonio por toda la ciudad. Uno de los evangelios dice que fue por Decápolis = diez pueblos diferentes. De manera que, además de ir a los judíos, evidentemente, tocó con su historia a otras etnias que estaban refugiadas en esa parte de la Palestina. Tal vez, esta sea la zona a donde dios va a enviar a la mayoría de sus testigos:
- su hogar 
- su barrio 
- su fábrica 
- su escuela
- su oficina 

Es evidente que en una congregación de 100 o 200 personas el 90% va a seguir trabajando en el lugar donde está su casa, su familia y su empleo. Pero, el Señor puede vernos también a un lugar más distante encontramos.

ÁREA 2
Pueblos y Ciudades

La palabra de Dios que dice: "A los doce y a los setenta, los envió a toda ciudad y a todo lugar a donde él había de ir". 
Hay miles de pueblos y ciudades grandes y pequeñas en toda América Latina que necesitan que obreros como estos primeros discípulos, hombres y mujeres, tal vez, de la talla de Felipe, que no era un apóstol, era sencillamente un diácono de la primera iglesia de Jerusalén y Dios lo envió a Samaria, una ciudad a cierta distancia, donde mediante su instrumentalidad se produjo una verdadera revolución, un avivamiento espiritual y como resultado de eso muchos hombres y mujeres se bautizaban y entraban a formar parte del reino de Dios. Tal vez, alguno diga: Yo no me siento capaz de hacer eso; lograr tan grandes resultados como Felipe, yo no tengo don para eso. Entonces, tengo una buena noticia para ustedes. Quizás, pueda imitar a Felipe en un aspecto no tan espectacular de su ministerio. Porque dice la Palabra de Dios que, siendo el sensible a la voz del Espíritu Santo y obedeciendo su dirección, se dirigió a un camino desierto solitario y allí se encontró con un etíope que venía leyendo un rollo de las Sagradas Escrituras, pero que no entendía lo que leía y Felipe se acercó a él y entabló con él una conversación. Le dio a conocer a Cristo como su Salvador; incluso, lo bautizó, porque el mismo africano se lo pidió y la Biblia dice que luego él se fue por su camino gozoso. Probablemente haya sido el primer misionero que salió al exterior; es decir, al África donde, indudablemente, debe haber compartido con sus amigos y familiares la gran salvación que había recibido en aquel momento. 
Puede ser que usted no gane a muchas personas, pero Dios puede usarlo para ganar a uno, como Felipe ganó al africano, y a la vez esa persona que usted ganó, puede ganar a muchos más.

Así sucedió con Andrés quien ganó a Pedro; y Pedro, a su tiempo, fue usado para predicar y ganar nada menos que 3.000 personas. La verdad es que Dios necesita un ejército de hombres y mujeres como Felipe. Como Aquila y Priscila, ese matrimonio que tanto ayudó al apóstol Pablo. Que estén dispuestos a trasladarse, tal vez, con su oficio, con su familia, con su profesión, con su negocio, a zonas donde la bandera del evangelio aún no ha sido alzada y allí ganen almas, hagan discípulos y planten la iglesia del Señor. 

Dios sigue llamando y enviando a sus discípulos para que cubran vastas regiones necesitadas del evangelio; están en nuestro país, están en nuestras provincias, están en los países limítrofes, están en nuestro continente. Si usted sabe hablar el castellano tiene una vasta multitud de personas y pueblos a los cuales puede llegar con la bendita palabra de Dios.


ÁREA 3
Personas dispuestas a trasladarse con su oficio para que planten la iglesia del Señor en lugares no alcanzados.

Finalmente, Dios los puede estar llamando para enviarlo a donde Cristo todavía no ha sido nombrado. A Pablo lo llamó para enviarlo lejos a los gentiles ¡Qué obra de arte la que hizo el Señor con ese apóstol! Jesús se encara al que podríamos llamar el jefe de los enemigos de la iglesia en aquel entonces y lo transforma en el misionero más grande de la historia Pablo se gozaba en dar su testimonio de esta manera en una carta que le escribió a Timoteo le dice:
"Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel y me puso en el ministerio, habiendo sido blasfemo, perseguidor e injuriador; fui recibido a misericordia para que Jesucristo mostrase en mí todas sus clemencia, para que yo pueda ser un ejemplo para lo que habían de creer en el posteriormente".

Sabemos que Pablo tuvo que pasar por largo periodo de preparación antes de que Bernabé lo fuera a buscar a tarso lo llevara Antioquia y allí se prepararán para la obra misionera. Luego, desde allí, emprendió los viajes misioneros con los cuales llevó el evangelio nada menos que, a al Asia menor y finalmente, a Europa. Pablo es pues, el típico modelo de misionero pionero, que no habiendo compartido el ministerio terrenal de Jesucristo, escucha el llamado de Dios y dedica totalmente su vida a llevar la palabra de Dios a las regiones lejanas que nunca han escuchado este mensaje bendito.

Miles de hombres y mujeres, de las más distintas nacionalidades como Pablo durante estos 20 siglos han recibido el mismo llamado y lo sigue recibiendo y han servido enviados por Dios, a lo largo y a lo ancho de los cinco continentes, pero Dios sigue necesitando hoy a muchos jóvenes y señoritas que experimenten este llamado, que estén dispuestos a vivir y a servir yendo lejos, a los gentiles, a los paganos a los que nunca han escuchado; es decir, a miles de etnias que todavía no están evangelizadas, ir hasta lo último de la tierra.
Rogamos que Dios siga llamando y enviando misioneros pioneros como Pablo para concluir la tarea. Si obedecemos su llamado, como Pablo lo obedeció, estaremos siguiendo en los pasos de Cristo.
Jesús es también el modelo perfecto del cumplimiento de este segundo paso. Dijimos que cuando Jesús trazó estos pasos, él dio el ejemplo.
"Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas enseñando en las sinagogas predicando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad en el pueblo".

En su primer año de ministerio él pasó por Samaria; y después de ganar a la mujer samaritana, plantó allí la semilla en el corazón de los samaritanos, hasta el punto que formó una pequeña iglesia porque se convirtieron varias personas 
También dice la Biblia que él fue al norte, a la región de Tiro y Sidón que eran ciudades que no pertenecían a Israel; eran ciudades de Siria, que era un país extranjero, lo cual significa que el Señor Jesucristo hizo las mismas cosas que les mandó hacer a sus discípulos. En una sola palabra, Jesús obedeció el 'Ir por todo el mundo' como ninguno. Se puede decir que en sus tres años de ministerio puso en práctica el pequeño bosquejo que hay en hechos 1:8 

¿Dónde le ha enviado Dios a usted?

Le ha mostrado claramente que usted es un enviado que lo necesita y que sin duda tiene un lugar determinado para su servicio. 
¿Será ese lugar en su barrio, será en su pueblo, será en su ciudad?
¿O tal vez hace tiempo, Dios le está mostrando algún pueblo de la provincia donde usted nació?
¿O puede llevarlo también a los países limítrofes?
¿O siente que Dios le está llamando como a Pablo y a otros muchos, que dedique totalmente su vida al ministerio y sea un misionero en un país extranjero?

Cualquiera sea su convicción estoy seguro que le hará bien escuchar las palabras del ardiente llamamiento que el General William Booth dirigió una vez a sus oficiales del ejército de salvación, cuando animándoles a ir al campo misionero les dijo:

"¿Qué dices, que no has sido llamado? No he oído el llamado es lo que debiera decir. Él te ha estado llamando desde el momento que perdonó tus pecados, si es que has sido perdonado, suplicándote y rogándote que seas su Embajador.
Pon tu oído sobre la Biblia y escúchala. Te dice que vayas y arranques a los pobres pecadores del fuego del pecado. 
Pon tu oído sobre el ardiente y agonizante corazón de la humanidad y escucha suplicante lamento pidiendo ayuda.
Ve y ponte junto a las puertas del infierno y escucha a los condenados implorando te que vayas a la casa de sus padres para que sus familiares no vayan a aquel lugar de tormento. 
Y entonces, mira cara a cara a Cristo cuya gracia te dice poseer y cuyas palabras has prometido obedecer; y dile si no has de ir a publicar su misericordia al mundo. 
No debes estarte quieto, levántate, sacúdete, haz algo, hazlo enseguida, no te detengas más. Lee, da, ora, habla, canta, haz lo que puedas para que, los que se pierden, sepan la verdad sobre ellos mismos, la verdad sobre Cristo, la verdad sobre el cielo y el infierno". 

Si lo haces, seguramente Dios te bendecirá.

¿Cuántos jóvenes y señoritas que están sirviendo a Dios en su ciudad o iglesia responderán al llamado del señor y se preparara para ir a estos lugares lejanos donde la necesidad es más apremiante? 
Dejo con ustedes esta pregunta.
Quiera Dios que muchos de los que escuchan estas palabras ofrezcan al Señor sus vidas para poder contestar esta pregunta.

miércoles, 27 de agosto de 2025

Cómo orar por la obra misionera

En https://www.youtube.com/watch?v=D_l3WsXWXeo&t=1s (Accesado 28/08/2025)

La estrategia de Jesús para evangelizar el mundo es dar.
"De gracia recibisteis, dad de gracia"
"El dinero es el cuello de botella de la evangelización del mundo. Si tuviéramos dinero podríamos completar la tarea en nuestra generación". - Pablo Smith

Se ha dicho con razón que hay tres clases de dadores: el pedernal, la esponja y el panal de miel 

Para conseguir algo del pedernal hay que darle duro con el martillo y solo se obtienen chispas y polvo. Muchos dadores son como el granito duros. No dan nada si pueden evitarlo
Para tener agua de una esponja solo hay que exprimirla. Otros como la esponja tiene buena disposición. Dan por presión y dan en la medida que se les aprieta.
Más el panal de miel se desborda con su propia dulzura. Unos pocos son como el panal de miel sienten placer en dar sin que nadie les pida.

Dios tuvo un solo hijo y los dio.
Jesucristo tuvo una sola vida y la entregó en la cruz.
Dios tiene ahora un pueblo escogido un cuerpo que es la iglesia
¿Se dará a la iglesia en entrega total a Dios para alcanzar el mundo y cumplir con el más caro deseo que Dios tiene en su corazón?

Pablo quiso provocar el amor de los corintios para que participaran de una ofrenda abundante; y lo hizo elogiando a los cristianos de la iglesia de macedonia con estas palabras

Pablo entendía que ese era el secreto de las generosas ofrendas que aquellos hermanos habían dado con gozo, aun viviendo en medio de circunstancias adversas y difíciles.

Algunos se asombran porque las escrituras nos dicen que los primeros cristianos daban sus bienes sus posesiones sus cereales ¿pero no debería ser ese el proceder normal de un cristiano? ¿el hijo de Dios, dador, no debería ser semejante a su Padre celestial?
Hagamos las siguientes consideraciones:

¿Nos asombramos porque un pájaro vuela? No, porque es normal para un pájaro volar.
¿Nos asombramos porque un pez nada debajo del agua? Por supuesto que no, porque está en su lugar.
¿Nos asombramos porque la luz alumbra? 
¿Nos asombramos porque el agua apaga la sed?
¿Nos asombramos porque el pan nos quita el hambre?
 ¡De ninguna manera! tales acciones no nos sorprenden porque están en armonía con la naturaleza de los sujetos que las ejecutan.
¿Por que no nos asombramos? 
Porque está dentro de la naturaleza de cada uno de estos elementos hacer lo que hace. Dios los creó para funcionar de esa manera y no de forma contraria.
De igual manera, cuando Dios nos estimula a dar, lo hace para que desarrollemos una potencialidad que, por su gracia, él nos ha conferido.

¿Cómo sabemos esto? 
Porque la palabra de Dios nos enseña que en virtud de nuestra unión con Cristo hemos llegado a ser participantes de la naturaleza divina.

"Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia". 2 Pedro 1:4.

Una de las características principales de la naturaleza divina es que es una naturaleza dadora.
Continuamente se expresa Pablo a Timoteo 'nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos'. Entonces, se ejercitemos esta capacidad e imitemos a nuestro Padre celestial. Todo lo que tenemos lo hemos recibido y en gran parte lo hemos recibido para darlo, para compartirlo con otros 

¿Cómo y cuánto dar? 
Eso no será ningún problema para los que tienen a Cristo viviendo en sus corazones. El vivió dándose a sí mismo. 
En el famoso sermón del monte expreso con singular claridad y precisión la fórmula por excelencia sobre la gracia de dar. Dijo: "Den a otros y Dios les dará a ustedes, les dará en su bolsa una medida buena sacudida y repleta. Dios los medirá a ustedes con la misma medida con que ustedes miden a otros" Lucas 6:38.

"Ofrende usted según sus entradas, no vaya a ser que Dios le de entradas de acuerdo con sus ofrendas"

¡Qué problemas se le presentarían a muchas personas si Dios obrara de esta manera!
 
Hagamos memoria de todo lo que Dios nos ha dado 

¿De quién hemos recibido la vida? De Dios. Entonces, la mejor y más sabia manera de invertirla, es dedicando nuestra vida a Dios.
¿De quién hemos recibido de las fuerzas físicas? Me dirijo especialmente a los jóvenes. Pues de Dios. Si esto es así, concedámosle a nuestro Hacedor la oportunidad de usar ese extraordinario potencial
¿De que hemos recibido de las capacidades, los talentos, los dones que poseemos? Dios es el dador. de todas estas maravillosas potencialidades y regalos y ¿para quien, sino para él, deberían ser utilizados?
¿De quién hemos recibido la salud, el dinero, el tiempo que disponemos?
Si todo lo que tenemos, directa o indirectamente, lo hemos recibido de Dios ¿para quien debería ser usado prioritariamente, sino para él?

GRATITUD - CAPACIDAD DE DAR

Sin duda, el hecho de que Dios nos haya creado a su imagen y semejanza y que, por su gracia, nos haya unido con su hijo Jesucristo genera en cada ser redimido un sentimiento de gratitud junto con una capacidad y potencialidad para dar a otros apuntando al ideal supremo señalado por Jesús: 
"Sed pues vosotros perfectos (es decir, maduros) como vuestro padre que está en los cielos es perfecto" Mateo 5:48.

¿De qué manera vamos a ejercer nuestra mayordomía?
Se puede decir que la Biblia es un manual sobre el importante tema de dar. En términos generales se ha dicho con razón que, en el Antiguo Testamento, el énfasis mayor estaba basado en el tiempo y formaba parte de la ley que fue dada originalmente al pueblo de Israel. En el Nuevo Testamento se realza con más fuerza el concepto de la mayordomía aunque la verdad de la mayordomía también figura en el antiguo testamento; y el diezmo no está excluido de la enseñanza de la mayordomía del Nuevo Testamento.

La Biblia enseña, desde la primera página hasta la última, que somos mayordomos de Dios. Por lo tanto, no somos dueños absolutos de nada de lo que tenemos, sino somos solamente administradores.

Biblicamente, se nos presentan las responsabilidades que implican esta capacidad que Dios nos ha dado de recibir cosas de él y de compartirlas con otros. 
Pero, no hay más que leer la parábola de los talentos o la otra denominada la parábola de las diez minas, para entender que el hombre noble, que se fue a un país lejano para recibir un gremio y volver, no puede ser otro que nuestro Señor; y que él ha repartido sus bienes, su capital entre sus siervos que somos nosotros sus hijos.

A uno le dio 5000 monedas
A otro le dio 2000 
Y a un tercero le dio 1000 monedas.

Distribuyó sus posesiones que sin duda simbolizaba los dones las capacidades, el dinero y las posesiones que nos ha otorgado a cada uno. 

Evidentemente, les dio estos bienes para negociar en su ausencia y promover los intereses de nuestro Señor.

¿Cuál es el interés principal de nuestro Señor? ¿No es acaso, la rápida evangelización del mundo?

Este pasaje enseña que, tanto los recursos humanos; es decir, los creyentes redimidos, el dinero, los recursos materiales, que se necesitan para terminar la gigantesca tarea de evangelizar el mundo, según dice la Palabra de Dios, están en las manos de usted y en las manos de su iglesia.

¿En qué vamos a invertir la vida y los múltiples recursos económicos que Dios nos ha repartido como a sus mayordomos para completar la tarea, si no es, en esta principal de evangelizar el mundo? ¿Acaso los usaremos exclusivamente para nuestros intereses personales? Dios nos permita que hagamos semejante malversación de fondos.

Seamos sabios y fieles y utilicemos los recursos, prioritariamente, para extender su reino y terminar la evangelización del mundo.

Las parábolas finalizan con una referencia clara al regreso del Señor y a una inevitable rendición de cuentas de lo que hemos hecho con los recursos que nos ha confiado.
Que esta verdad nos mueva a hacer una sincera revisión de nuestras inversiones para asegurarnos que estamos procediendo en armonía con nuestra función de mayordomos, a quienes el Señor ha confiado para realizar su tarea.

Con estas palabras terminamos nuestra meditación sobre la estrategia de Jesús para evangelizar el mundo.

Recuerdan los tres pasos que hemos señalado:

1. Rogar para que Dios envíe más obreros a su obra. Haga de esta oración una oración diaria.

2. Ir. Cada uno de nosotros, aquí, allá y más allá, Dios tiene una tarea y un campo preparado para usted.

3. Dar. Todas las veces que Dios nos llame a ejercer este apostolado tan importante de compartir las cosas que él nos ha dado a nosotros.

Cada uno de estos pasos es un mandamiento que el Señor Jesucristo en algún momento dio a sus discípulos.

"Si me amáis guardad mis mandamientos" Juan 14:15.

Esto significa que si nosotros estamos obedeciendo estos tres pasos que hemos señalado, estamos obedeciendo cada uno de los mandamientos que Dios nos ha señalado.
El señor Jesús está llamando a jóvenes y señoritas para que entreguen sus vidas para el ministerio misionero mundial

Una poesía y canción preferida lo expresa de esta manera:

El Señor Jesús está llamando 
¿Quién al campo a trabajar irá? 
¿Quién irá buscando a los perdidos?
 ¿Quién la senda les enseñará?

Cuando el trozo de carbón ardiente 
Al profeta vil purificó 
Al oír la voz que le llamaba 
"Mándame Señor", él respondió.

Hay millones que en pecado mueren 
Escuchad su llanto de dolor
Acudid con tiempo a rescatarles 
¿Quién dirá: oh envíame Señor?

Pronto el tiempo de la siega pasa 
Pronto iremos al celeste Edén
Ojalá que aquel solemne día 
Cristo allí nos diga: 'hiciste bien'

Quiera el Señor que nuestra oración sean las palabras del coro en esta poesía 

"Háblame oh háblame,
Y heme aquí responderé Señor 
Háblame y te diré 
heme aquí o envíame Señor"

Que mostremos nuestro amor y lealtad al Señor obedeciendo cada uno de estos mandatos.

Un misionero dijo estas significativas palabras:

"Sin compromiso, misiones es solamente una teoría.
Sin compromiso, la gran comisión es solo una emoción que dura seis meses.
Sin compromiso, les cuesta ir y después regresar a casa al trabajo a la familia a los seis meses de haber estado allí 
Es necesario que despertemos y tomemos conciencia del hecho de que no estamos jugando a la guerra; estamos, literalmente, en una verdadera lucha espiritual por la conquista de almas además que Cristo redimió cuando dio su vida en la cruz del calvario.
Y así como Jesús se comprometió cuando vino al mundo y murió para salvarnos; la extensión del reino jamás se logrará, a menos que los cristianos nos comprometamos y lleguemos a hacer lo que podríamos llamar discípulos con mayúscula. Es decir, no de nombre sino aceptando y viviendo lo que significa ser un seguidor de jesús lo cual integralmente implica un compromiso serio".

Fue esta clase de compromiso lo que llevó a tres misioneros pioneros llamados los tres con el nombre Fred tenían el mismo nombre aunque distinto apellido los llevó a incursionar en el peligroso infierno verde de Brasil, como bravos soldado el Reino de Dios.

¿Qué pasó con ellos? 
En algún lugar de esas selvas descansan los restos mortales de estos misioneros comprometidos, cuyo fin, humanamente hablando, solo lo conocieron una banda de feroces indígenas;  que por lo poco que sabemos, no solamente los masacraron sino que sólo se encontró de ellos y sus pertenencias un pequeño motor fuera de borda 

¿Cuál fue el último mensaje que estos tres hombres comprometidos para la vida y para la muerte dejaron? 

"Hermanos, manténganse firmes junto a nosotros.
Si el resultado de nuestro esfuerzo fuera lo menos que deseamos,
Oren y envíen a otros para continuar lo que el Señor ha comenzado
Si fuera la voluntad de Dios que nosotros perdamos la vida 
Nuestra oración es que más hombres y más mujeres y recursos sean despachados con prontitud para continuar el avance"

¿Qué podemos hacer para asumir este compromiso tan indispensable?

Veámoslo en alguna medida en la siguiente sección poniendo en práctica lo que llamamos el compromiso de misiones 

1. Orar por la obra misionera.
En un boletín de cruzada cada hogar se publicó la siguiente exhortación decía así:
"Con el respaldo de más de 50 años de ministerio mundial podemos decir sin reservas que, la mayor necesidad en el campo del evangelismo mundial y las misiones no son los obreros, ni los materiales, ni el dinero. La más grande necesidad es que, los cristianos con toda honestidad, los que estén preocupados por los millones de seres que aún no han sido evangelizados, oren ahora, diariamente, oren en forma consistente y sistemática pendiente y compasivamente 

¿Será usted uno de esos hombres y mujeres que oran de esta manera?

"La oración eficaz del justo puede mucho"

Charles Finey decía: 
"La oración prevaleciente o eficaz es aquella que obtiene la bendición que busca. La misma idea de la oración eficaz es que ella alcanza el objetivo que se propone". 

Cuando Jesús ya estaba a punto de enfrentar la cruz para consumar con su muerte este gran plan de salvación; el buscó el compañerismo en oración con sus discípulos más íntimos.
No les pidió que organizaran un programa, no les pidió que hicieran un congreso sobre la oración; sino les pidió que velarán y oraran.
Pero ellos en esa ocasión fallaron rotundamente. Perdieron lo que podríamos llamar la "oportunidad de oro" 
La pregunta que Jesús les hizo en aquella circunstancia fue: ¿No habéis podido velar conmigo una hora?
Y esa pregunta sigue teniendo vigencia y es un desafío permanente para todos los cristianos, para todo discípulo. La importancia fundamental de la oración se destaca al recordarnos que en las escrituras la palabra oración y sus derivados aparecen más de 450 veces.

No hay referencia a ningún curso para obreros sobre la oración. Esto muestra que en algunos círculos por lo menos se le ha venido dando cada vez menos importancia y no se la considera como una herramienta esencial en el instrumental del obrero cristiano.

Aquí nos proponemos dar algunas sugerencias sencillas sobre cómo se puede llevar a cabo, específicamente, el propósito de orar por la obra misionera mundial mostrando varios niveles o varias maneras de hacerlo. 

1. A nivel personal.
Damos por sentado que si Jesús necesitaba tener diariamente un tiempo de comunión en relación con su Padre, nosotros también lo necesitamos. De lo contrario, será muy difícil de ver una vida cristiana consistente y como se ha dicho, acertadamente que, así como no se puede vivir sin respirar, tampoco se puede vivir la vida cristiana sin orar. 

En ese periodo devocional privado, que todo creyente debería tener en algún momento del día; las peticiones relacionadas con el avance misionero mundial deben tener un lugar preferencial. 

El modelo de oración que Jesús nos dio nos lo sugiere así. ¿Cómo comienza el Padre nuestro? pidiendo que el nombre de Dios sea santificado o sea sea respetado en toda la tierra. 
Entonces nos preguntamos: 
¿Cómo van a santificar el nombre de dios millones de personas que nunca han oído hablar de él? 
¿Cómo van a reverenciarlo adorando y amarlo quienes todavía no lo conocen?

Tomemos nota. 
La primera petición en la oración que Jesús enseñó tiene transfondo y sabor misionero 
La segunda y la tercera no le valen saga. Dicen que venga tu Reino. Sólo puede venir mediante la predicación del evangelio.

"Será predicado este evangelio del reino en todas las etnias para testimonio". Mateo 24:14.

"Que se haga tu voluntad así en la tierra como en el cielo" 

Ese cambio en el corazón del hombre solo se puede lograr mediante la dinamita del evangelio.
Jesús puso demandas misioneras en el comienzo de la lista de oración ¿por qué no hacerlo también nosotros en nuestra lista de peticiones?

Tal proceder está respaldado con una segura promesa. Si buscamos primeramente el reino de Dios y su justicia, y la oración es uno de los medios que puede contribuir a darle esa prioridad, todas estas cosas; es decir, necesidades personales y materiales, nos serán dadas por añadidura.

2. Nivel de familia
¿Cómo está la salud del altar familiar en su hogar? 
¿Sobrevive todavía?
¿Se reúne la familia, por lo menos una vez al día, alrededor de la mesa para leer un pasaje bíblico y orar?
 
En tal caso, oraciones por motivos misioneros deberían estar presentes.
Esto se podría lograr de varias maneras. Una forma sería haciéndolo diariamente. Tal vez, intercediendo por uno o varios misioneros con nombre y apellido. Nombrarlos individualmente y así, ir orando por ellos y también por los países donde ellos están sirviendo. O presentando las necesidades de un país donde las puertas están cerradas para la proclamación del evangelio. O la misma predicación generalmente implica sufrimiento persecución, condiciones que requieren la intercesión en oración del pueblo de Dios.

Personalmente, he sido bendecido por usar la guía mundial de oración que actualmente se publica en castellano, en la cual cada día se presenta la necesidad de un grupo étnico no alcanzado acompañado de una anécdota relacionada con él y una breve meditación bíblica. 
Otra manera sería asignar 1 o 2 días de la semana en los cuales el grupo familiar dedica el tiempo de oración a las peticiones sobre misiones. Si el jefe de la familia tiene a las misiones en su corazón, lo más probable será que, lo que llena su corazón se desbordara en las oraciones de familia. 
Hagamos un esfuerzo sincero por activar estos dos primeros niveles el nivel personal y el nivel familiar.

3. Nivel de la Iglesia
Bienaventurado es el pastor y la iglesia que logra mantener una reunión de oración semanal concurrida dinámica y vital hay muchos métodos y muchas maneras de lograr que un encuentro de gracia sea realmente espiritual atractivo e interesante 
¿Tendrá el programa de la oración un lugar en su iglesia?
¿Tendrá el programa de la reunión de oración lugar para orar por misiones?
 Esto puede ocurrir o no dependerá en gran parte de la visión de quien preside la reunión y del sentir de los miembros que participan de ella.

Por muy normales y necesarias que sean, las necesidades personales, terminan ahogando o desplazando las oraciones por la obra del Señor. Para contrarrestar esta tendencia se podrían sugerir dos cursos de acción: 
a) Que se establezcan, claramente, varios períodos de oración por distintos temas. Que uno de ellos, si fuera posible el primero, sea asignado a asuntos misioneros. Es decir, orar por obreros, por pueblos no alcanzados, por finanzas, por conflictos que hay en el campo misionero, etcétera 
b) Que el grupo que siente más intensamente la carga por misiones se separa del resto en una sala aparte y se dedique a orar por los temas que afectan las visiones mientras otros presentan peticiones de oro sobre otras necesidades en otro lugar.

Si la obra misionera mundial es la tarea principal que la iglesia debe realizar y no ocupa un lugar preferencial en su vida de oración, es evidente que hay en su cuerpo una distorsión importante y es necesario curarla lo antes posible.

4. Nivel Púlpito. 
En el culto semanal, la intercesión misionera tiene por derecho propio un lugar bien ganado y nadie tiene derecho a arrebatárselo.

El pastor de una iglesia que vive la obra misionera con intensidad dio el siguiente testimonio en cuanto a lo que pasaba dentro de su pueblo. Dice:

La visión misionera de nuestra iglesia se estimula en gran parte, por la conferencia misionera anual; pero, el énfasis misionero no termina con esa actividad; al contrario, sigue adelante con un gran planisferio colocado en la parte delantera del templo iluminado con luces que indican dónde están los misioneros y nos hace un recordatorio constante de donde ellos se encuentran y de la obra que están realizando. Además el boletín "eco misioneros" es un resumen de las cartas que los misioneros nos envían, se distribuye a toda la membresía cada mes y cada miércoles por la noche en la reunión de oración semanal hay una hora de oración entera con pedidos solicitados por los misioneros, escritos a máquinas, distribuidos por medio de tarjetas y así todos tienen la oportunidad de participar orando por la obra misionera mundial.

Cada domingo por la mañana una larga flecha señala un punto en el planisferio luminoso y el pastor guía el flash misionero y la oración especial por un obrero en particular.
¿No les parece que este es un ejemplo dentro de imitar? 
Tal vez necesita ser adaptado a la dimensión misionera de nuestra iglesia; pero, cada culto del año en la reunión principal, debe haber oración definida y directa por la obra misionera mundial 

5. Grupos Pequeños
Se forman dos grupos de empresas doce personas que tienen un mismo sentir y que se reúnen mensual, quincenal o semanalmente para dedicar un tiempo especial a la oración por la obra misionera.

Los participantes deciden el tipo de programa que desean adoptar. Generalmente, leen una porción bíblica con una breve meditación; ocasionalmente, se comparte el capítulo de un libro misionero. Pero la nota principal es que disponen de tiempo y libertad para dedicarse exclusivamente a la oración, para lo cual se valen de informes o cartas de misioneros, presentación de problemas y conflictos de distinta naturaleza.

A medida que se ora por los campos misioneros se va creciendo una lista larga de peticiones definidas a través de las informaciones que los mismos misioneros nos envían y cada iglesia tiene espectro de oración.

Podemos obrar en primer lugar para que Dios llame y levante sobrero de nuestra propia iglesia eso dijo rogada el señor de la mies que envíe obreros a su mies ese es un mandamiento para seguir obedeciéndolo continuamente 
Podemos orar para que guíe la preparación espiritual y capacitación transcultural de aquellos que son llamados y que se están preparando para ir al campo.
Podemos orar para que haga nuestra iglesia una iglesia enviadora, que sostenga y se haga responsable por los obreros que envía. Que muestre a la iglesia cuáles son los pueblos o grupos étnicos no alcanzados a los cuales los obreros los obreros de nuestra iglesia deberían de ir. 
Debemos de orar para que provea un sostenido y sólido sostenimiento tanto espiritual como financiero. Que la iglesia se haga realmente responsable por el obrero y la familia que ha enviado al campo misionero para cumplir con esta sagrada misión.

En conclusión amigos como alguien dijo en una ocasión:
"Dejemos de hablar sobre de hablar sobre la oración y pongámonos inmediatamente a orar".

Cómo responder al llamado de ir

"Cuando vastas regiones de distintos continentes
todavía están postradas en la más completa tinieblas y millones
sufren los horrores del paganismo y el islam
más que un llamado para ir al extranjero
usted debería probar que tiene un llamado para permanecer en su país" - Keith Falconer.

"El llamado es la revelación de Dios a usted
de que es su voluntad de que todos los seres humanos escuchen el evangelio
de modo que debería dejar de afligirse por el llamado 
y disponerse a responder a la revelación que Dios le ha hecho de usted
en la manera como él le guía a usted".

"Señor Jesús me entrego a tu servicio 
y ahora me hago la pregunta dónde puedo servirte 
tu palabra dice que tu deseo es que el evangelio sea predicado hasta los último de la tierra
mi anhelo Señor es establecerme en el lugar en que más necesiten obreros 
y en el lugar donde hay mayores dificultades". Roberto Morrison. 

Uno de los relatos más maravillosos del Nuevo Testamento es aquel en el cual Pablo testifica como fue llamado primeramente a la salvación, pero inmediatamente llamado a cumplir una tarea específica como misionero en el reino de Dios. Tal experiencia cambió por completo la vida de este siervo de Dios y sus testimonios podemos leerlos en el capítulo 16 al 26 de los Hechos de los Apóstoles.

Por estos testimonios que acabamos de citar vemos qué es muy importante prestar debida atención a todo lo que tiene que ver con el llamado de Dios; y a cómo responder al mismo.

¿Quienes irán a predicar el evangelio? 
¿Necesitan estos obreros un llamado especial para dejar todo y dedicar sus vidas a la predicación de la palabra de Dios?
¿Hay tal cosa como un llamado al ministerio para la obra misionera o para una tarea específica?
¿Qué dice la bendita palabra de Dios sobre este tema?
¿Son todos los seres humanos a la salvación?

La simple lectura de la Biblia nos mostrará de que dios llama a todos los son todos los seres humanos a la salvación. En el mismo comienzo de la historia llamo Adán y Eva cuando ellos desobedecieron; y después de dialogar con ellos y mostrarle las consecuencias de su pecado les prometió que enviaría un Salvador.

Por medio de Noé, pregonero de justicia, llamó a una generación antediluviana para que si tenía deseos podría escapar del castigo alojándose en esa arca que Noé construyó.
Más adelante llamo a los israelitas, por medio de Moisés, cada vez que eelos desobedecían y se apartaban de Dios
Siguió llamando al pueblo de Israel por medio de todos sus profetas. Dios no quería que Israel se perdiera.
Llamó a los habitantes de la ciudad de Nínive por medio de Jonás
"Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado" Mateo 4:17.
"Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento". Mateo 9:13.

"Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga". Mateo 11:28-30.

Estos son los conmovedores llamamientos a la salvación que hizo durante su ministerio.
Toda persona que ha nacido de nuevo, y es un verdadero hijo de Dios, seguramente ha llegado a experimentar esa bendición por haber respondido al llamado de Dios, que él hace por medio de su palabra y por medio de su Espíritu. Aunque no todos responden, Dios llama a todos a la fe y a la salvación.

DIOS LLAMA A UNA TARESA ESPECÍFICA

Pero también Dios llama a muchos de sus escogidos a llevar a cabo una tarea específica: 
Las escrituras registran como Dios por ejemplo llamó a Noé para que el construyera un arca y diera a su generación la oportunidad de escapar del diluvio.
Dios llamo Abraham para formar un pueblo especial a través del cual se pudiera mostrar a las naciones su gloria y por medio del cual también vendría el mesías para dar su vida por la humanidad.
Encontramos más adelante que Moisés fue llamado por dios para libertar a su pueblo del yugo de los egipcios  
Leemos en el Antiguo Testamento como llamó Elías, como llamó a Jeremías, como llamó a Ezequiel y a otros profetas para hacer sus siervos y sus mensajeros y ellos cumplieron con esa misión. 

También en las páginas del Nuevo Testamento tenemos la descripción de como Jesús llamó a sus discípulos: "Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él". Marcos 3:13.
Tenemos el relato de cómo llamo a Mateo que dejó su empleo público y lo siguió fielmente y ya hemos hecho referencia a la manera como el Señor llamó a Pablo. 
"Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia" Gálatas 1:15.
"Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio" 1 Timoteo 1:12.

Entonces no queda duda que estas personas, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento junto a miles de hombres y mujeres a través de la historia fueron llamadas primeramente a la salvación y algunos de ellos también recibieron un llamado definido para una tarea específica, para un ministerio especial que, en la mayoría de los casos, significaba la entrega de toda su vida para cumplir con la tarea que el Señor les había asignado.

Ideas falsas sobre el llamado

Sí. El hecho sobre el llamado de Dios fácilmente puede ser confundido con otras ideas que la mente y el corazón engañoso elaboran y que no tienen fundamento en la palabra de Dios. Algunas de estas fantasías podrían ser las siguientes:
- Algunos piensan que para esos llamados deben tener algo así como una visión sobrenatural es decir un sueño semejante a los que tuviera un Jose o Nabucodonosor 
 - Otros consideran que la emoción o la tristeza que se siente cuando uno escucha la condición en que se encuentran los paganos que esa emoción en sí constituye un llamado. Es una equivocación.
- Otros por el contrario esperan sentir alguna deliciosa sensación física o algo así como un toque eléctrico o un calor subiendo por la espalda y bajando por el cuerpo 
- No faltará que me imagina y espera que el llamado sólo ocurrirá leyendo las escrituras y que un rayo de luz del cielo ilumine algún texto bíblico y le muestra que Dios le está llamando para ir a la China o ir a la India 
- La idea el llamado también puede mezclarse y confundirse con el intenso deseo de viajar y de conocer otros pueblos
- El deseo muy humano y común de sobresalir o destacarse sobre los demás. El querer ser un héroe liderando a los integrantes de una cultura inferior o diferente a la nuestra, puede ser también una trampa que nos haga pensar que estamos siendo llamados a ser misioneros 
- Alguno, inclusive, puede estar esperando oír una voz audible como escucho Samuel o como escuchó el apóstol Pablo. 
Varias son entonces las situaciones que se presentan frente a este llamado divino.
Digamos y aclaremos por un lado que no podemos limitar a Dios; y decir que Dios tiene que llamar de esta manera o de otra manera. También debemos admitir que algunos de estos elementos, como por ejemplo un sueño o el dolor por la condición y destino de los paganos pueden ocasionalmente formar parte
del proceso de un llamamiento. Sin embargo, no es común en estos tiempos cuando tenemos la revelación completa en las escrituras y la revelación en la persona de Cristo que Dios utilice estos medios. Tampoco tenemos promesas y enseñanzas bíblicas o instrucciones que nos alienten a esperar que Dios nos va a llamar de esta manera o de otra manera.

¿CÓMO DEFINIR EL LLAMADO DE DIOS?

Para ayudarnos también podemos usar una comparación:
Nos hemos dado cuenta que, a veces, resulta difícil definir algunas de las cosas más preciosas y más valiosas de las cuales disfrutamos en esta vida. Por ejemplo, definir con claridad y exactitud lo que es el llamado de dios puede ser tan dificultoso como sería definir lo que es la luz, o lo que es el aire, o lo que es la electricidad, o lo que es el amor. Sin embargo, tenemos que aceptar el hecho que aunque nos cueste definir estas cosas y nos podemos dar una explicación exacta de las mismas, sabemos positivamente que existen y disfrutamos de cada una de ellas.
Algo seminal puede suceder con la verdad acerca del llamado. Es un hecho indiscutible que todos los creyentes son llamados a la salvación y también a testificar de Cristo personalmente también es evidente que las Escrituras nos muestran que Dios llama a algunos para un servicio especial. El que este llamado generalmente implica renunciar a muchas otras ocupaciones legítimas para dedicar totalmente su tiempo y su vida a llevar el evangelio de la salvación a otros lugares del mundo.
De esta manera aceptando ese llamado, estas personas llegarán a ser misioneros, pastores, maestros, evangelistas y muchas otras valiosas especialidades que hoy se necesitan en los campos misioneros; tales como lingüistas, traductores, médicos, enfermeros, aviadores, etc. Este llamado que se puede experimentar
bajo varias circunstancias y que puede tener distintas características finalmente se cristaliza como una profunda convicción en lo más íntimo de nuestro ser; y la misma puede producirse repentinamente, como en el caso de Pablo. o puede creciendo en la mente y corazón de un creyente a través del tiempo. 

Una característica de este sentir es que se aclara y se profundiza cada vez que ahora vamos cada vez es que estamos en comunión con Dios. Cuando tenemos esos momentos de relación tan profunda, por lo general, aparece el pensamiento la sensación la idea de que Dios nos está llamando para un trabajo especial. Dios y también otros elementos que integran el llamado misionero contribuyen a clarificarlo y a confirmarlo en lo íntimo de nuestro ser.

ELEMENTOS QUE INTEGRAN Y CONTRIBUYEN A CONCRETAR EL LLAMADO DE DIOS

Considerando el tema del llamado de Dios a la obra misionera, hemos comprobado por la Palabra de Dios, que él llama a todos los seres humanos a la salvación. Nos llama a servirle y también, por otro lado, él llama a algunos de sus siervos de sus hijos para realizar una tarea o un ministerio especial.
También hemos anticipado que hay ciertos elementos que forman parte y contribuyen a concretar el llamado de Dios.

1. La Palabra de Dios. 
Sí el primer ingrediente que forma parte de un legítimo llamado es la Palabra de Dios.
¿Como llamó Dios a Isaías? 
Él fue al templo y tuvo una visión de la grandeza de Dios. La toma conciencia de su propia indignidad, luego fue purificado por el toque celestial. Los miembros de la trinidad conversaban entre sí y preguntaban:
¿A quien enviaré y quiere ir a por nosotros?

Esa misma Palabra que Dios habló y con la cual Isaías sintió que Dios lo llamaba en la misma palabra de Dios escrita hoy y que ha sido usada por el Espíritu Santo para llamar a innumerables hombres y mujeres al trabajo cristiano misionero.
Llamó a sus discípulos cuando iba recorriendo las orillas del mar de galilea y los vio trabajando en su propia embarcación y preparando sus redes para la pesca les dijo: "Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres" Ellos dejaron la barca, dejaron a sus padres, dejaron las redes y siguieron a Jesús. Fue la palabra de dios el instrumento principal para llegar al corazón. 
¿Cómo fue el llamado de dios como el apóstol Pablo?
Por medio de una palabra directa. "Yo soy Jesús a quien tú persigues".
Esto conduce a preguntarnos: ¿Qué lugar ocupa la palabra de Dios en nuestra vida personal? ¿Qué sentimos cuando leemos pasajes como Marcos 16:15 que dice: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura" 
O ese otro pasaje de Juan 20:21: "Como el Padre me envió a mí, yo os envió a vosotros".
Estos otros pasajes similares ¿no despiertan en nuestro corazón una pregunta una inquietud? es decir ¿no nos habla Dios, no nos llama Dios a través de ellos? 

2. La comunión íntima con Dios.
Indudablemente, debe influir mucho en la gestación de un llamado. Esta relación personal que cultivamos con Cristo. Hablamos de alabarle, hablamos de adorarle, hablamos de pasar momentos de íntima comunión con él. Nos regocijamos leyendo su Palabra, vamos conociendo al Señor cada día más. Somos sus discípulos, pero nos negamos a nosotros mismos tomamos nuestra cruz cada día ¿Lo estamos siguiendo de cerca? 
En este intercambio de deseos y planes e inquietudes 
¿Qué lo que nos dice el Señor?
¿Cuál es el asunto que pesa más sobre el corazón de Jesús ahora que está sentado a la diestra de Dios y que tiene por la fe comunión con nosotros?
¿No es acaso la evangelización del mundo? 
Y si nosotros estamos en comunión con él ¿No sentimos lo mismo que siente él? ¿No se produce en nuestro corazón un eco del dolor que Jesús siente al ver tantos miles de personas que todavía están privadas de escuchar este evangelio de salvación?
Si tenemos intimidad espiritual con él estas tremendas realidades deben conmover nuestro corazón.
Si nuestra comunión con Cristo es real y genuina; y no una imaginación o una fantasía, este tema de la evangelización del mundo no solo será uno de los temas con los cuales conversamos con él. Será, sin duda, el tema más importante, el tema principal porque si hay algo que él quiere revelarnos es sin duda cuál es el lugar que nos ha asignado en este programa maravilloso de Dios.

3. Las multitudes que están en tinieblas y que no conocen el evangelio.
Esta verdad está prácticamente en el trasfondo de todo verdadero llamado la serie a consideración de las apremiantes necesidades de los pueblos que todavía no han oído de Cristo están cerca del corazón de Dios.

"Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies". Mateo 9:36-38.

Pensemos en esto: Si Jesús sentía compasión por las multitudes cuando estaba en la tierra y cuando la población del mundo estaba alrededor de 200 millones de habitantes ¿Qué sentirá ahora cuando la población mundial sobrepasa los ocho mil millones de habitantes?
Hoy en día tenemos a nuestro alcance información de primera mano como la que brinda el libro "Operación mundo" que nos pinta con realismo y en qué condición se encuentran hombres y mujeres de distintos lugares de la tierra y nos preguntamos al leer esas informaciones, al escuchar esos informes ¿que lo que sentimos en nuestro corazón?
Hudson Taylor dice: 
"Estando en una iglesia en la ciudad de Bristol, no pudiendo tolerar mas la vista de una congregación de más de 1000 cristianos que se regocijaban en su propia seguridad de salvación; salí de la iglesia y vagué por las arenas de la playa solo y experimentando una gran agonía espiritual".

La carga de las multitudes en tinieblas estaba constantemente sobre su corazón. Esta misma compasión debería movernos a ofrecer al Señor nuestras vidas para que él disponga de ellas y nos envíe y nos use en su plan y voluntad como él le plazca en todo.

4.  El Espíritu Santo
La guía y dirección del Espíritu Santo es fundamental.
Alguien ha llamado al Espíritu Santo el Gran Superintendente de la obra de Dios. Indudablemente, él está participando estrechamente con cada llamamiento al campo misionero porque si hay alguien que está interesado en exaltar a Cristo, si hay alguien que desea que Cristo sea glorificado en medio de los grupos humanos donde él todavía no es conocido, esa persona por sobre todo es el Espíritu Santo.
La Biblia nos dice que ha venido a morar en nosotros para llevar a cabo un ministerio múltiple, pero sobre todo para capacitarnos (Hechos 1:8) a fin de que tengamos poder para llevar el evangelio hasta lo último de la tierra.
Sí, la relación personal que cultivamos con el Espíritu Santo es vital para implementar el llamado de Dios. 
Jesús lo anticipó:
"Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber". Juan 16:13-15.

El Espíritu Santo ha venido entre otras cosas para hablarnos, para enseñarnos, para recordarnos verdades que Cristo habló y para guiarnos a conocer la voluntad de Dios. Ser sensibles a sus insinuaciones cuando hay presión a nuestra mente en nuestro Espíritu con alguna verdad con alguna necesidad con algún pueblo o algún país; es fundamental para percibir su instrucción.
El Espíritu Santo está activo hoy, y la evangelización mundial es uno de sus objetivos principales. Estamos seguros que él puede, debe y quiere guiar la vida y el servicio de cada uno de sus hijos al lugar donde Dios nos quiere utilizar. La condición mínima es prestarle atención. 

Tal cosa ocurrió con Ed McCully un joven que estaba estudiando Derecho en un colegio de los EEUU. 
El cuenta que, un día quiso tener una entrevista personal con su padre y de esa conversación le dijo:
- Papá, durante las últimas semanas he estado luchando con Dios y estoy convencido de que aunque soy un buen cristiano Dios tiene para mí un plan diferente del plan que estoy siguiendo para mi vida; y quiero con tu aprobación, dejar la carrera que estoy cursando; que estimo, es en gran parte de mi propio plan, para prepararme mejor a fin de ir a predicar el evangelio a aquellos que todavía no han oído ninguna palabra acerca de Cristo.
- Ed - le dijo el padre - Dios puede usar a un abogado cristiano. Realmente se necesitan abogados cristianos, pero si tú crees que ese es el plan de Dios para tu vida, yo de ninguna manera me opondré; todo
lo contrario, oraré por ti para que puedas ser fiel al Señor en este propósito.

Ed McCully fue uno de los miles de hombres y mujeres que, como Moisés, renunciaron a los tesoros y a los placeres que este mundo ofrece para alistarse en las listas de combate, donde la batalla es más dura y más difícil.
Siguiendo el plan que el Espíritu Santo le mostró, se esforzó con otros cuatro misioneros y sus esposas para alcanzar a los indios aucas en las selvas del ecuador para llevarles el evangelio y para que ellos puedan también conocer y aceptar a Cristo como Salvador.
En el cumplimiento de esa misión él y sus compañeros murieron. Entregaran sus vidas en obediencia a ese eterno y maravilloso plan que Dios tiene de alcanzar al mundo perdido.
Tristemente, eso sucedió con estos cinco jóvenes; pero Dios los utilizó para que, posteriormente, en una de las universidades donde ellos estudiaban más de 600 jóvenes se ofrecieron inmediatamente para reemplazarlos en ese campo difícil al cual el Señor los había dirigido.

5. Rendición total de nuestra vida
Otro elemento que forma parte del llamado es lo que se llama la rendición total de nuestra vida. Es otro principio de la vida espiritual que, sin duda, condiciona el llamado de Dios. Algunos lo llaman la consagración de nuestra vida. 
"Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta". Romanos 12:1, 2.

En Romanos 11 se puede ver una cadena de bendiciones entre las cuales se menciona:
- Dios nos ha llamado 
- Dios nos ha justificado 
- Dios nos ha redimido
- Dios nos ha santificado 
- Dios nos ha libertado el poder del pecado
- Dios ha puesto su Espíritu morando en nosotros 
- Dios nos ha hecho herederos de sus riquezas

Y, como si fuera subiendo los peldaños de una escalera, cuando Pablo llega al extremo de ella, dice: Hermanos teniendo en cuenta todas estas misericordias que Dios ha tenido para con nosotros, les ruego que hagan lo lógico.
¿Qué es lo lógico para Pablo?
Que si él se entregó totalmente a nosotros nosotros, le presentemos nuestros cuerpos como un sacrificio vivo para que él disponga de él, cual sea su voluntad. Seguramente, esté en mente la ofrenda de holocausto que los israelitas ofrecían según las páginas de Levítico en el Antiguo Testamento era una de las cinco ofrendas que se registran en ese libro y que era una ofrenda ofrecida totalmente para Dios. Por esto quiero decir que ni el sacerdote ni el oferente podían participar de ella. Pablo toma esta ilustración bíblica perfecta pero le cambia una palabra aquella ofrenda era un sacrificio muerto, este es un sacrificio vivo. Es decir, la nueva vida resucitada que tenemos por nuestra unión con Cristo rendida a dios en una entrega voluntaria incondicional para que él la use según sea su voluntad

La idea es muy sencilla. Si Dios por amor se ha dado totalmente a nosotros, en la persona de su hijo; la respuesta de amor es que nosotros nos entreguemos totalmente a él. Esta debería ser la experiencia normal
de todos los creyentes. La consagración total a Dios no es sólo para los pastores y para los misioneros y para los ministros; es para el padre de familia, para el ama de casa, para el empleado en la oficina para el operario en la fábrica para el estudiante para todos. Cuando hemos dado este importante paso y estamos a disposición de Dios él puede guiarnos a hacer con nosotros lo que él quiera.

"El 90% del problema de conocer la voluntad de Dios es la rendición total de nuestra voluntad a la voluntad de Dios" - George Müller.

Cuando esto es realizado, todo lo demás es mucho más sencillo.

EXPERIENCIAS DIFERENTES

En este asunto del llamado de Dios se presentan también diferentes experiencias.
Como la Biblia lo demuestra, Dios llama a las personas de diferentes maneras.
La experiencia de miles de misioneros también lo confirma. La manera como llamó a Isaías, por ejemplo, es distinta de la manera como llamó a Jeremías o de la forma cómo llamó a Ezequiel. El medio que Jesús usó para llamar a Pedro y a Mateo es diferente también del que uso para llamar a Pablo. 
Esto nos enseña en primer lugar, que no tenemos que tratar de copiar el llamado que otros han experimentado. 
Un misionero ha dicho simplificando las cosas de esta manera:
"Una parte del llamado es la revelación personal que Dios le hace a cada uno, y a usted, de que es su voluntad que todos los seres humanos se escuchen el evangelio" 
Entonces, por lo tanto, en vez de afligirse por el asunto del llamado es mucho mejor empezar a pensar de qué manera podemos, después de usted responder a esta importante verdad, que Dios le ha mostrado.
Tal vez sería bueno mencionar el concepto que se tiene sobre el llamado es amplio y variado. 

Por ejemplo, algunas personas en vez de el llamado piensan que se trata directamente de obedecer la dirección divina. Para alguien que está totalmente rendido a Dios y que puede decir como y uqe puede decir como Isaías: Heme aquí, envíame a mí; lo único que necesita es que Dios le muestre específicamente lo que debe hacer y en qué lugar debe servirle.
Otros sienten sinceramente que una persona que tiene un mandato como ese de ir y predicar el evangelio a toda criatura, no espera recibir un llamado.

"Cuando yo salgo como misionero no es que yo siga meramente los dictados del sentido común más bien que deseo obedecer el mandamiento de Cristo que dice: Id por todo el mundo y predicad el evangelio". Santiago Gilmour (Misionero 20 años en Mongolia)

"En lugar de buscar una razón para ir al extranjero, yo preferiría decir que yo no he podido encontrar razones por las cuales debería de permanecer en mi propio país"

Precisamente porque en mi país hay una multitud de predicadores y en el extranjero, en muchos lugares, todavía no hay ninguno.

"El llamado a la obra misionera ahora no viene a través de una voz del cielo sino por medio de un versículo de las escrituras que dicen: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.

Conclusion

Preguntamos:
¿Cuantos hoy responderán al llamado misionero? 
Al parecer las escasez de obreros no se nota en ninguna vocación importante. Por ejemplo en nuestro país hay multitud de personas que se preparan como médicos, muchos como ingenieros, muchos como músicos, electricistas, negociantes, abogados, escribanos, carpinteros y últimamente hasta exportamos también jugadores de fútbol, etc. 
Parece que falta quienes se ofrezcan para cubrir los campos misioneros del mundo todavía no alcanzados. Una estadística reciente señalaba que podría haber el mundo hoy cerca de 3 mil millones de cristianos verdaderos; y se añade que, sí de cada 1000 cristianos, 2 fueran a los grupos no alcanzados, se formaría un ejército de 6 millones de  jóvenes misioneros. En un momento tendríamos una importante cantidad de obreros trabajando en este trabajo tan importante.

Las estadísticas actuales no llegan todavía a 500.000 obreros en el campo misionero, lo cual significa que es urgente, es importante y claramente nos sorprende que, habiendo semejante capital humano dentro de las iglesias, hagan todavía falta centenares de misioneros que vayan a los campos donde Cristo todavía no ha sido nombrado.

¿Por qué no responden? 
La biblia dice claramente que Dios es el que llama 
¿Se habrá olvidado Dios de llamar?

Muchos sinceros cristianos dicen: "yo no he sido llamado"
¿Será que no han oído el llamado?

Debemos contribuir y solucionar este que es uno de los grandes problemas de la obra misionera mundial.

"Señor te amor. Deseo servirte y hacer tu voluntad
Comprendo que mi vida te pertenece
y en este momento como sacrificio vivo 
la pongo sobre el altar 
para que tú dispongas de ella como tú quieras". - Roberto Morrison. 

La pregunta surge entonces: 
¿Si no soy yo, entonces quién será?
¿Si no es en este momento que he decidido hacerlo, entonces cuándo?
¿Estoy preparado para responder al llamado de Dios? 

El Señor que salvó nuestras almas 
quiere al mundo dar su redención 
hasta el fin de la tierra llevemos 
su mensaje de perdón.

Cuántos hombres, aún entre sombras 
Cuántos pueblos lejos de su luz
nuestras vidas irán a alumbrarlos 
con la antorcha de su cruz 

Nos llama a extender su reino 
a ser testigos de su amor 
vayamos listos a extenderlo
con amor y juvenil fervor.