jueves, 20 de junio de 2024

Mensajeros de Paz

INTRODUCCIÓN

A. La palabra paz es anhelada, es aclamada, es mencionada en todos los concilios gubernamentales, pero detrás de esa aclamación existe odio, ambición por el poder, conspiración y alta traición.

Todos los poderosos de la tierra luchan para tener dominio y poder. Todos quieren reconocimiento y buscan consejos equivocados a costa del sufrimiento de millones de seres humano y derramamiento de sangre de personas inocentes.

B. Y la pregunta sigue en el aire: ¿Algún día volveremos a tener paz en este mundo? La gente común sin una fe viva cree que un día se levantará un superhombre dotado de poderes espirituales y traerá de nuevo la paz, sin embargo la Santa Biblia tiene un mensaje urgente que deben conocer ahora más de siete mil millones de personas que habitan este planeta.

Las estimaciones de la ONU (basadas en estadísticas) calcularon aproximadamente que el 30 de octubre de 2011, el planeta alcanzaría la cifra de 7000 millones de habitantes. La ONU decidió que premiaría simbólicamente al bebé que naciera antes del final de ese día en Asia (el continente más poblado), y específicamente en Filipinas. Ese premio le correspondió a Danica-Mae Camacho, que nació a las 23:58 h en Manila (Filipinas). «Llega al mundo el habitante 7000 millones», artículo en el Milenio Diario del 30 de octubre de 2011.

C. Los seguidores de Jesús tenemos un compromiso de llevar el mensaje de paz y de esperanza a esos más de siete mil millones de personas aquellos que han perdido la fe, para quienes ya no creen, para quienes sienten que no hay una solución. El mensaje que Jesús tiene es un plan maravilloso para quienes creen en su palabra y deciden seguir a Jesús. Porque Dios tiene un pueblo a quien le ha confiado este mensaje de paz y de esperanza, es su iglesia, la cual ama y se entregó así mismo por ella. Es por eso que cada creyente tiene un compromiso especial que adquirió en el momento que aceptó a Cristo como su Señor. Eres tú hermano que me escuchas esta mañana, es a ti quien Dios te encargó esta misión.

D. Texto bíblico: Isaías 52:7. “¡Qué hermosos son, sobre los montes, los pies del que trae buenas nuevas; del que proclama la paz, del que anuncia buenas noticias, del que proclama la salvación, del que dice a Sion: Tu Dios reina!”

¿Quiénes son los mensajeros de la paz?

1. Los que hermosean sus pies sobre los montes

a) Estos dos símbolos deben interpretarse de una manera correcta, montes y pies. Los montes siempre han sido lugares altos donde Dios se ha encontrado con sus siervos. Con Moisés en el monte Sinaí (Exodo 19:20), le habló al pueblo en el monte Horeb (Deuteronomio 1:6), el monte de Sion es símbolo de salvación (Joel 2:32; Abdías 1:17), es el lugar donde se reúnen todos los salvados con Cristo (Apocalipsis 14:1), el monte Hebrón donde Abraham se comunicaba con Dios (Génesis 13:18). Los montes siempre son un símbolo de encuentros muy especiales con Dios.

¿Cuál es tu monte donde te encuentras con Dios? En el terreno plano es muy difícil encontrarse con Dios. Cuando Jesús quería consultar al Padre Celestial se iba al monte para orar toda la noche (Lucas 6:12).

¿Te has esforzado para subir al monte donde Dios te puede hablar? Es en el monte que habla, tienes que apresurar tus pies para subir a ese monte. La voz de Dios siempre habla en esos niveles. Es de madrugada cuando escucharás la voz de Dios.

b) Los pies son el símbolo del caminar con Dios. ¿Cómo es tu caminar diario? ¿Caminas con Dios y compartes tus pasos con alguien diferente? 

En el mundo antiguo, cuando no existía la  comunicación electrónica, los mensajes importantes se enviaban por corredores que iban a pie. Isaías emplea el símbolo de los pies para resaltar su hermosura oculta al ser los principales en llevar un mensaje de buenas noticias.

Los pies son hermosos por la presencia de Dios en tu vida, porque cerca de Él es como tienes pasos firmes y seguros, lejos de Dios solo son pies defectuosos y sin provecho. Aunque tu caminar no sea perfecto Dios lo mira hermoso. Con Dios se camina en las alturas y es ahí donde Dios te habla, se revela, te capacita, te prepara para la obra de proclamar las buenas nuevas de salvación. Y es ahí donde vas a entender la razón por la cual Dios te ha llamado y volverás a la vida que te llevará a la acción, y esos pies subirán cualquier monte por muy difícil que sea el ascenso, porque Dios estará contigo y serás poderoso cuando hables a la gente de la salvación que Dios ha preparado para todos los que reciben a Jesús como su Señor y Salvador.

c) ¿Quieres hermosear tus pies? Tienes que escalar los montes donde Dios habla. Puede ser que sangren, que duelan, que se cansen, pero serás un enviado de Dios para llevar esperanza, para anunciar la paz que hoy se está extinguiendo. ¿Quieres hacer hermosos tus pies? Comparte tu fe, predica, sé un excelente discípulo de Jesús.

2. Los que traen alegres y nuevas del bien.

a) A las personas siempre les gustan las cosas que les producen alegría. Por eso es que mucha gente busca las diversiones, van al teatro, van al cine, miran programas cómicos en televisión, pagan los servicios de un payaso, etc. Todo lo que causa alegría, causa felicidad; y es por eso que los seguidores de Jesús traen alegría a quienes le hablan de Él, traen nuevas de bien para los afligidos y angustiados. Es un mensaje diferente al que anuncia el mundo.

b) Tú y yo querido hermano tenemos esta gran tarea de llevar alegría y buenas noticias a los caídos, angustiados, afligidos, damnificados, temerosos, sufrientes, enfermos, necesitados, pecadores de todas clases, etc. Las buenas noticias causan alegría y felicidad porque la buena noticia es: 

“...No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor”. Lucas 2:10, 11
Jesús es las buenas nuevas, es la alegría, las nuevas del bien. Es el benefactor de la humanidad, dio su vida para pagar la deuda del pecado.

c) Estimado hermano, miembros de iglesia no se queden estáticos, inmóviles, es hora de entrar en acción, somos los periodistas de Dios, conductores de noticias. Busca la oportunidad de anunciar las nuevas de gran gozo, eso es lo que la gente de hoy necesita con urgencia. Anuncia que vivan ya sin temor, la gente esta angustiada en este país y el mundo. La violencia exagerada, la maldad, la depravación, los problemas políticos, el hambre, los problemas económicos, los rumores de guerras y otros. Todo esto es causa de aflicción. Anuncia las buenas nuevas de salvación, cumple con tu misión y prepara a otros para el pronto regreso de Jesús.

3. Los que anuncian la paz

a) Cristo dijo:“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”. Juan 14:27.

b) La paz de Cristo es muy diferente a la paz que el mundo ofrece. La paz del mundo es simple y sencillamente vivir tranquilo, sin problemas raciales, sociales, sin guerras, sin ataques de ninguna índole y sin persecuciones. La paz de Cristo esta fuera de todo esto que el mundo ofrece. La paz de Jesús está en medio del dolor y el sufrimiento por su causa. El mundo no la entiende, ni la da. El mundo ofrece una paz falsa.

c)  ¿Qué tipo de paz es la tuya? Si tu estás en una paz aparente y no eres atribulado, no eres perseguido por causa de ser un mensajero de la paz, algo no anda bien, necesitas anunciar esa paz al mundo como Cristo te lo ha ordenado. Levántate ya es el tiempo, predica, proclama, anuncia, grita que hay nuevas de paz y de gran gozo. Que Jesús establecerá un reino de paz y de amor en el corazón de aquellos que oyen su voz y le siguen. 

d)  “Dios envió su mensaje al pueblo de Israel, anunciando las buenas nuevas de la paz por medio de Jesucristo, que es el Señor de todos. Hechos 10:36. Proclama esta gran verdad, no pierdas tiempo, esta es la hora apropiada que Dios te ha dado para participar de esta gran obra.

e)  “Busquen la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”. Hebreos 12:14. El mundo entero necesita conocer este mensaje. Algunos creen en parte, otros no creen en nada, algunos tienen esperanza, otros ya no la tienen. Pero tú querido hermano tienes esta esperanza tienes acceso a la paz de Dios. Primero disfruta esa paz, y luego publícala, tú eres ese mensajero de la paz de Dios.

4. Los que publican la salvación

a)  La salvación se publica, así como la prensa y los noticieros en televisión u otros medios lo hacen. Una noticia común puede que no sea de mucha importancia, pero el periodista determina si la hace muy interesante o de poco interés. Hay algunas noticias muy impresionantes que no necesitan adornarla mucho, pero la noticia que tú y yo tenemos supera a cualquier noticia que el mundo haya conocido. Publícala, compártela, no pierdas tiempo; el tiempo es corto, el fin se acerca, esta a las puertas, es la hora de la salvación para el mundo entero. Es la hora de predicar el evangelio, es el tiempo preciso de dar las buenas nuevas.

b)  “El evangelio proclama libertad a los que están atados con temores. Los que están fatigados, cansados, agobiados, y afligidos por el pecado hallan alivio en Cristo. Necesitan sacudirse el polvo de sus dudas y temores y quitarse las ataduras de miseria que les agobia sus vidas”.

c)  El Señor quiere que seas protagonista de los acontecimientos finales de la historia de este mundo, por eso te invita para que anuncies la salvación por medio de Jesucristo. Si tú no hablas ahora y callas Jesús te dice a ti y a mí: “...Os digo que si estos callaran, las piedras clamaran”. Lucas 19:40

d)  Dios tiene una recompensa especial para ti amado mensajero de la paz. Te esperan aflicciones, pasarás angustias pero eso es el mayor premio que el cielo puede conceder a los seres humanos. “y de todos los dones que el Cielo puede conceder a los hombres, la comunión con Cristo en sus sufrimientos es el mas grave cometido y el más alto honor”. DTG, 197.

e)  El cielo está asegurado para todos aquellos que cumplan con los requerimientos del reino de Cristo. El apóstol Pablo terminó sus últimos días en una prisión en Roma, pero desde ahí le envió un poderosos mensaje al joven ministro Timoteo y ese mensaje también llegó hasta nosotros en estos días finales: “En presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de venir en su reino y que juzgará a los vivos y a los muertos, te doy este solemne encargo: Predica la Palabra; persiste en hacerlo, sea o no sea oportuno; corrige, reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar... Tú, por el contrario, sé prudente en todas las circunstancias, soporta los sufrimientos, dedícate a la evangelización; cumple con los deberes de tu ministerio. 2 Timoteo 4:1-5

f)  Así terminaron muchos que publicaron y anunciaron la salvación de Cristo: “Yo, por mi parte, ya estoy a punto de ser ofrecido como un sacrificio, y el tiempo de mi partida ha llegado. He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, me he mantenido en la fe. Por lo demás me espera la corona de justicia que el Señor, el juez justo, me otorgará en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que con amor se hayan esperado su venida. 2 Timoteo 4:6.

g)  Este es el fin que nos espera a muchos, es el más alto honor. El apóstol Pablo recibirá finalmente el galardón por haber cumplido su misión. En esta tierra padeció cárcel, azotes, castigos brutales, persecuciones y finalmente fue decapitado por causa de ser un mensajero de la paz.

5. Los que proclaman que el Jesús es Rey.

a) Esa es la noticia final, Jesús es el Rey de Reyes y Señor de Señores. “Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES”. Apocalipsis 19:16. Pueden haber muchos reyes, gobernantes, y líderes políticos en esta tierra, pero tú Rey y mí Rey es Dios, Jesús nuestro Señor y a Él hay que obedecer cuando nos ordena: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura...” Marcos 16:15. Ese es nuestro verdadero Rey y Soberano del universo. A él es a quien hay que obedece y ser fieles a sus mandamientos.

b)  ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová el fuerte valiente, Jehová el poderoso en batalla. Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, Y alzaos vosotras, puertas eternas, Y entrará el Rey de gloria. ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová de los ejércitos, Él es el Rey de la gloria”. Selah. Salmo 24:8-10

c)  Las buenas nuevas es que el Señor Jesús reina. Sus ministros proclaman estas buenas nuevas.

d)  ¿Estás listo para reconocer por siempre a Jesús como tu Rey y obedecer tal como nos pide?

CONCLUSION

A. Usa tus pies y todo tu cuerpo para cumplir con la misión que Dios ha preparado para ti. Es tuyo nadie mas podrá cumplirla y tú eres el responsable de cumplirla.

El símbolo de los pies que son hermosos sobre los montes, son aquellos que proclaman con poder el evangelio de salvación.

B. Son aquellos que traen felicidad y alegría a aquellos que andan tristes y angustiados, sin Dios y sin esperanzas. Te invito en el nombre de Jesús que tomes tu lugar, tu corona está segura, no dejes que otro la tome. Abrázala es tuya: “Vengo pronto. Aférrate a lo que tienes, para que nadie te quite la corona”. Apocalipsis 3:11.

“Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria”. 1 Pedro 5:4

C. La tarea es difícil, no te detengas predica la salvación a todos tus amados, a toda persona que se cruza por tu camino. Esta es la misión, cumple tu ministerio como miembro de iglesia, como laico, como líder de grupo pequeño, es tu misión, es la mía, es la detodos, es del pueblo de Dios.

D. El Señor es nuestro Rey, y viene muy pronto:“ ¡Miren que vengo pronto! Traigo conmigo mi recompensa, y le pagaré a cada uno según lo que haya hecho”. Apocalipsis 22:12. 

Que el Señor te ayude y te de fuerza de voluntad para cumplir con el

cometido y terminar la tarea y muy pronto estaremos para siempre con el Señor. AMEN.

LLAMADO: Ven, te invito que te unas a los mensajeros de la paz, si ese es tu deseo. ¿Has comprendido que Dios te hizo un llamado especial para este tiempo? No desprecies este llamado de Dios. Oremos.

Señor: Heme aquí

"Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí." Isaías 6:8.


El escritor Stephen R. Covey, en su conocido libro Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, relata una experiencia que vivió en el metro de New York. Cuenta Covey, que ese día las personas estaban tranquilamente sentadas, algunas leyendo el periódico, otras perdidas en sus pensamientos o simplemente descansando con los ojos cerrados. En fin, había un clima de paz y tranquilidad.

De repente, entraron en el vagón un hombre y sus hijos. Los niños eran tan escandalosos y desobedientes que de inmediato se modificó el ambiente.

El padre de los niños se mantenía con los ojos cerrados, ignorando completamente la escena. Los niños saltaban de aquí para allá y gritaban a su antojo, arrojando objetos, incluso arrebatando los periódicos a la gente. La situación era muy molesta, pero el padre no hacía nada.

Covey no podía creer lo que estaba viendo. ¿Cómo podía este hombre permitir que sus hijos se comportaran de esta manera? De modo que se levantó de su asiento y dirigiéndose al padre de los pequeños, le dijo: “Señor, sus hijos están molestando a muchas personas. ¿No puede controlarlos un poco más?”.

Fue entonces cuando aquel hombre alzó los ojos y dijo en tono suave: “Oh, tiene razón. Supongo que tendré que hacer algo, venimos del hospital... Su madre ha muerto hace más o menos una hora. No sé qué pensar, supongo que tampoco ellos saben cómo reaccionar”.

Ante esta revelación, Covey escribió: “De pronto vi las cosas de otro modo, y cómo las veía de otro modo, pensé de otra manera, sentí de otra manera, me comporté de otra manera. Mi irritación se desvaneció”1

¡Interesante historia! Demuestra que cuando nuestra visión sobre algo cambia, también cambian nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y, sobre todo, nuestra conducta. En nuestro mensaje de hoy deseo invitarte a renovar tu visión de Dios.

¡Te aseguro que, si lo haces, tu vida cambiará por completo!

DESARROLLO

La Biblia nos presenta la historia de un hombre que fue cambiado por completo cuando renovó su visión de Dios. Me refiero al profeta Isaías. De acuerdo con la historia, este profeta tuvo una visión especial sobre Dios.

Sin embargo, antes de analizar la visión que cambió la  vida de Isaías, permíteme hablarte un poco de su libro.

El libro de Isaías es uno de los libros más interesantes de toda la Biblia. ¡Algunos dicen que es una Biblia en miniatura! El libro tiene sesenta y seis capítulos, así como la Biblia tiene sesenta y seis libros. Tiene dos grandes divisiones, así como hay dos divisiones en la Biblia, con treinta y nueve capítulos en la primera división (como el Antiguo Testamento) y veintisiete capítulos en la segunda (como el Nuevo Testamento)2.

¿Pero sabes qué es lo más interesante del libro de Isaías?

¡Es el libro que más nos habla de Jesús! Por eso se le llama a Isaías el profeta mesiánico.

Isaías nos dice todo acerca de Jesús:

▶ Habla de su nacimiento (Isaías 7:14)
▶ De su familia (Isaías 11:1)
▶ De su ungimiento (Isaías 11:2)
▶ De su carácter (Isaías 11:3)
▶ De la simplicidad de su vida (Isaías 7:15)
▶ De su mansedumbre (Isaías 42:1-4)
▶ De su muerte (Isaías 53)
▶ De su resurrección (Isaías 25:8)
▶ De su reinado glorioso (Isaías 11:32)

Cuando lees el libro de Isaías encuentras a la gente de Jesús en cada una de sus páginas. Pero, ¿sabes algo?

Cuando Isaías escribió su libro las cosas no estaban muy bien dentro del pueblo de Dios. ¡Había problemas de todo tipo!

Las personas se habían apartado de Dios y en consecuencia estaban padeciendo muchos males.

El profeta Isaías se sentía muy triste por la condición en la cual se encontraba su pueblo. Así que un día decidió ir al templo para hablar con Dios y tomó la decisión de presentarle cada uno de los problemas por los cuales su gente estaba pasando. Allí, en el templo, Isaías tiene una visión de Dios, que cambia por completo sus pensamientos, sus sentimientos y, sobre todo, su conducta. ¿Qué le mostró Dios en el templo? Por favor, leamos juntos Isaías, capítulo 6, los versículos 1 al 4:

El año de la muerte del rey Uzías, vi al Señor excelso y sublime, sentado en un trono; las orlas de su manto llenaban el templo. Por encima de él había serafines, cada uno de los cuales tenía seis alas: con dos de ellas se cubrían el rostro, con dos se cubrían los pies, y con dos volaban. Y se decían el uno al otro: “Santo, santo, santo es el Señor Todopoderoso; toda la tierra está llena de su gloria”. Al sonido de sus voces, se estremecieron los umbrales de las puertas y el templo se llenó de humo3.

¡Dios se le mostró a Isaías! El profeta pudo contemplar a Dios sentado en su trono, rodeado por ángeles llenos de una resplandeciente gloria y que cantaban sin descansar, diciendo: “Santo, santo, santo es el Señor Todopoderoso; toda la tierra está llena de su gloria”.

¿Qué aconteció en la vida de Isaías cuando tuvo esta maravillosa visión de Dios?

Permítanme dejar que sea el mismo profeta que nos diga lo que experimentó:

Entonces grité: “¡Ay de mí, que estoy perdido! Soy un hombre de labios impuros y vivo en medio de un pueblo de labios blasfemos, ¡y no obstante mis ojos han visto al Rey, al Señor Todopoderoso!”. En ese momento voló hacia mí uno de los serafines. Traía en la mano una brasa que, con unas tenazas, había tomado del altar. Con ella me tocó los labios y me dijo: “Mira, esto ha tocado tus labios; tu maldad ha sido borrada, y tu pecado, perdonado”. Entonces oí la voz del Señor que decía:

—¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros? Y respondí:
—Aquí estoy. ¡Envíame a mí! (Isaías 6:5-8).

Cuando el profeta Isaías tuvo una visión de Dios, lo primero que experimentó fue la grandeza de su pecado. Si lees el capítulo 5, versículos del 8 al 30, encontrarás que el profeta Isaías predica en contra del pecado de su pueblo.

Pero cuando él tiene una visión de Dios, él no señala pecados ajenos, sino que mira sus propios pecados. ¡El miró sus labios inmundos y su vida llena de pecado!

Lo segundo que Isaías experimentó después de tener una visión de Dios fue la profundidad del perdón divino. Isaías no fue dejado en la desesperación del pecado, sino que se le concedió el perdón divino. Sus labios fueron tocados y el ángel le dijo: “Tu maldad ha sido borrada, y tu pecado, perdonado”.

"Y la importancia primordial de este encuentro no se limita a la relación de Isaías solamente con su Dios. Hay además una dimensión misionera. El Dios de amor y misericordia que no desea que ninguna persona se pierda, ese Dios misionero clama: '¿A quién enviaré y quién irá por nosotros?' Isaías 6:8. (Wagenveld, 52)

Por último, cuando Isaías vio a Dios respondió con valentía al llamado divino. Isaías escuchó la voz de Dios que decía: ¿A quién enviaré, y quién ira por nosotros? Entonces, sin poner excusa, su respuesta a Dios fue: “Heme aquí, envíame a mí”.

La visión que Isaías tuvo de Dios lo cambió por completo: transformó sus pensamientos, sus sentimientos y, sobre todo, su conducta.

¡La vida de Isaías nunca más fue la misma! Su vida vino a centrarse completamente en Dios y en su servicio.

Sirvió muchos años al Señor y estuvo dispuesto a dar su vida como sacrificio por la causa de Dios.

Estando anciano, un joven profeta le preguntó:
—¿Maestro, por qué usted sigue trabajando arduamente por el Señor? Isaías le respondió:
—¡Porque un día vi al Señor y mi vida cambió por completo!

La historia del profeta Isaías y su encuentro con Dios nos enseña que cuando tenemos una visión de Dios en nuestras vidas nunca más seremos las mismas personas.

Nuestros pensamientos cambiarán, nuestros sentimientos cambiarán, pero, sobre todo, nuestra conducta cambiará. ¡Nunca más estaremos estáticos! Ante el llamado del Señor siempre estaremos dispuestos a responder:

“Heme aquí, envíame a mí”.

Por mucho tiempo me pregunté: ¿Por qué algunos creyentes son tan activos en la causa del Señor mientras que otros parecen indiferentes? Descubrí la respuesta a esta pregunta a través de una simple alegoría. 

De acuerdo con los astrónomos, los planetas que se mueven más rápidamente son aquellos que están más cerca del sol.

Mercurio rodea al sol en tan solo 80 días terrestres. Sin embargo, Júpiter, para completar la vuelta al sol, demora nada más y nada menos que 12 años. ¿Cuál es la diferencia? Mercurio es el planeta que más cerca del sol está, por consiguiente, se mueve más rápido4.

Sí, queridos amigos y hermanos, cuando como Isaías tenemos una visión de Dios y nos acercamos más y más a su gloria, experimentaremos una urgencia y nuestro movimiento será más rápido. ¡El secreto está en vivir más cerca de su presencia y renovar nuestra visión sobre él!

"Hay algo que cada uno debe hacer. Toda alma que cree la verdad ha de ocupar su lugar diciendo: “Heme aquí, envíame a mí" SC, 15.

CONCLUSIÓN

1. ¿Por qué se le llama al libro de Isaías la “Biblia en miniatura”?
2. Cuando el pueblo estaba pasando por momentos difíciles, ¿qué decisión tomó Isaías?
3. ¿Cuáles fueron las tres cosas que experimentó Isaías cuando tuvo una visión renovada de Dios?
4. ¿Qué pasará en nuestras vidas cuando renovemos nuestra visión de Dios?

Cuando renueves tu visión de Dios tus pensamientos cambiarán, tus sentimientos cambiarán y, sobre todo, tu conducta cambiará.

Lo mismo que aconteció con Isaías pasó con el joven Carlos. Por mucho tiempo Carlos había sido un miembro nominal de la iglesia, a la cual asistía por mero compromiso; como él mismo relata, aun así, se sentía sin esperanza, sin consuelo. Un día, bajo una gran nevada, asistió a un culto en cierta iglesia; pero el predicador no pudo ir debido a la gran tormenta. A falta del predicador, un zapatero se levantó para predicar ante las pocas personas que se encontraban presentes, y leyó este texto: “Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra” (Isaías 45:22).

El zapatero, que no tenía experiencia en el arte de predicar, repetía el pasaje y decía: “¡Mirad! No es necesario que levantéis ni un pie, ni un dedo. No es necesario que estudiéis en el colegio para saber mirar, ni tampoco que contribuyáis con dinero. Mirad a mí, dice el Señor, y no a vosotros mismos. No hay consuelo en vosotros”.

Luego, fijando los ojos en Carlos, le dijo: “Joven, parece que tú eres desdichado. Serás infeliz si no obedecieras”. Entonces gritó con más fuerza:

“¡Joven, mira a Jesús!”. Ese día, cuenta Carlos que decidió mirar a Jesús y su vida cambió por completo. ¿Quién llegó a ser posteriormente?

Se convirtió en un predicador conocido en la historia como Carlos Spurgeon, el príncipe de los predicadores.

Cuando Isaías renovó su visión de Dios su vida cambió.
Cuando Carlos Spurgeon renovó su visión de Dios su vida cambió. Cuando tú renueves tu visión de Dios tus pensamientos cambiarán, tus sentimientos cambiarán, tu conducta cambiará. Ya no serás solo un miembro nominal más en la iglesia, sino un siervo de Dios que estará dispuesto a decir: “Heme aquí, envíame a mí”.

"Aquel cuyo corazón está resuelto a servir a Dios encontrará oportunidades para testificar en su favor. Las dificultades serán impotentes para detener al que esté resuelto a buscar primero el reino de Dios y su justicia. Por el poder adquirido en la oración y el estudio de la Palabra, buscará la virtud y abandonará el vicio. Mirando a Jesús, el autor y consumador de la fe, quien soportó la contradicción de los pecadores contra sí mismo, el creyente afrontará voluntariamente y con valor el desprecio y el escarnio. Aquel cuya palabra es verdad promete ayuda y gracia suficientes para toda circunstancia. Sus brazos eternos rodean al alma que se vuelve a él en busca de ayuda. Podemos reposar confiadamente en su solicitud, diciendo: “En el día que temo, yo en ti confío”. Salmo 56:3. Dios cumplirá su promesa con todo aquel que deposite su confianza en él.
Por su propio ejemplo el Salvador ha demostrado que sus seguidores pueden estar en el mundo y con todo, no ser del mundo. No vino para participar de sus ilusorios placeres… sino para hacer la voluntad de su Padre, para buscar y salvar a los perdidos. Con este propósito, el cristiano puede permanecer sin contaminación en cualquier circunstancia. No importa su situación o condición, sea exaltada o humilde, manifestará el poder de la religión verdadera en el fiel cumplimiento del deber". HAp, 372, 373.

Hoy te invito a que renueves tu visión de Dios. Te garantizo que el día que lo hagas, al igual que Isaías tú dirás: “Señor, yo voy”.

La necesidad del mundo

INTRODUCCIÓN

Nuestro Señor Jesús caminó por diferentes ciudades grandes y pequeñas, ricas y pobres, recorrió caminos oscuros, conoció gente de todas las clases sociales, sanó enfermos, enseñó en las sinagogas; su pasión y amor por las almas de todos estaba antes que vivir en comodidad. Ha sucedido varias veces que cuando se invita para salir a proclamar el mensaje de nuestro Señor, lo pensamos dos veces. Vemos difícil salir de nuestra comodidad y ser luz para aquellos que aún se encuentran en tinieblas. Este mundo está lleno de gente que vive sin sentido, enfermas del cuerpo y alma, quizá esperando que alguien se acerque y les infunda aliento y esperanza.
Cristo dejó su reino celestial, para venir a atender las necesidades de un mundo pecador, dejó todo para darnos la oportunidad de ser felices y salvos. Tenemos un gran ejemplo a seguir, hay almas esperando por nosotros, con la necesidad más grande ser amadas.

I. La necesidad de la humanidad

1. “Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor”. (Mateo 9:36).

2. Cristo vio la enfermedad, la tristeza, la necesidad y degradación de las multitudes que se agolpaban a su paso. Le fueron presentadas las necesidades y desgracias de la humanidad de todo el mundo. En los encumbrados y los humildes, los más honrados y los más degradados, veía almas que anhelaban las mismas bendiciones que Él había venido a traer; almas que necesitaban solamente un conocimiento de su gracia para llegar a ser súbditos de su reino. (2JT 492.1).

3. Los discípulos y Jesús ambos miraron las mismas multitudes, pero Jesús vio algo que los discípulos no miraron. Él vio la angustia de la gente. Vio personas acosadas por presiones, atormentado por su pasado, agotados por el presente y asustados por su futuro. ¿Por qué los discípulos no lo han visto? Ellos vieron con sus ojos naturales y no con los ojos espirituales. Necesitamos orar, para mirar a nuestro prójimo con sus ojos de amor, compasión y ternura con los que ve nuestro Señor Jesús.

4. Mateo dice que Jesús “tuvo compasión” por la gente en su corazón. Debemos orar para tener la compasión de Cristo, ya que la compasión es amor en acción. (Mateo 22:36-40)

5. Debemos ver a las personas con los ojos de Jesús y tratar de actuar. Esto significa ser conscientes de sus lamentos y necesidades.

II. Necesidad de Obreros

1. “Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, más los obreros pocos” (Mateo 9:37).

"Los miembros de la iglesia no han sido todos llamados a trabajar en los campos extranjeros, pero todos tienen una parte que realizar en la gran obra de dar la luz al mundo. El Evangelio de Cristo es agresivo y expansivo. En el día de Dios nadie será excusado por haberse encerrado en sus propios intereses egoístas. Hay una obra que hacer para toda mente y para toda mano. Hay una variedad de trabajo adaptado a diferentes mentes y a distintas capacidades". SC, 17.

2. Hoy existe la misma necesidad. Hacen falta en el mundo obreros que trabajen como Cristo trabajó para los dolientes y pecaminosos. Hay, a la verdad, una multitud que alcanzar. El mundo está lleno de enfermedad, sufrimiento, angustia y pecado. Está lleno de personas que necesitan ser atendidas: los débiles, impotentes, ignorantes, degradados. (2JT, 492)

3. Jesús nos prometió que hay una cosecha abundante. El único problema es que: “Los obreros son pocos.”

4. La cosecha requiere esfuerzo y Jesús relaciona este pasaje al trabajo agrícola, que es muy similar al trabajo espiritual, hay que tener paciencia y perseverancia. Jesús llama a ti y a mí a la última cosecha de hombres, mujeres, niños y niñas que lo necesitan. La cosecha no es una actividad glamorosa o llamativo que genera aplausos, es un trabajo duro.

5. Hay mucho por hacer por un mundo que sufre las consecuencias del pecado y de sus decisiones equivocadas, necesitan saber que a pesar de todo aún existe esperanza, no todo está perdido. Necesitan un mensaje de amor, de perdón, y que para ellos hay un mañana distinto si así lo deciden.

6. ¿Quién llevará ese mensaje de esperanza? ¿Quién dirá como el profeta Isaías... “¿Heme aquí, envíame a mí”? (Isaías 6:8)

“Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, más los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies”. Mateo 9:37-38.

"El nos ha confiado una verdad sagrada; Cristo, cuando habita en los miembros individuales de la iglesia, es una fuente de agua que salta para vida eterna. Sois culpables delante de Dios si no hacéis todo el esfuerzo posible para dispensar el agua viva a los demás". SC, 17.

III. La necesidad del pobre y del rico

1. Pero los que no reconocen los requerimientos de Dios no son los únicos que están en angustia y necesidad de ayuda. En el mundo actual, donde predominan el egoísmo, la codicia y la opresión, muchos de los verdaderos hijos de Dios están en menester y aflicción.

2. En lugares humildes y miserables, rodeados por la pobreza, enfermedad y culpabilidad, muchos están soportando pacientemente su propia carga de dolor y tratando de consolar a los desesperados y pecadores que los rodean.

3. Muchos de ellos son casi desconocidos de las iglesias y los ministros; pero son luces del Señor que resplandecen en medio de las tinieblas. El Señor los cuida en forma especial e invita a su pueblo a ayudarles a aliviar sus necesidades. Dondequiera que haya una iglesia, debe dedicarse atención especial a buscar esta clase y atenderla. (2JT, 493)

4. Mientras trabajemos por los pobres, debemos dedicar atención también a los ricos, cuyas almas son igualmente preciosas a la vista de Dios. Cristo obraba en favor de todos los que querían oír Su palabra. No buscaba solamente a los publicanos y parias, sino al fariseo rico y culto, al noble judío y al gobernante romano.

5. El rico necesita que se trabaje por él con amor y temor de Dios. Con demasiada frecuencia confía en sus riquezas, y no siente su peligro... Hay millares que ocupan posiciones de honor y utilidad que están practicando hábitos que significan la ruina del alma y del cuerpo. ¿No deben hacerse los esfuerzos más fervientes para ilustrarlos? (2JT, 493).

6. Estos hombres necesitan que el Evangelio aparte sus ojos de la vanidad de las cosas materiales para contemplar lo precioso de las riquezas duraderas. Necesitan aprender el gozo de dar, la bienaventuranza de convertirse en colaboradores de Dios. (2JT, 495).

7. “Vosotros sois la sal de la tierra”. (Mateo 5:13), dijo Cristo a sus discípulos; y en estas palabras hablaba a sus obreros de hoy. Si sois la sal, hay propiedades preservadoras en vosotros, y la virtud de vuestro carácter tendrá una influencia salvadora. (2JT 496).

IV. Necesidad de restauración

1. Aunque un hombre se haya hundido hasta las mismas profundidades del pecado, hay posibilidad de salvarlo.

2. Muchos perdieron el sentido de las realidades eternas, perdieron la semejanza de Dios, y no saben si tienen un alma que ha de ser salvada. No tienen fe en Dios, ni confianza en el hombre. Pero pueden comprender y apreciar los actos de simpatía práctica y de ayuda. Su corazón se conmueve cuando ven a uno que, sin ser movido por el amor a la alabanza terrenal ni a la compensación, entra en sus hogares miserables, para atender a los enfermos, alimentar a los hambrientos, vestir a los desnudos y señalarles tiernamente a Aquel de cuyo amor y compasión el obrero humano es tan solo el mensajero.

Al ver esto, esas personas experimentan gratitud. Se enciende la fe en su corazón. Ven que Dios tiene interés en ellas, y están dispuestas a escuchar cuando se les abre su Palabra para explicársela. (2JT, 496).

3. Los ángeles están ayudando en esta obra de restaurar a los caídos, y hacerlos volver a Aquel que dio su vida para redimirlos, y el Espíritu Santo coopera con el ministerio de los agentes humanos para despertar las facultades morales obrando sobre el corazón, reprendiéndolo y convenciéndolo de pecado, de justicia y de juicio. (2JT, 497)

CONCLUSIÓN

Cristo tuvo compasión de la gente como ovejas esparcidas, como los hombres que perecen por falta de conocimiento. Hasta el día de vastas multitudes son como ovejas que no tienen pastor, y debemos tener compasión y hacer todo lo posible para ayudarlos. Las multitudes deseosas de instrucción espiritual formaban una cosecha abundante, necesitando muchos trabajadores activos.

A medida que los hijos de Dios se dediquen a esta obra, muchos se asirán de la mano extendida para salvarlos. Serán constreñidos a apartarse de sus malos caminos... Cada una de esas almas que se añade a la fuerza de los obreros, provista de facilidades e instrucción que le permitan salvar almas para Cristo, colaborará con los que le trajeron la luz de la verdad. Así se honrará a Dios y se hará progresar su verdad. (2JT, 497).

LLAMADO

El mundo se convencerá no tanto por lo que el púlpito enseña como por lo que la iglesia vive. El predicador anuncia la teoría del Evangelio, pero la piedad práctica de la iglesia demuestra su poder. (2JT 498). Como discípulos de Cristo somos llamados a atender las necesidades de un mundo que padece, como ovejas sin pastor. ¿Quién dirá Señor aquí estoy, dispuesto a ser discípulo para ir en busca de los más necesitados? En busca de los más necesitados y adinerados para que sean restaurados a tu imagen.

sábado, 15 de junio de 2024

+ Misión

Texto bíblico: Mateo 5:14-16.
Lectura adicional: Mensajes para los jóvenes, capítulo 58.

INTRODUCCIÓN
Cuando todavía somos niños se nos enseña a no tenerle miedo a la oscuridad. Todos recordamos las historias de que había un fantasma en el cuarto oscuro, o aun de un ladrón de hígados que rondaba las calles a la noche.

El hecho es que no nos gusta la oscuridad, no nos sentimos bien; puede no ser miedo, pero hay incomodidad cuando estamos en un lugar sin luz.

Las primeras palabras de Dios en la creación fueron: “hágase la luz”. Hubo luz y las tinieblas se disiparon. 

El mensaje de hoy tiene el objetivo de dejarte en claro por qué motivo debemos vivir en la luz y lo que sucede cuando vivimos en la luz. 
Es importante que sepamos que en el ámbito espiritual sólo hay dos estados: tinieblas o luz. 
Hay personas que físicamente tienen luz (del sol, eléctrica), pero que espiritualmente están viviendo en tinieblas. 
Sin embargo, el ser humano no fue hecho para vivir en tinieblas, porque toda la obra creada de Dios surge a partir de la luz en Génesis 1:3. 

Cuando Jesús declaró en Juan 9:5: “Luz soy del mundo”, él dejó claro que, mientras estuviera en el mundo, sería la luz. Él es la Luz que da vista a los espiritualmente ciegos. Estamos rodeados por luces todo el tiempo. Desde las luces que iluminan las ciudades, hasta el led en el cargador del celular que avisa que la carga está completa. 

El diccionario define luz como una forma de radiación capaz de afectar nuestro sentido de la vista. 
Jesús es la luz, y cuando entramos en contacto con él, nuestra visión de la vida se modifica. 
Podemos decir que vivir en la luz, de acuerdo con el evangelio de Juan, es tener comunión con Dios; y tener comunión con Dios es vivir una vida de santidad, compromiso, transparencia, alabanza, búsqueda y principalmente de abandono de las prácticas pecaminosas no correspondientes con la nueva vida en Cristo. 

Así como afirmó Pablo en 2 Cor. 5:17: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. 

Como cristianos, nuestro amor por Cristo hace que deseemos ser cada vez más semejantes a él (Juan 13:35). 
En el evangelio de Juan, Jesús es presentado como “luz de los hombres”. Una luz que brilló para los judíos de aquella época y brilla para ti hoy. 

DIOS TE LLAMA A SER LUZ EN TIEMPOS DE TINIEBLAS

En Mateo 5:14, Jesús dice: “Vosotros sois la luz del mundo”. 
La presencia de Jesús iluminaba la vida de todos aquellos que estaban a su alrededor. Su presencia transformaba vidas. 

Ahora, él transmite su misión a sus discípulos: sean la luz para el mundo. 
Hahn, un conocido teólogo protestante, comenta la declaración de reconocimiento de Jesús: 
“Los discípulos también reciben la descripción de luz o luceros, pues la tarea de ellos es transferir la luz divina que recibieron. Aquello que oyen en particular, deben proclamar con valentía en la luz. Como misioneros de Cristo, deben resplandecer en el mundo, no con su propia luz, pero sí con la mismísima luz del propio Cielo, porque la luz, en el NT, es asociada a la morada de Dios, o hasta con el propio Dios, de donde irradia sobre este mundo”. 

Todos somos llamados a compartir el Evangelio de Jesucristo con aquellos que no lo conocen. La invitación de Dios es a que seamos luz en tiempos de oscuridad. 

DIOS TIENE UNA MISIÓN PARA CADA JOVEN

a. El mundo está debilitado. Aprovecha este momento de la historia para volverte una luz en medio de las tinieblas, un transformador de vidas. Viva la vida en función del Reino de Dios. 
b. El verdadero cristiano no es aquel que es seguidor de la religión de Cristo. El verdadero cristiano es aquel que refleja el carácter y la misión de Cristo. 
c. Una persona apasionada por Cristo no será capaz de refrenar el deseo de compartir su mensaje con los demás (Jeremías 20:9). 

SER UNA LUZ EN EL MUNDO ES COMUNICAR QUIÉN ES JESÚS EN TODOS LOS LUGARES Y A TODAS LAS PERSONAS

a. Mientras exista una persona perdida que camine lejos de Dios, tú estás en misión. ¡Mantén ese propósito firme! 
b. Jesús volvió al Cielo, pero continúa iluminando el mundo. En este momento él está realizando su obra de transformación de vidas a través de nosotros. 
Eso significa que debemos enseñar, predicar, ayudar, amar, orar por los demás y alcanzar a aquellos que no lo conocen. 

USA TU INFLUENCIA PARA CUMPLIR LA MISIÓN QUE DIOS TE CONFIÓ

a. No dejes que las luces de la ciudad te cieguen. 
b. Tú puedes hacer la diferencia. 
c. Piensa en tu influencia en todos los lugares a los que vas y con las personas con las cuales entras en contacto. 
d. Usa tu influencia para salvar. 
e. Áreas donde puedes influenciar: 
1. Artes y entretenimiento. 
2. Gobierno y política. 
3. Medios y comunicación. 
4. Educación y ciencia. 
5. Familia. 
6. Iglesia y religión. 
7. Economía y negocios. 

Ser una luz es ser un portador de las buenas nuevas de Jesús. 
Elena de White nos dice que todo cristiano nace en el reino de Dios como un misionero. 
“Sólo el método de Cristo será el que dará éxito para llegar a la gente. El Salvador trataba con los hombres como quien deseaba hacerles bien. Les mostraba simpatía, atendía sus necesidades y se ganaba su confi anza. Entonces les decía: ‘Seguidme’”. 

Una vida con más misión es una vida con más compromiso con el Reino de Dios. Elige un ministerio de la iglesia donde puedas entrar en contacto con personas que todavía no conocen a Cristo. ¡Esa misión no es para personas de corazón débil! (1 Corintios 16:13, 14). 

Cristo nos llamó a compartir sus buenas nuevas con todos aquellos que conocemos. En nuestro contexto, por lo tanto, sería adecuado decir que: Evangelismo es el proceso por el cual tenemos celo en compartir a Cristo con aquellos que están a nuestro alrededor. 

BRILLA CON VALENTÍA

Roy Branson, en su artículo “Mujer Determinada”, escribe sobre la valentía de una joven adventista llamada Anna Knight en la predicación del evangelio: La White Moonshiners (destilería de whisky), en el estado estadounidense de Mississippi, le envió un mensaje amenazador a la joven enfermera negra, adventista, educadora que acababa de abrir una escuela con solo un aula y estaba visitando las iglesias los domingos. Ellos le advirtieron que si no dejaba de enseñar a las personas cómo dejar de beber, la “sacarían de circulación”. 

Anna Knight respondió: “Cuando ustedes estén listos para salir, yo estaré lista”. 

Eso fue en 1898 y la obra adventista en el Mississippi estaba apenas comenzando.
En Vicksburg, el barco a vapor Morning Star, capitaneado por Edson White y siguiendo las instrucciones de Elena, su madre, se volvió el centro de un amplio ministerio para liberar esclavos y aparceros. Todas las semanas, cultos, sermones y clases se llevaban a cabo a bordo del Morning Star. También había una imprenta en el barco, en la cual Edson imprimió 75 mil copias de su libro El rey que viene, que era vendido para mantener la obra en la región sur.
Como no estaba contento con solo instrucciones religiosas, Edson White, desde el Morning Star, enseñó hasta la diversificación en la plantación de cultivos. Él instó a los agricultores que trabajaban en grandes plantaciones de algodón para alcanzar mayor autoabastecimiento económico mediante la crianza de gallinas y abejas, como también la mejoría de la calidad del suelo por el cultivo de maní, fresa, tomate y col.
El ministerio ubicado en el Morning Star se esparció por todo el Mississippi y, en realidad, por todo el sur.
Una de las personas alcanzadas por él fue Ana Knight, hija de un esclavo que, de alguna manera, aprendió a leer, y conoció los folletos producidos por los adventistas. Diligentemente, comenzó a mantener correspondencia con las personas que le habían enviado los panfletos. Posteriormente, esos adventistas la invitaron a unirse a ellos y a bautizarse, lo que fue aceptado por ella.
Entonces consiguieron que Anna asistiese a una escuela en Battle Creek, Michigan, EUA. 
Allí ella terminó sus estudios, primero en la Escuela Industrial y finalmente, en 1898, de enfermería del Colegio Médico Misionero Americano. 

Cuando John Harvey Kellogg, director del colegio, descubrió que Anna estaba aceptando el llamado para ser misionera, diciendo que le gustaría volver al Mississippi, le dio lo que daba a los otros graduandos: gastos de transporte para regresar al Mississippi, un uniforme de enfermera y todas las copias que ella precisaba de sus libros de psicología.

Anna volvió a casa, en Mississippi, y dio inicio a una escuela para todos los que quisieran entrar, en una choza de madera en la hacienda de su tío. 
En pocos meses, se mudó la escuela a un nuevo lugar, cuya construcción supervisó personalmente. Ella enseñaba a 24 alumnos de los ocho grados, además de viajar para visitar las escuelas dominicales en su región. 

Basándose en sus clases de Biblia en Battle Creek y en la filosofía del ministerio integral, ella enseñaba caligrafía, lectura, aritmética y cocina a los adultos. Dio especial énfasis a la necesidad de salud y temperancia.

De esa experiencia, escribió más tarde: “Cuando montaba mi gráfico de fisiología y mostraba a las personas lo que la bebida les causaba en el corazón, el hígado, los riñones y otros órganos, tenían miedo y dejaban de comprar whisky”. 
Por ese motivo, fue amenazada por los destiladores de la bebida.
Después de la amenaza, Anna compró un caballo bien rápido y comenzó a llevar un revólver y una escopeta. Como excelente tiradora, cierta vez hasta cabalgó a través de un corredor de enemigos, colgada del cuello del caballo mientras le disparaban. 
Audaz, colgaba la escopeta en el rincón del aula de clases y continuaba enseñando al pueblo sobre los males del alcoholismo.
“Yo llevaba mis libros y mi arma todos los días al trabajo”, escribió ella. “Cuando mis enemigos se dieron cuenta de que yo no tenía miedo, dejaron de causarme problemas”. 

El Dr. Kellogg logró que ella participase en el famoso Congreso General de Battle Creek, en 1901, donde la denominación Adventista del Séptimo Día fue reorganizada a su estructura moderna. Anna fue delegada – con voz y voto – y prestó un informe del trabajo que realizaba en el campo misionero de Mississippi. 
Pero un llamado al servicio misionero en tierras extranjeras hecho en el Congreso General produjo un fuerte impacto en ella. Ella amaba su trabajo en Mississippi y había arriesgado la vida por él, pero creía que debería comprometerse e ir al campo misionero. Sin siquiera volver a casa, tomó medidas para que sus familiares continuasen su trabajo en el aula y viajó directamente a Nueva York, a bordo de un barco a vapor y, de allá, hacia la India.

En 1901, Anna Knight se convirtió en la primera mujer negra, de todas las denominaciones, en ser enviada a la India como misionera, y así como todos los adventistas, en todos los lugares que van, hacía de todo. 
“Trabajé en muchas áreas”, escribió ella. 
Extraía dientes, perforaba forúnculos y abscesos, hacía la contabilidad para la Misión, daba clases de Biblia e inglés y vendía literatura. 

Esa hija de la tierra de Mississippi también creía en los principios de la rotación de cultivos y comenzó a enseñar a las personas cómo deberían arar y abonar la tierra. 
“Bien”, dijeron ellos, “eso puede funcionar en América, pero no en India”. Ella consiguió, entonces, unos bueyes, los ató a un buen arado americano y plantó canteros con nabos, coliflor, tomates, remolachas y otras verduras, para enseñarles a los campesinos cómo cultivarlas. 
“Hubo una cosecha de verduras como nunca habían visto antes en Karmatar”, dijo ella.

Desde el inicio, ella supervisó la creación de una institución médica, escuela para capacitación, una imprenta y una iglesia, recreando virtualmente otra Battle Creek. Cuando estaba de vacaciones en los Estados Unidos, Anna oyó que los destiladores de whisky del Mississippi habían cerrado su escuela. 

Entonces, decidió no volver a India, sino volver a su campo misionero de origen y reabrir la escuela, esta vez en el centro de su ciudad natal. En 1909, dejó su querida escuela al cuidado de su hermana, se mudó a Atlanta, en Georgia, y comenzó a dar charlas sobre salud, los domingos, además de dirigir una escuela nocturna en la Asociación Cristiana de Jóvenes (YMCA), donde enseñaba primeros auxilios y enfermería doméstica. 

Su relación con la YMCA comenzó en India, porque la organización quedó tan impresionada con su combinación de evangelio de la salud con educación que consideró seriamente usarla como modelo para el programa nacional.
Años más tarde, fue invitada a cargos de liderazgo a nivel de asociación y unión de la Iglesia Adventista. En 1932, fue elegida secretaria asociada de los departamentos Misioneros del Hogar, Misioneros Voluntarios y Educación de la Unión del Sur. 

Ella todavía insistía en cambiar su sociedad. Al morir, en 1972, con 98 años de edad, Anna trabajaba como presidente de la Asociación Nacional de Profesores Negros. 
Anna Knight fue una heroína adventista en la reforma social, en un tiempo en que relativamente pocos se involucraban. Para los adventistas; son verdaderamente adventistas, aquellos que se lanzan a tareas espinosas y desafiantes, librando a las personas de enfermedades e incapacidades, y demostrando concretamente cómo será la ciudad resplandeciente de Apocalipsis, en la cual todas las lágrimas serán enjugadas y la muerte no existirá más. 

Sin duda, Anna Knight fue ese tipo de adventista que transforma el mundo y proclama el evangelio eterno.

Elena de White dice: “Todos los que tienen un sentido de su deber para con sus prójimos aceptarán la invitación a trabajar en sociedad con Jesucristo por medio de una vida de obediencia y servicio. Solo de esta manera pueden dar las credenciales divinas al mundo” (The Signs of the Times, 22 de julio de 1897).

CONCLUSIÓN

Los jóvenes son llamados a sembrar palabras de esperanza en el corazón del hombre. La convocatoria a predicar sobre Jesús no depende de que el camino sea fácil o difícil, si hay persecución o no. 
Sin un compromiso con él, será imposible ver la vida a través del prisma de la misión. 

Cumplir la misión para la cual fuiste creado exigirá de ti que abandones tu agenda y te ajustes a la agenda de Dios.

El tema central del universo son los propósitos de la vida, el objetivo de cada individuo.
Yo soñaba con ser ingeniero mecánico, proyectar y construir motores para grandes montadoras de carros –ese era mi propósito. Hoy soy pastor, estoy sirviendo como predicador del evangelio, proyectando y construyendo vidas para la eternidad –esa fue la agenda de Dios para mi vida.

UNA DECISIÓN

Tú puedes hacer la diferencia. Piensa en tu influencia en todos los lugares a los que vas y con las personas con las cuales entras en contacto. Empéñate en presentar a otros quién es Jesús. Permite ser usado hasta tu límite.
Transfórmate en la persona que fuiste creado para ser y realiza aquello que es tu misión aquí en la tierra. Aquellos que andan con Jesús no deben ser solamente una antorcha apagada, sino que así como su maestro, deben ser luz para el mundo. Dios está llamando una nueva generación de jóvenes para influenciar el mundo para Cristo.
Yo no estoy hablando de usar sus dones en la iglesia y sí de usar su vida para TESTIFICAR AL MUNDO. 

Él quiere más psicólogos, más médicos, más profesores, más empresarios, más políticos, más escritores, más músicos que lleven el nombre de él estén donde estén. Que sean embajadores de su reino. ¡Que testifiquen poderosamente! Que vivan con más misión en el corazón. Y tú... ¿aceptas el llamado?

domingo, 9 de junio de 2024

Vengan y vean

Texto: Juan 4:28-30, 39-42.

Objetivo: Capacitar a los participantes para el ministerio personal.

By
Davi França .
 
INTRODUCCIÓN

Hoy estamos celebrando el Sábado Misionero de la Mujer Adventista. El objetivo principal de esta celebración es que las mujeres adventistas se involucren todavía más en las actividades misioneras de la iglesia. La participación de las mujeres en la misión ha hecho una enorme diferencia a lo largo de nuestra historia y alrededor del mundo.
Un buen ejemplo es la historia de la joven Ana Cristina Carlson, quien nació en Suecia, el 27 de noviembre de 1870. 
Desde pequeña Ana soñaba con ser profesora y ayudar a los pobres. A los 16 años emigró con su familia a los Estados Unidos. Su primer trabajo fue en un restaurante, donde conoció al joven Fernando. Algún tiempo después, en el año 1892, se casaron.
Al año siguiente, el matrimonio recibió la visita de un colportor (un misionero que trabaja vendiendo libros cristianos). 
Compraron y leyeron el libro El conflicto de los siglos, de Elena de White y así conocieron la Iglesia Adventista. El misionero convenció a Fernando a abandonar el cigarrillo y, después de recibir los estudios bíblicos, el matrimonio comenzó a guardar el sábado. 
Al guardar el sábado, además de la alegría de la fidelidad, vinieron las pruebas. Fernando fue despedido del trabajo. 
Dios usó esa dificultad como la oportunidad para cambiar la historia de Ana y su esposo. Ellos decidieron estudiar enfermería para tener no solo una carrera, sino la oportunidad de ayudar a las personas a conocer a Jesús.
Un día como cualquier otro, mientras atendían en una sala de tratamientos, en Cleveland, Ohio, Dios impresionó a Fernando con el deseo de ser misionero. Él compartió la experiencia con Ana, quien le dijo que también soñaba con ayudar a las personas. Entonces, comenzaron a orar para pedirle a Dios que los ayudara a realizar ese sueño.
En 1909, en el Congreso de la Asociación General (evento mundial de los adventistas), el sueño comenzó a hacerse realidad. Después de escuchar al pastor José W. Westphal, presidente de la Iglesia en Sudamérica, hacer un llamado para que las personas se inscribieran como misioneras para el continente, ellos se ofrecieron para trabajar. Ese mismo año viajaron en un barco hasta Perú, para predicar el evangelio aun sin saber hablar una sola palabra en español.
Ana y su esposo ofrecieron asistencia médica y establecieron escuelas e iglesias; dieron instrucciones sobre mejores prácticas agrícolas y de saneamiento; obtuvieron ayuda gubernamental para los indígenas; mediaron conflictos entre comunidades; ayudaron a otros misioneros y trabajadores humanitarios; y realizaron muchas otras acciones en sus décadas de trabajo en el continente. Decenas de miles de personas fueron conquistadas para Cristo por sus esfuerzos. 
Hoy, 110 años después de embarcarse para la Misión, Ana y Fernando Stahl son considerados por los adventistas y no adventistas como uno de los matrimonios misioneros más eficaces de la historia de Sudamérica. Hasta hoy, entre el pueblo de la Cordillera de los Andes, se cantan canciones sobre ellos, y en Perú y en Bolivia muchos niños llevan los nombres Fernando y Ana.

Numerosas iglesias, escuelas y misiones llevan el nombre en homenaje a ellos. Además, en todo el mundo, instituciones adventistas también recibieron su nombre, como la Clínica Ana Stahl, en Iquitos, Perú, y el Centro Stahl para Misiones Mundiales en la Universidad La Sierra. Ana murió el 5 de octubre de 1968, a los 97 años, después de una vida de servicio. 
Pero su historia permanece viva inspirando a mujeres de diferentes generaciones a servir a Dios, cumpliendo la misión en todo el mundo. 
Ana no fue la única mujer que hizo la diferencia al involucrarse en la misión. Hay varias mujeres que cambiaron no solo su vida o la vida de su familia, sino que también cambiaron barrios, ciudades, regiones y hasta países. La historia de una de ellas está en la Biblia, en el evangelio de Juan, capítulo 4.

UNA MUJER QUE CAMBIÓ LA HISTORIA DE SU CIUDAD

La historia es bien conocida. La mujer samaritana, como se la llama, fue hasta el pozo de Jacob cerca del mediodía a sacar agua para sus tareas domésticas. Al llegar encontró a un judío que estaba sentado junto al pozo descansando del viaje y exhausto por el calor. Todo transcurría como siempre, pero ese no era un día cualquiera. El hombre no era un hombre cualquiera. Y de ese momento en adelante, la mujer nunca más fue una mujer cualquiera.
Generalmente esta historia se cuenta para enfatizar el enfoque misionero de Jesús. Pero hoy, la cuento para mostrar que, así como la mujer samaritana, todos podemos cumplir la misión. Usted puede preguntar: “¿Cumplir la misión yo?”. 

Otras dicen: “Pero yo no puedo viajar para ser misionera como Ana Stahl”. Un joven puede decir: “Yo no estudié teología como los pastores”. Usted puede estar pensando: “Tengo muchos problemas en mi vida, no soy tan consagrado… No creo que Dios me haya llamado para cumplir la misión”.

Bien, la historia de esa mujer de Samaria muestra que, para cumplir la misión, usted no necesita ser perfecta, no necesita saber todo y no necesita ir tan lejos. Ella cumplió la misión muy cerca de su casa, habló de Jesús a otros y dio su testimonio. Para conocer mejor la historia de esa misionera improbable leeremos los versículos 28-30 y después los versículos 39-42.

I. PARA CUMPLIR LA MISIÓN USTED NO NECESITA

a) Para cumplir la misión usted no necesita ser perfecta.

La mujer samaritana sabía que no era perfecta. La verdad, es que ella tenía consciencia de que estaba lejos de ser perfecta. El hecho de que ella fuera al pozo en un horario en el que probablemente no encontraría a nadie es una fuerte evidencia. 
Otra evidencia es la afirmación de Jesús sobre su vida conyugal. Pero la mayor evidencia es el clamor del alma sedienta: 
“Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla”. 
La mujer samaritana vivía una vida de pecado. La culpa oprimía su corazón. La consciencia oprimía su mente. 
Las miradas prejuiciosas cortaban su alma. Ir al pozo, día tras día, era una experiencia muy oprimente. Era humillante. Su existencia no tenía sentido. Ella tenía sed de algo que esa agua no podía saciar. Tenía sed de paz, de libertad, de vida. 

Si tuviéramos que elegir a una persona para enviarla como misionera a una región todavía no alcanzada, jamás elegiríamos a esa mujer. Ella nunca se inscribiría en un proyecto misionero de la iglesia. Pero, después de su encuentro con Jesús, su vida imperfecta, en vez de una excusa para no cumplir la misión, se transformó en el contenido de su predicación. “¡Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho!”.

b) Para cumplir la misión usted no necesita saber todo.

La mujer samaritana no sabía todo sobre la religión y mucho menos sobre Jesús. Ella tenía dudas sobre la Biblia, estaba confundida sobre cómo adorar a Dios correctamente y, aunque esperaba la venida del Mesías, no estaba preparada para el encuentro con él. En realidad, si Jesús fuera una persona cualquiera y la mujer tuviera la misión de mostrarle la verdad, él estaría perdido.
Además de la vida imperfecta, la falta de conocimiento o de capacidad también es una excusa que usamos para no cumplir la misión. “Yo no sé dar estudios bíblicos”. “Tengo vergüenza de hablar con las personas”. “No conozco tan bien la Biblia”. “Ya no tengo más edad para eso”. “Soy muy joven para eso”. ¡Cuántos de nosotros ya oímos o dijimos frases como esas! Usamos nuestras limitaciones como un impedimento para nuestra participación en la misión.

La historia de la mujer samaritana está ahí para mostrarnos que usted no necesita saber todo para cumplir la misión. 
Lo importante no es cuánto usted conoce, sino cuánto de lo que conoce impactó su vida. Usted no necesita conocer todo sobre Jesús para cumplir la misión, necesita solo hacer conocer a otros al Jesús que conoce todo sobre usted y aun así lo ama.

c) Para cumplir la misión, no necesita ir tan lejos.
 
La mujer samaritana quedó impactada por el mensaje y la persona de Jesús. Su primera reacción a la experiencia marcante que vivió fue volver a donde vivía y contarles a las personas que ella creía que había encontrado al Mesías. Después de probar por sí misma la verdad de las palabras de Jesús, ella fue corriendo hasta las personas de su ciudad para compartirles lo que había aprendido.
Además de una vida imperfecta, y de la falta de conocimiento o habilidad, la dificultad de ir a una región no alcanzada también es una excusa que usamos para no involucrarnos en la misión. 
Además de nuestra objeción también hablamos de puertas que no se abren, de corazones que son duros, de mentes secularizadas. Todas esas dificultades las presentamos como barreras para la predicación del evangelio y el cumplimiento de la misión.

Sin embargo, en esa historia no vemos a una mujer que duda. Ella hasta podría haber pensado que las personas de la ciudad no creerían en su testimonio. Ellos la conocían bien, y podrían cuestionar su capacidad de reconocer al verdadero Mesías. Pero vemos que era una mujer decidida a llevar a otros, a los más cercanos, lo que ella misma estaba viviendo. 

“Venid y ved”.
Nuestro mayor campo misionero es nuestra familia y nuestro vecindario. Si Jesús tiene poder para transformar nuestra vida desequilibrada, también tiene poder para transformar la vida desequilibrada de otros que están cerca nuestro. 
Si para cumplir la misión la persona no necesita ser perfecta, no necesita saber todo y no necesita ir tan lejos, ¿significa que cualquier persona puede cumplir la misión?
Eso mismo. Hoy estamos contando la historia de la mujer samaritana para mostrar que, así como ella, todos podemos cumplir la misión. La pregunta es ¿cómo? ¿Cómo puedo cumplir la misión? La respuesta también está en la experiencia de esa mujer. 

II. PARA CUMPLIR LA MISIÓN USTED DEBE…

a) Para cumplir la misión usted debe priorizar la misión.

El impacto del encuentro con Jesús cambió totalmente la escala de valores y la lista de prioridades de la mujer samaritana. Los discípulos volvieron de la ciudad con el almuerzo y se sorprendieron por el diálogo. Juan afirma que ella dejó su cántaro y fue inmediatamente a la ciudad a anunciar su reciente y extraordinario descubrimiento: ¡Venid y ved!
Aunque las tareas de la casa eran importantes esa tarde no eran más importantes que dar la noticia. El jarrón de agua abandonado es un poderoso símbolo exterior de lo que sucedió en el interior del corazón de esa mujer. Una transformación. De la misma manera, las personas sabrán si realmente fuimos transformados al mirar nuestra lista de prioridades.
Para cumplir la misión debemos priorizar la misión. Así como para Jesús era más importante hasta que comer o beber. 
Así como para la mujer samaritana era más importante que cualquier otra cosa. Si la misión es más importante que cualquier otra área de nuestra vida, la misión será parte de todas las áreas de nuestra vida. Cuando una persona es evangelizada, se transforma en evangelista.

b) Para cumplir la misión, usted debe compartir su testimonio.

Las personas que conocían a esa mujer no podían negar la súbita transformación que testificaron. Los ojos tristes, que nunca miraban de frente por la vergüenza, ahora estaban brillantes por la esperanza que se había encendido en su corazón. 

El versículo 42 afirma que muchos samaritanos de aquella ciudad creyeron en Jesús por el testimonio de la mujer.
Ella no hizo un sermón, pero presentó su argumento. “Un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho”. La lógica es la siguiente: las personas de la ciudad sospechaban de su estilo de vida y por eso la juzgaban. Jesús sabía todo lo que ella hacía y, aun así, le ofreció su gracia. 
Aunque sencillo, el testimonio fue poderoso. Aunque había regresado del pozo sin el agua que había ido a buscar, ella estaba rebosando alegría. Todos en la ciudad notaron que ella estaba diferente.

Y aquí entra el contenido de la predicación misionera. 
Para cumplir la misión usted debe compartir su testimonio. 
No se puede negar el poder de una vida que fue tocada por la gracia de Cristo. Si su vida fue transformada por el poder de Dios, usted necesita compartir esa verdad. Necesita permitir que las personas vean la diferencia que Cristo hizo en su vida. Necesita permitir que ellas sepan que Jesús las acepta y les ofrece su gracia.

c) Para cumplir la misión, usted debe enfocar a Jesús.

Otro punto clave para aprender con la mujer samaritana es que ella puso su foco en Jesús. Esta es tal vez una de las mejores maneras de usar un testimonio personal para cumplir la misión. Ella no dijo: “Tuve la experiencia personal más increíble de mi vida”. Dijo: “Venid y ved”. El foco está en el lugar correcto. El testimonio fue usado para despertar la curiosidad, pero la esencia del mensaje era la persona de Jesús.

Cumplir la misión es mostrar el Salvador al mundo. Por más que usemos nuestro testimonio o diferentes recursos y estrategias para atraer la atención de las personas, el centro de nuestro mensaje es Cristo. Debemos hablar de su vida, muerte, resurrección, ministerio y su pronto regreso para buscarnos. 
Debemos predicar la Palabra. Por más que nuestros argumentos sean interesantes o inteligentes, lo que actuará como una espada de dos filos y rasgará el orgullo y la dureza del corazón de las personas es la Palabra. Así como en aquel día en Samaria, si nuestro foco está en Jesús, las personas se sentirán atraídas a él y creerán en él por su Palabra.

CONCLUSIÓN

Sobre la experiencia misionera de la mujer samaritana, Elena de White afirma: “Tan pronto como halló al Salvador, la mujer samaritana trajo otros a él. Demostró ser una misionera más eficaz que los propios discípulos. Ellos no vieron en Samaria indicios de que era un campo alentador. Tenían sus pensamientos fijos en una gran obra futura, y no vieron que en derredor de sí había una mies que segar. Pero por medio de la mujer a quien ellos despreciaron, toda una ciudad llegó a oír del Salvador. Ella llevó en seguida la luz a sus compatriotas. 
“Esta mujer representa la obra de una fe práctica en Cristo. Cada verdadero discípulo nace en el reino de Dios como misionero. El que bebe del agua viva, llega a ser una fuente de vida. El que recibe llega a ser un dador. La gracia de Cristo en el alma es como un manantial en el desierto, cuyas aguas surgen para refrescar a todos, y da a quienes están por perecer avidez de beber el agua de la vida” (DTG, 166 - SC, 14).

Todavía hoy, Dios usa a mujeres que están dispuestas a mostrar al Salvador al mundo. En todos los lugares, las personas pueden encontrar a Jesús por medio de mujeres que se levantan para decir: “Venid y ved”. 
Como en el nordeste de Brasil, donde Enir, así como la mujer samaritana, está cambiando la historia de su ciudad. (Video).

La dueña de casa Enir Nascimento Soares, más conocida como “hermana Enir”, tiene 72 años y es adventista hace 43. 
Vive en el sur de Bahía y es muy activa en la iglesia. Participa de los encuentros de líderes de la Asociación y no se pierde una capacitación de evangelismo. A lo largo de su ministerio voluntario, participó de tantas capacitaciones que ya perdió la cuenta. En la última de ellas llevó a la iglesia un señalador de páginas para ser distribuido entre los miembros. Cada miembro debería llenar el señalador con el nombre de una persona por quién le gustaría orar y evangelizar. La hermana Enir no sabía cómo usar el señalador porque ya estaba estudiando la Biblia con 57 personas.

Usted puede preguntarse ¿cómo una señora de 72 años que cuida de su propia casa todavía encuentra tiempo para estudiar la Biblia con 57 personas? La receta, según ella es sencilla. Si usted fue salva por Jesús, hará de la salvación de otras personas una prioridad.
La hermana Enir se levanta todos los días, según dice “de sábado a sábado”, a las cuatro de la mañana. Pasa una hora en oración y estudio de la Biblia. Después cuida de la casa. 
Limpia, lava y plancha, prepara el almuerzo, lava la loza. Al medio día almuerza y descansa unos minutitos, porque nadie es de hierro, ¿no? 
A las 13:00 en punto sale para visitar a sus alumnos.
Para poder visitar a todos, hace una visita a cada alumno una vez por semana. Para visitar a 57 cada semana trabaja duro, a veces hasta media noche. Pero afirma que no puede dejar de visitar a ninguno para que no se desanimen. Ella mantiene ese ritmo intenso hace más de 40 años y aunque haya perdido la cuenta de las capacitaciones en las que participó, una cuenta no pierde: ¡Ya llevó más de 2.000 personas al bautismo!

El consejo que da a los jóvenes es bien directo: 
“Salgamos de la ociosidad. Salgamos de la comodidad de nuestro sofá y vayamos a cumplir la misión. Vayamos a la calle a llevar el evangelio a las personas. Porque Jesús pronto vendrá y él está más ansioso de venir a buscarnos de lo que muchos de nosotros en verlo regresar”. 

A pesar de todo ese éxito misionero, la hermana Enir es humilde y modesta. Cuando le preguntan cuál es el secreto del éxito, ella responde: “Yo soy solo un instrumento en las manos de Dios. No somos nosotros los que convencemos a las personas. 

El ‘íd’ es para nosotros, nosotros tenemos que predicar, pero el que hace la obra es el Espíritu de Dios. Él es el que convence. ¡Él es el que transforma vidas!”.
Aunque ya hace algún tiempo está en la edad de la jubilación, ella no está cansada y no piensa abandonar. “Mientras Dios me sostiene y me da aliento de vida yo voy a seguir en este camino. Voy a seguir en el evangelismo.

LLAMADO

"No descuidéis las cosas pequeñas esperando una obra más importante. Puede ser que seáis capaces de cumplir con éxito una obra limitada mientras que fracasaríais completamente en una obra más grande, cayendo además en el desaliento. Haced todo lo que os venga a mano. Ya seáis ricos o pobres, grandes o pequeños, Dios os llama a servirle activamente. Al hacer voluntariamente lo que os venga a mano, vuestros talentos y aptitudes se desarrollarán para la obra. Y es al descuidar las oportunidades diarias cómo os volvéis inútiles. Por esta causa, hay en el huerto del Señor tantos árboles que no llevan fruto". 3JT, 348.

La historia de Ana Stahl, la historia de la mujer samaritana y la historia de la hermana Enir las cuento hoy para mostrar que todos podemos cumplir la misión. No deje que sus imperfecciones, su falta de conocimiento o habilidades, y mucho menos la distancia, sean excusas en su vida. Haga de la misión su prioridad, comparta su testimonio y ponga el foco en Jesús. 
Con seguridad muchas personas también creerán en él por su intermedio. Haga como la hermana Enir, como Ana Stahl y como la mujer que volvió a la ciudad de Samaria y dijo: “Venid y ved”. Muestre al Salvador al mundo. 
¿Cuántos aquí hoy, mujeres y hombres, quieren levantarse, salir y decir “Vengan y vean”?
¿Cuántos quieren mostrar el Salvador al mundo? 
Pónganse en pie y vamos a orar para que Dios nos dé las oportunidades y la valentía para cumplir la misión donde estamos.